Belleza en el espejo

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Otro día comienza; la brillante luz a través de las cortinas me hace abrir los ojos, por lo que me levanto para cerrarlas. Intento volver a dormir pero mi conciencia no lo permite, hay algo que falta.

Han pasado ya 2 meses desde que vendí mi última pintura, y aún peor, ni siquiera recuerdo cuánto tiempo va desde que alguna me gustara a mí. Cada mañana, luego de desayunar, me quedo por horas frente al lienzo. Pincelada tras pincelada mi pintura pierde forma o no me gusta el resultado final, las buenas ideas que tengo en mente parecen estar encarceladas ahí por siempre.

La imposibilidad de pintar me abruma durante día y noche. Tomar el pincel se ha vuelto mi temor más grande, aun así, cierto día algo cambió. Me encontraba una vez más frente al lienzo y me prometí a mí misma que si no lograba algo bueno, era el momento correcto para dejar de intentarlo. Con el rabillo del ojo creí ver algo en el reflejo del espejo, no le di importancia y seguí pintando.

Unos minutos después me pareció ver algo de nuevo, aunque esta vez logré captar una silueta, una mujer. Fingí seguir pintando con la intención de atraparle pero tal momento nunca llegó. Desesperada por la intriga decidí quedarme frente al espejo. Una Chaeyoung igual a mí se sentó del otro lado.

Las horas pasaban y mis párpados comenzaron a cerrarse hasta que finalmente caí dormida frente al espejo. No sé cuánto tiempo habrá pasado pero si de algo estoy segura es que la chica del otro lado no soy yo. Me desperté de sobresalto al verle, aunque a ella parecía no importarle puesto que siguió durmiendo plácidamente apoyada en el tocador.

Normalmente me hubiera asustado al ver que mi reflejo era otra chica pero su belleza era tal que me cautivó al instante. Me quedé un gran rato admirándola hasta que caí en cuenta de que era la inspiración que había estado buscando por tanto tiempo. Pinte tan rápido como pude por miedo a que se despertara, pero al final terminé haciendo un excelente trabajo.

Cuando me acerqué de nuevo al espejo vi a la hermosa chica levantándose de la silla. Grité pero no pareció haberme escuchado por lo que golpeé el espejo como si de una puerta se tratará. La chica dio vuelta de un brinco y se me quedó viendo por un momento, me mostró la sonrisa más perfecta que jamás he visto y luego siguió su camino. Después de un parpadeo mi reflejo estaba de nuevo frente a mí.

Tengo una nueva obsesión llamada "la chica del espejo", paso todo el día pensando en ella e incluso hice dos retratos más suyos. Tengo muchas dudas rondando en mi cabeza; ¿quién es?, ¿cómo es que está dentro de mi espejo?, ¿podré hablarle algún día?, y la más importante de todas; ¿fue real lo que vi?

El cansancio o desesperación pudieron haberme hecho ver cosas que no eran, quizás pasar todo el día entre pintura ya me tiene mal de la cabeza. Pensaba en todo eso y más mientras estaba sentada frente al espejo, sin embargo una dulce voz me interrumpió.

-Mírame.

Subí algo temerosa mi mirada hasta que mis ojos se encontraran con los suyos. Mi corazón empezó a latir con fuerza sólo por verle. Sin pensármelo dos veces dije casi gritando:

-¿¡Cómo te llamas!?

-Mina.

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