(Jimin)
Como empezar… Han pasado 85 años…
Considerando que no soy muy bueno en matemáticas, puedo asegurar que han pasado más de 72 horas desde que las entrevistas acabaron. Ya se imaginaran como estamos. Aún no hay nada, absolutamente nada, para el comeback… En otras palabras aún estamos para rascarnos las bolas, pero la simple idea de no saber con quien colaboramos nos carcome y el único que puede relajarse es Yoongi porque a ese le vale mierda todo…
Volviendo al presente, al ahora, al “ya”. Estamos en la sala de prácticas, nuevamente, porque sí, mi hermoso trasero comienza a hacerle ojitos a la idea de vivir aquí y no en un apartamento. Aunque de todos modos, seguimos sin ser productivos.
Hoseok esta entrado en coma a mi lado, Jin y Namjoon se lanzan sus miraditas de “Hola, guapo ¿Te gusta el pan?” en una esquina, Tae y Jungkook pelean por Dios sabe que cosa, Yoongi está echando raíces sobre el diván negro y yo me mantengo haciendo esta narración mental.
-¡Yah! ¡Jeon Jungkook, devuelveme mi telefono!- grité al nombrado. Terminaré con nódulos si sigo haciendo esto.
Me levanté rápidamente, provocando un movimiento brusco en Hoseok y que este perdiera el equilibrio cayendo a un lado como saco de papas. Sin darme tiempo a soltar una carcajada, corrí persiguiendo a Jungkook tomándolo de la camiseta. Taehyung no hacía nada como buen amigo que debería ser y solo reía de manera descabellada.
Aquí es donde las fantasías de todas las Army shiper se hacen realidad. En lo que tenía a Jungkook agarrado por la prenda y me jaloneaba fácilmente porque es consciente de que posee más fuerza que yo, así que en un pequeño descuido suyo caímos ambos al suelo -estando yo arriba- en una posición comprometedora. Él estaba completamente acostado y yo sentado en su abdomen. Sin embargo, eso no detuvo mis intentos de recuperar mi telefono.
La peor parte es cuando el chirrido de la puerta se hace presente, o sea que alguien está entrando en la sala.
Jungkook y yo -en las mismas posiciones- dirigimos la mirada a la puerta encontrándonos con una figura femenina totalmente desconocida. Estaba vestida muy casual e informal, con una coleta alta un poco desarreglada y un cubrebocas negro.
Tardamos unos segundos en volver a la realidad y caer en cuantas que el maknae y yo aún manteníamos esa posición. Con un movimiento rápido nos ponemos de pie y arreglamos nuestras ropas.
“Hasta Flash se queda corto con nuestros movimientos” pensé y luego casi golpeo mi frente por tal estupidez.
-Buenas tardes- dijo la dama hacía nosotros, las personas en sus cinco sentidos que no son Yoongi, con una pequeña reverencia que devolvimos cordialmente.
-Buenas a usted también. Ahora ¿Podría decirnos quién es usted? No queremos ser groseros pero si es una fan loca por favor salga antes de que llamemos a seguridad- comunicó Tae como si fuera un detective o algo por el estilo. Esas películas que se tira por la noche comienzan a hacerle daño.
-¿Y quedarse sin modelo para su comeback? ¿Está seguro, Detective?- bromeó amistosamente por el tono que usó Tae antes.
Nos sorprendió un poco, su forma juguetona de responder. Definitivamente se llevaría bien con Tae, quien sabe con Yoongi, él puede ponerse difícil algunas veces.
Fue inevitable no escanearle de arriba hacia abajo. Dejando muy claro lo hermosa que es físicamente, excluyendo la parte del rostro que es cubierta por el tapabocas, claro. Sus ojos azules parecían ser fríos y duros, pero transmitían una sensación cálida como la de una madre a su hijo. Su melena negra combinaba a la perfección con su piel pálida, sin ser tan clara como la de Yoongi. Su altura era la de una modelo, llegaba a medir 1.76 cm, tal vez, ya que me llevaba 2 o 3 cm. Espero que no use zapatos altos en ningún momento. Aún con una sudadera se notaba su figura curveada, empezando con una cintura estrecha, caderas contorneadas y unas piernas esbeltas.
