Wall Shadows

I

Natalie miró por la ventanilla del tren mientras observaba como la nieve caía. Una de las primeras nevadas de la temporada se hacía presente. Ella soltó un suspiro y vio como el vidrio se empañaba lentamente. Jamás había visitado Blue Bay y tampoco había pensado en hacerlo pero lamentablemente dadas las circunstancias debía hacerlo. Y más que eso tenía que mudarse allí.

-¿Está ocupado?

La voz de un chico la sacó de sus pensamientos. La pelinegra giró la vista hacia el pasillo y observó a quien había hablado. Un chico alto de aproximadamente su edad. Piel casi blanca, cabello rubio mal teñido y ojos verdes. Él señalaba el asiento que estaba frente a ella. Nat negó y volvió la vista hacia afuera.

El tren había realizado una parada en Nueva York y seguramente él había subido allí.

-Soy AJ

Dijo él con la intención de iniciar una conversación. Natalie sonrió de lado pero no se giró a verlo.

-Natalie

El chico frunció el ceño. Natalie no estaba acostumbrada a hablar con extraños, en su pueblo todos se conocían. AJ no podía entender qué es lo que le sucedía a ella, siendo de Nueva York hablar con gente desconocida era algo de todos los días.

-¿Hacia dónde te diriges?

-Blue Bay

-¡Yo igual!

-Ah

Nat lo miró y analizó su vestimenta. Skinny jeans negros, camiseta de alguna banda que ella no conocía, chaqueta de jean y vans altas negras. Tenía toda la pinta de una de esas personas con las que su madre no querría que se junte.

El viaje pasó bastante incómodo. Natalie no era de mucho hablar, por no decir que no emitía sonido. AJ se iba comiendo los codos para evitar hablarle, era obvio que ella no quería que la moleste y él respetaba eso.

Una vez que llegaron a su destino Natalie bajó casi corriendo sin despedirse de él. AJ no se preocupó, sabía que volvería a verle. Si dicen que el mundo es un pañuelo, esa ciudad dejaba de existir en él. Es un punto tan minúsculo que hasta pareciera que no existiera, pero los sucesos que acontecerían en el futuro darían de qué hablar. Nadie en Blue Bay se imaginaba lo que se desencadenaría con la llegada de estos dos nuevos habitantes a su pueblo.