¿Alguna vez has buscado algo desesperadamente? Debe resultar algo difícil si no tienes ni una idea de donde está. Pero puede resultar más difícil si tampoco sabes que es lo que estas buscando.
Ese era quizás el mayor problema de los Reyes y sus amigos. No tenían idea de como sería la nación de Aslan, sólo podían confiar en si instinto y corazón para saber cuando encontrarán la tan esperada nación.
Por el momento sólo les quedaba remar hasta encontrar tierra o algún indicio de la nación de Aslan. Hacía un tiempo ya que habían dejado las tranquilas y solitarias aguas, y ahora, remaban sobre cientos de flores, dispersas sobre el agua. Un claro indicio que aquello que buscaban estaba cerca.
-¿Y que sentiste cuando Aslan te convirtió en humano?- preguntó Edmund rompiendo el silencio. Su primo, sentado frente a él, sonrió abiertamente.
-Por más que lo intente no podía hacerlo solo- dijo Eustace mientras los demás los miraban y escuchaban atentamente-. Luego se acercó a mi. Dolió un poco, pero fue un dolor bueno, como cuando te sacas una espina del pie- contó Eustace mientras recordaba su breve encuentro con Aslan-. Ser dragón no fue tan malo. Supongo que fui mejor como dragón que como niño. Perdón por haber sido tan odioso.
-Tranquilo, Eustace, fuiste un fantástico dragón- dijo Edmund sonriendole a su primo. Sin duda alguna, su relación había mejorado gracias a Narnia.
El grupo siguió navegando, entre las blancas flores que se abrian a su paso, hasta que Reep- quizás el más entusiasmado con el viaje- hablo desde la punta del barco.
-Amigos mios, hemos llegado- los demás en el bote quedaron igual de sorprendido que el ratón al ver el panorama que les esperaba en la isla.
Uno por uno bajaron del bote para caer en la blanca y fina arena. Pero esa arena no se comparaba con la inmensa pared de agua que tenían en frente. La enorme muralla esta formada literalmente por olas, pero estas desafiaban la gravedad al tener su dirección hacia el cielo.
Todos los presentes empezaron a caminar sin ningún miedo de la pared de agua. Pero fue una sombra en la arena lo que llamó atención de Eustace.
-Aslan- pronunció el rubio en cuanto volteó y vio al enorme León caminar junto a ellos.
Los demás también volvieron sorprendidos cuando escucharon el nombre de León. Pararon aún emocionados, pero Aslan siguió caminando a través de la arena.
-Bienvenidos hijos, lo han hecho muy bien- empezó Aslan mientras caminaba hasta estar en frente del grupo-. Estoy muy contento. Han llegado lejos y ahora su viaje llega a su fin.
-¿Esta es tu nación?- preguntó Lucy sin salir de su asombro.
-No, mi nación hace más allá- respondió el León, apuntando con su hocico a la muralla de agua.
-¿Mi padre esta en tu nación?- cuestionó Caspián mientras miraba en esa dirección.
-Tendrás que descubrirlo por ti mismo, hijo mio. Pero te advirtió que si continuas, no habrá vuelta atrás- explicó Aslan.
Caspián se acercó lentamente a la pared de agua, al estar en frente alzó sus brazos hasta que sus dedos rozaron el agua. Estuvo así un rato hasta que sintió una presencia a su lado. Luego sintió como una mano se colocaba sobre la suya y la bajaba mentalmente.
Caspián giró su cabeza y sonrió al ver los azules ojos de su hermana llenos de lágrimas. Sin decir nada, paso su brazo por los hombros de Kayla dando la espalda a la muralla y volver donde se encontraban Aslan y los demás
-¿No entrarás?- preguntó Susan cuando su marido estuvo frente a ella con la cabeza baja.
-Dudo que nuestro padre este feliz si alguno de nosotros renunciara por lo que el murió protegiendo- respondió Kayla sonriendo hacia su hermano.
-Llevo años deseando lo que me fue arrebatado y no lo que recibí- añadió Caspián mientras levantaba la cabeza-. Recibí un reino, un pueblo- en ese momento se acercó a Aslan y bajó levemente la cabeza-. Te prometo ser un mejor rey.
-Y ya lo eres- aclaró Aslan, haciendo sonreir a todos-. Y es bueno que te quedes con la gran noticia que hay- todos los presentes se miraron confundidos.
-¿Gran sorpresa?- se atrevió a preguntar Lucy. En ese momento el León dio una risita.
-Oh cierto, creo que es muy pronto para que lo sepan.
-¿Qué?- cuestionó Matt, quien no había hablado hasta entonces-. Pero yo quería saber, no puedes dejarnos con la duda- los demás negaron con la cabeza, riendo, al escuchar las palabras y el tono de Matt; excepto Lucy, quien simplemente lo miraba con una sonrisa dulce y un brillo en los ojos-. Dinos, Aslan, porfis- el León volvió a reír inevitablemente-. Perdón. ¿Podria decirnos, su majestad?
-Si, no creo que haya ningún problema si les cuento en este momento- dijo Aslan haciendo que Matt soltará un sonido de clara alegría-. Caspián, toma la mano de tu esposa, por favor- Caspián obedeció, entrelazando sus dedos con los de Susan-. Ahora Susan, con tu otra mano, sujeta la de Edmund. Kayla, haz lo mismo con tu hermano- ambos obedecieron aún sin entender nada-. Lucy, tu toma la mano de tu hermano mayor. Matt, la Kayla- ellos también obedecieron-. Eustace, por favor, la de Lucy. Y Reepichepp, sujetate a Eustace si quieres- una vez que todos estuvieron en sus lugares y con las manos agarradas, Aslan les mando a cerrar los ojos.
Al principio todo se mantuvo en total oscuridad, y siguió así hasta que una cantarina risa llamó la atención de todos. La risa se iba haciendo más cercana hasta que un rayo de luz lo cubrió todo y la risa se detuvo momentáneamente.
-¡Mamá!- Susan fue la primera en tratar de enfocar de donde venía esa voz. Sintió algo en su interior moverse al escuchar ese gritó y fue entonces que distinguió una silueta corriendo hacia ella-. Mamá- volvió a repetir el niño mientras sus brazos rodeaban las piernas de Susan. Esta se agachó frente al niño y tomó sus brazos, viendo el rostro del niño.
-¿Qué?- cuestionó Susan, pero el niño sólo sonrió. Susan tuvo que retener un jadeo al ver el parecido de esa sonrisa con la de su esposo. Siguió viendo al niño sin creer lo que tenía en frente. Seguro era un sueño. De hecho si era un sueño. ¿Pero porque Aslan se los mostraba?
En ese momento el niño se alejo de sus manos mientras se alzaba. Susan pudo ver como era Caspián quien lo tomaba en brazos. El niño de inmediato se abrazó al cuello de el pelinegro.
-Papá ¿porque mamá esta llorando? ¿Hice algo malo?- Caspián miró asombrado al niño aún sin contestar ninguna pregunta-. Papá, ¿ella son lo tíos Kayla y Edmund?- en ese momento la nombrada se acercó y el niño de inmediato hizo ademan de acercarse a ella. Caspián lo soltó en brazos de su hermana, la cual al momento empezó a soltar lágrimas en sus ojos-. ¿Porque todos lloran?
-No es nada- susurró Susan colocándose frente al niño-, sólo estamos felices de verte.
-Yo también estoy feliz de verlos. Sobre todo a ustedes- abrazó el cuello de Kayla que aún lo cargaba-. Y a ti, eres Lucy. Tio Matt me ha hablado de ti- dijo el niño liberándose de los brazos de su tía y correr hacia Lucy señalándola.
-No dudo que lo ha hecho- dijo Lucy sonriendo y mirando a Matt, quien sólo se sonrojo y sonrió tímidamente.
-Pero no se quienes son ustedes- susurró la pequeña criatura acercándose ahora a Eustace y Reepichepp.
-Me lla-llamo Eustace- susurró el rubio.
-Yo soy Reepichepp, Reep para usted noble compañero- dijo el ratón dando una reverencia. El niño no pudo evitar reír al ver los actos caballerosos del espadachín.
-Cariño. . .- llamó Susan con voz suave. El niño volvió al llamado de su madre.
-¿Qué sucede mamá?- el niño corrió hacia ella mientras Susan se arrodillaba para estar frente a él.
-Nada, cariño. ¿Porque no me das un abrazo?- el niño corrió gustoso a los brazos de su madre. Susan cerró los ojos aspirando en el cabello de si hijo.
Pero entonces sintió que los brazos de su hijo se soltaban y su cuerpo se alejaba de golpe. Abrió los ojos asustada y dispuesta a luchar contra todo por su hijo.
Pero al abrir los ojos sólo vio al enorme león parada frente a ella, pensó en decir algo pero al ver la miraba apacible de Aslan.
-¿Aslan eso, eso fue. . .? Bueno realmente no tengo idea de que fue- dijo Caspián igual de shokeado que los demás.
-Vamos, Caspián, sabes lo que es- respondió Aslan con una sonrisa-. Creo que todos ya saben lo que es- en ese momento el león colocó una de sus patas en el vientre de Susan y en ese mismo instante Susan sintió un movimiento fuerte en su cuerpo, como mil abejas golpeando su estomago.
-Se mueve- dijo Susan con emoción en su voz y sus ojos llenos de lágrimas.
-Susan creó que es muy pequeño para moverse- dijo Caspián, también con lágrimas en los ojos-. No tiene suficiente fuerza.
-Caspián, una persona no se mide por su fuerza, si no por su pasión- el león le guiño un ojo antes de indicar con su hocico el vientre de Susan. Caspián siguió las indicaciones y de inmediato sintió el movimiento de la pequeña criatura bajó su mano. Sin decir nada unió sus labios con los de su esposa.
Edmund sonrió, abrazando a Kayla por la cintura y depositando un beso en la cabeza de esta. Matt lo imitó, pasando su brazo por el hombro de Lucy. Eustace y Reep se miraron sonriendo.
-Niños- llamó Aslan a los demás. Lucy se acercó alegre al León que tanto quería, pero entonces sintió la voz de su hermano detenerla.
-Creo que ya es momento de volver a casa, Lu- susurró Edmund sosteniendo el hombro de su hermana.
-Creí que te gustaba estar aquí- Lucy se volvió confundida hacia su hermano.
-Asi es, pero también queremos nuestro hogar- dijo Edmund con tristeza-. A nuestra familia reunida, nos necesitan- Lucy regresó la mirada a Aslan, pero antes de decir una palabra, otra voz la interrumpió.
-Eminencia- dijo Reep acercándose al León e inclinándose frente a él-. Desde que tengo memoria sólo soñé con visitar su nación. He tenido muchas grandes aventuras en este mundo, pero nada que calme ese mundo. Se que no soy digno pero con su permiso entregaré ahora mi espada por la dicha de ver su nación con mis propios ojos.
-Mi nación fue creada para corazones nobles como el tuyo, no importa que tanto pequeño sea su portador.
-Oh majestad- exclamó el ratón haciendo una reverencia.
-Nadie lo merece más que tu- opinó Caspián viendo al pequeño espadachin.
-Yo. . .
-Es cierto- interrumpió Edmund mientras hacia una pequeña reverencia que Reep imitó.
En ese momento Lucy se arrodilló frente a su pequeño amigo.
-¿Puedo?- preguntó mientras acercaba sus brazos.
-Bueno, supongo- respondió, y en ese mismo instante sintió los brazos de Lucy rodearlo fuertemente.
-Adiós, Lucy- dijo el ratón entre risas.
-Yo ni siquiera te voy a preguntar- indicó Kayla arrodillandose y rodeandolo de inmediato con sus brazos. El ratón sonrió al separarse, como despedida. Se acercó a Susan e hizo una reverencia.
-Adios, Reina Susan. Cuide mucho a esa pequeña criatura, crel que sera un gran espadachín al crecer- Susan sólo rió.
-Adios, Reep.
Fue entonces el turno de Eustace, quien ya era un mar de lágrimas.
-No llores- susurró Reep.
-No lo entiendo, ¿No te volveré a ver? ¿Nunca jamas?- sollozo el rubio.
-Que magnífico enigma eres, y un gran héroe- dijp el roedor dulcemente, buscando calmar a su nuevo amigo-. Fue para mi un honor pelear al lado de tan bravo guerrero y un gran amigo.
Reep corrió con sus cuatro patitas hasta la orilla del agua. Alli lo esperaba una pequeña balsa acorde a su medida. Antes de subir se desprendió de su espada.
-Ya no la voy a necesitar- subió rápidamente a la balsa y con su remo empujó las aguas para avanzar. Consiguió subir por la pared de olas y, antes de entrar a la nación de Aslan, dio vuelta y echo un ultima mirada a sus amigos. Luego se perdió entre las aguas hacia la nación de Aslan.
-Esta es nuestra última visita ¿no?- preguntó Lucy ya con lágrimas en los ojos.
-Si, ya han crecido mucho, preciosa. Al igual que Peter y Susan.
-¿Nos visitarás en nuestro mundo?
-Yo los protegeré allí siempre.
-¿Cómo?- cuestionó Lucy casi sollozando.
-En su mundo tengo otro nombre, deben aprender a conocerme por el- contestó Aslan tranquilo-. Esa fue la razón de que vinieran a Narnia al haberme conocido un poco aquí también sabrán buscarme allá.
-¿Te veremos otro día?- insistió Lucy.
-Si, linda, un día- Aslan miró la pared de agua y con un fuerte rugido se abrió una puerta a través de ella.
En ese momento los menores Pevensie y Eustace se prepararon para la despedida.
-Ustedes son mi verdadera familia- dijo Caspián, abrazando a Susan-. Y eso te incluye, Eustace- dijo colocando su brazo en el hombro de Eustace.
-Gracias.
Entonces los abrazos empezaron. Se apretaban unos a otros, buscando no llorar.
Kayla se apartó un poco, aún pensando en la decisión que debía tomar. Por un segundo volvió a ver a Aslan y este a su vez la miraba, pero sólo hacia eso. No sonreía, no hablaba. Sólo la miraba. Kayla se percató que en realidad todos los demás la miraban a ella.
-Kayla- susurró Lucy tratando de acercarse, pero Kayla se movió unos pasos.
Lucy pensaba que su amiga estaba demasiado triste para una despedida, para volver a sentir aquella sensación de vacío y pérdida. Pero no. Kayla ya no pensaba en despedirse, ella no lo quería. Y buscaría la manera de ser feliz al lado de la persona que mas amaba.
-Aslan- dijo Kayla mientras se acercaba a el león. Este ultimo aún la miraba.
-Dime- la voz del león la hizo sentir más segura de las palabras que diría a continuación.
-Tu. . .bueno, tu hiciste que Susan pudiera quedarse en Narnia. Y yo. . .- bajó la cabeza antes de pronunciar aquellas palabras-, yo quiero que me hagas ir a la Tierra- todos, a excepción de Aslan, quedaron sorprendidos por la petición de Kayla. Pero ella se sentía mucho más que feliz al decir aquellas palabras, sabía que era lo que realmente quería y la decisión correcta-. Siento que en realidad pertenezco allí.
-No- las palabras de Aslan hicieron sentir a Kayla como si chocara contra una pared de ladrillos. Una pared de ladrillos llena de vidrios punzantes-. Tu lugar no es en la Tierra- esta vez fue el turno de Edmund de sentir como el aire se escapa de sus pulmones-. Pero tampoco perteneces a Narnia.
-¿Entonces?- preguntó Edmund.
-No te entiendo, Aslan- pronunció Kayla lentamente. Aslan miró sonriendo a los dos muchachos.
-Niños mios, probablemente ustedes ya sepan que todos pertenecemos a algún lado. Algunos lo conocen desde pequeños otros de grandes. Algunos les toma mucho tiempo llegar a otros no tanto. Pero al fin de cuentas todos tenemos ese lugar donde nos sentimos felices y completos- Aslan vio la cara de los presentes, todos lo miraban atentos perdidos en las palabras del León y en sus pensamientos-. Pero ese lugar no siempre es un pueblo, una nación o un país. A veces el lugar al que pertenecemos es al lado de una persona, esa persona por la que daríamos todo y amamos desde nuestro corazón.
-Por eso Susan pudo quedarse aqui con Caspián- agregó Lucy.
-Exacto, Susan y Caspián se pertenecen al otro, así como tu y Edmund, Kayla- dijo el León volviendo a ver a Kayla.
-Así que ¿puedo ir a la Tierra?
-¿O Edmund puede quedarse?- agregó Matt, por mera curiosidad.
-Si, cualquiera de las dos- aclaró Aslan-. Pero creo que Narnia ha tiene a dos buenos Reyes para dirigirla, por no decir también un futuro heredero- Aslan miró a Caspián y Susan-. Y Edmund tienen razón, los necesitan en casa.
Kayla se volvió a ver a Edmund quien ahora tenia una sonrisa imborrable en su rostro. De inmediato corrió a refugiarse en sus brazos y besar todo el rostro de él.
El resto ls veían enternecidos hasta que Lucy se volvió a Aslan.
-¿Crees que todos pertenecemos a alguna persona?- Aslan asintió pero antes que Lucy dijera o más, habló.
-Pero el destino de todos es incierto y, a veces, aún no estamos listos para llegar a ese lugar. Quizás aún te faltan aventuras por vivir, cosas por aprender o personas por conocer- Lucy asintió, entendiendo todo y con un pesar en su corazón.
Se tiró rápidamente a los brazos de Matt y susurró en su oído.
-Te extrañare.
-No tienes ni idea de lo mucho que yo lo haré- dejo un sonoro beso en la mejilla de ella para luego separarse. Pero al menos podré contarles a mis hermanas esta increíble aventura de como conocí a la Reina Lucy, y claro, lo bella que es.
La castaña no se contuvo y besó rápidamente los labios de Matt.
Todos rieron a eso a excepción de Edmund.
-¿Tenía que ser en mi presencia?
Kayla sonrió por el comentario de su novio, pero luego vio que su hermano la veía. En el momento en que sus miradas chocaron, Caspián abrió los brazos y Kayla no dudo en ir a ellos.
Se abrazaron fuertemente, mientras algunas lágrimas escapaban de sus ojos.
-Voy a extrañarte, hermanita- susurró en el oído de la pelinegra-. No sabes cuanto, pero me alegra que serás feliz al lado de Edmund.
-Yo también te extrañare, y si que tu también serás feliz al lado de Susan- ambos hermanos se sonrieron con la esperanza de volver a encontrarse otro día.
Luego Kayla fue a los brazos de Susan, quien era un mar de lágrimas.
-No llores, Susan ya verás que nos volveremos a a encontrar- Susan asintió, sin ser capaz de pronunciar ninguno palabra y luego dio un último abrazo a Kayla.
-Gracias, Aslan. En serio que agradezco todo lo que has hecho por mi- dijo Kayla cuando estuvo en frente del nombrado para luego hacer una pequeña reverencia, la cual el León imitó.
-Parece que te has olvida. . .- antes de que Matt terminará de hablar, Kayla se tiró a sus brazos.
-¿Que ibas a decir?
-Que parecía que te habías olvidado de tu mejor amigo- dijo Matt mientras se separaba.
-La verdad, Matt, es que Reep es mi mejor amigo- Matt esperó que Kayla riera y le dijera que era broma, pero la pelinegra estaba muy seria-. Tu más eres como mi hermanito menor, un hermanito al que extrañare mucho.
-Yo también te extrañare- dijo Matt tratando de reir-. Adiós, Kayla.
-No lo digas como una despedida- Kayla sintió que más lágrimas bajaban por sus ojos.
-Eso es lo que es, pero siempre te recordaré. Cuidate, Kayla.
-Claro, Matt. Y también cuidaré a Lucy, no debes dudar de ello- Matt negó con la cabeza tratando de ocultar su sonrojo.
Kayla corrió hacia Edmund y tomó su mano lista para lo que venía. Ellos, junto a Lucy, esperaban a Eustace casi dentro del tunel de agua.
-¿Yo volveré?- cuestionó Eustace viendo a Aslan.
-Quizás Narnia aún te necesite- Eustace asintió más que felices y se dirigió al lado de sus primos y Kayla.
-Te prometo cuidar a Kayla- gritó Edmund hacia Caspián.
-Más te vale o si no, buscaré la forma de hacerte llega mi ira hasta la Tierra- todos los presentes rieron antes de que los menores Penvesie, Eustace y Kayla caminaran a través del túnel de agua, dejando atrás la tierra que tanto querían.
Entonces el agua fue envolviendolos, ellos nadaron hasta que una luz empezó a ser presente. Siguieron nadando hasta la superficie hasta por fin sacar sus cabezas del agua. El agua parecía escapar de la habitación lentamente hasta que toda el agua volviendo dentro del cuadro, dejándolos secos a ellos.
Un cuadro con un dibujo del mar se encontraba entre ellos.
A Lucy se le llenaron los ojos de lágrimas en el momento. Mientras Edmund miraba a Kayla, sin creer realmente que estuviera, allí junto a él, y que siempre lo estaría.
-¿Eustace? ¡Eustace! ¿Qué haces allá arriba? ¡Jill Pole vino a visitarte!- los gritó de la tía Alberga llenaron el silencio.
Eustace sonrió un poco y en ese momento, los cuatro se levantaron lentamente del suelo.
Eustace tomó el cuadro y lo colocó donde se encontraba antes.
Edmund tomó la mano de Kayla y la guió hacia abajo, detrás de ellos iba Eustace y por último Lucy, quien echó una mirada a su habitación antes de cerrar la puerta, dando por terminada otra gran aventura.
"Hablamos mucho de Narnia los días que siguieron y cuando mis primos junto a Kayla se fueron al termina la guerra, los extrañe con todo mi corazón, como se que los Narnianos los extrañaran hasta el fin de los tiempos".Yyyyy si aquí esta el ultimo capitulo
Antes de que me reclamen, aun es 25, aun cuenta como Navidad😂😂 yo y mis excusas
Pero bueno el capitulo esta muy largo así que disfrutenlo
Por cierto, feliz navidad🎄💖, espero que la hayan pasado en grande y con su familia. Y si no celebras navidad, igual ojala que hayas tenido un bonito 25 de diciembre. Y si lees esto luego de Navidad, esperó que hayas tenido una feliz navidad de todas maneras😂😂 o vayas a tener.Bueno, a continuación subiré los agradecimientos y otras cosas, así que sigan leyendo.
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Las Crónicas de Narnia: El Viajero del Alba
Fanfiction"Descubriran Narnia como nunca antes la habian visto".