⚜For Your Eyes Only⚜ ⚜Larry Stylinson⚜

Capítulo 29.

-¡DAYSI! ¡PHOEBE!-. Llamé enojado.

Harry me miraba nervioso.

-N-No se si vayan a subirlos y los demás sepan que somos...

-Tranquilo, no lo van a subir, de eso me encargo yo.

Salí de la habitación con mi pantalón puesto y corrí escaleras abajo en busca de las chicas.

-Niñas, no quieren perjudicar a Harry ¿cierto? Sólo me quieren molestar a mi, a él no le hagan nada, él las ama y no quiere que lo decepcionen de tremenda manera, ahora salgan de su estúpido escondite-. Regañe.

Ambas chicas salieron arrepentidas de la cocina y me miraron tristes.

-Sólo lo queríamos para nosotras...

-¿Para qué?

Ambas se miraron pervertidas.

Les arrebate los celulares y los borré rápidamente.

-¡No! ¿Porqué?

-Por que si, por cosas como éstas podrían ir a la cárcel.

-Lo sabemos-. Respondieron al unísono.

-Ahora vayan a su habitación que tengo que hablar con mamá.

Me miraron mal, Phoebe subió a su habitación enojada, pero Daysi me miraba.

-¿Qué?

-Eres el pasiva ¿verdad?

Mis mejillas estaban seguramente del color de una manzana.

-Q-Que te importa, vete a tu habitación.

-Ja, si... eres pasiva, eres pasiva, eres pasiva.

-¡A TU HABITACIÓN!

Se fue cantando la misma frase haciéndome enojar.

-¿Eres pasiva?-. Preguntó Harry a mis espaldas.

Reí y lo tomé de las mejillas, depositando un beso en sus labios.

-Sólo tu pasiva.

-Me hubiera encantado que me destruyeras el culo esa vez que llovió.

-¿Hace seis años?

Él asintió.

-Podemos repetirlo-. Dije con voz coqueta.

Se mordió el labio inferior y se acercó a besarme salvajemente, sus manos se habían posicionando en mi trasero, apretandolo con fuerza.

Solté un gemido ante su acción, dolía un poco pero me encantaba.

Sentí una nalgada, mis mejillas enrojecieron... la puerta sonó.

Nos separamos rápidamente y miramos hacía la puerta... entonces recordé que no tenía ni calzones ni camisa.

-Mierda-. Susurre.

Seguramente mamá sabría lo que había pasado.

La puerta se abrió y se asomó mi madre con varias bolsas.

Corrimos en su dirección para ayudarla.

-Gracias-. Respondió.

Asentimos y colocamos las bolsas en la cocina.

-Mamá-. Llamé.

-¿Qué necesitas?-. Respondió seca.

-Hablar.

-¿De qué?

-De mi orientación sexual.

Noté su mirada, parecía lastimada emocionalmente... ¿Tanto le dolía que su hijo fuera homosexual?