Capítulo 3 (Fye)

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Su seriedad... Sus regaños... Su forma de besar y de abrazar mi cuerpo, todo eso me había atraído del hombre llamado Kurogane... Un hombre que había movido cada célula de mi cuerpo con un simple suspiro, con una palabra y con dos pequeños besos.

Que lástima que no se lo podré decir nunca.

La última vez que sentí su calido aliento, la única vez que me abrazó, que me hizo sentir querido, sus besos, su tosco tacto...

Fue...

Hace...

2 años...

Dos malditos años de los cual no se nada de él y su miserable vida.

Cierro los ojos y su recuerdo atormenta mi mente, no debo dejarme llevar. Mi graduación será en unas horas, así que estoy peinando mi cabello, pero inevitablemente sus ojos rojizos llegan a mi cabeza como dagas que intentan herirme y volver abrir esa herida que no ha sanado...

¿Por qué no liberó mi mente antes de irse?

¿Por qué simplemente se fue sin que nadie lo supiera?

¿Por qué me dejo de esta manera?

Destrozado, triste, hecho nada, sin corazón... sin nada de vida

¿Por qué?

¿Por qué Kurogane?

Si pudieras darme una respuesta todo sería más fácil para mí sensible corazón.

Con una punzada en el pecho, preparo mi esmoquin y limpio una que otra lágrima que se escapó de mis ojos, tendré que ir solo al que se supone que es mi día más feliz...

No tengo padres ya que murieron hace mucho, Ashura terminó conmigo  y lo único que mencionó es que yo ya no era el mismo, no lo culpo, aunque era algo molesto, merecía el mismo amor que él daba y no a alguien que lo utilizaba. Recuerdo como los demás intentaron ayudarme pero les fue imposible... sólo él puede curarme pero ya no está, él causante de mis heridas ya no está en mi vida.

¡No está !

¡No está !

¡No está!

!Desearía decirle a la cara cuanto lo odio!

¿Por qué Kurogane? Sé que solo estoy hablando con mi cabeza pero... ¿Por qué? Tanto asco te daba estar conmigo por ser menor? Me pudiste haber dicho que esperarías por mi algunos años y yo tendría la certeza de que no jugaste conmigo ¿Tenías miedo de ir a prisión? Nadie te iba a delatar por esperar. Solo necesito una respuesta y tal vez sane...

Tal vez...

Limpió de nuevo mis lagrimas y recojo los vidrios que están en el suelo... quebré el espejo y nisiquiera me percaté de que estoy sangrando en mi mano derecha.

Voy por algo de alcohol puro y algo para vendar la herida, por suerte el esmoquin es largo y no se verá nada, nadie tendrá que preocuparse por mi.

Salgo de mi casa y comienzo a caminar hacia el lugar, es algo tarde ya, pero no me preocupa, no soy el chiquillo de 16 años tonto e ingenuo que creía que por coquetearle a su sexy profesor se lo iba a ganar... ahora tengo 18 y sé que la vida duele y es un asco... ahora lo sé como muchos.

Al llegar al lugar de mi graduación de ultimo año, veo flores, adornos y bastante iluminación, esto hacía que el gran salón fuera digno de la fiesta que se prestaría para esa noche tan mágica y esperada por algunos... Con una leve mueca, me siento en mi lugar correspondiente y así comienza la ceremonia de Graduados.

Nos llaman uno por uno y nos entregan un título, las parejas y padres dan detalles bastante hermosos... como desearía que Kurogane o un familiar me diese uno así... pero no, estoy solo desde siempre.

Parece ser como si una maldición fuera puesta sobre mi y todo lo que amo muere o se aleja de mi.

Todo fue algo rápido, una foto y todos para su casa. Me despido de mis compañeros ya que es lo mínimo que puedo hacer después de dos años casi sin hablarles, ellos me reciben con los brazos abiertos y dicen que extrañan al Fye alegre de antes, un sentimiento de arrepentimiento surge en mi cuando Sakura y Shaoran lloran solo porque les abrace...

¿Qué hubiese sido si yo aceptaba la realidad?

¿Qué hubiese sido si no me hubiese metido en mi mundo?

¿Qué hubiese sido de mi si yo fuera fuerte?

Creo que sería un poco más feliz, creo que hubiese aprovechado mi tiempo escolar, creo que fuera un gran amigo de todos y tendría un gran amor propio...

Pero solo es un creo... tal vez no, ahora nunca lo sabré.

Todos se van y yo quedo solo en ese lugar con la mínima esperanza de que él venga y diga que me ama... solo eso pido, solo eso.

Estrecho con fuerza mi mano contra mi cabeza, una hora después de estar como imbécil sentado me doy cuenta que nadie vendrá por mi. Me levanto con la poca dignidad que me queda y me dispongo a irme a mi casa a descansar y reflexionar sobre mi futuro y que debería hacer de ahora en adelante... Debería buscar trabajo ya que la beca que tenía en el colegio no me servirá en la universidad, debía esforzarme y ganar una beca al nuevo lugar donde iré. Debo conseguir todas mis metas para mi y solo para mi.

La puerta se abre y deja ver una impotente figura.

Mis ojos se abren de para en par

"¡NO, NO, NO, NO, NO!"

Esto debe ser una broma de mal gusto... mi mente me engaña, veo un espejismo ¿Verdad? Él no puede venir y hacer como si no pasó nada ¡No es justo para mi!

-Fye -Me habla con su fuerte voz.

-Kurogane -Respondo sin siquiera temblar, la molestia empieza a salir de mi pecho y no la puedo controlar.

-Yo traje esto... -Unas rosas rojas estaban frente a mi junto con él, yo las tomo con delicadeza -Tomé un tren bala para llegar hasta aquí, porque enserio necesitaba verte una...

-¿Por qué te fuiste? -Interrumpí sus palabras. Mis ojos se cristalizaron -¿Por qué te fuiste sabiendo que tenias un empleo aquí? ¿Por qué te fuiste dejando a todos molestos por tu repentina desaparición? ¿Por qué te fuiste y me dejaste?

-Era lo correcto -Veo que baja su mirada.

-¿Es lo único que diras? -Él solo asiente -Sufrí por mucho tiempo, mi corazón está destrozado por ti, esperé por tu regreso porque sentía que eras en quien me podría refugiar cuando tuviera miedo ¡Detesto sentir cosas por alguien como tú!

Desecho toda la rabia que había dentro de mí y sólo lloro, como cuando era un niño indefenso, cuando tenía pesadillas con la imagen de mi madre muerta, como cuando me enteré que mi profesor renunció sin dar motivo alguno, no sé por cuánto tiempo las lágrimas salieron de mis ojos pero Kurogane respetó
mi espacio sin decir nada.

-Lo siento -Lo escuché susurrar.

-Esta bien... Gracias por las rosas -Sin más caminé hacia la salida y me detuve en seco solo para mirarlo una última vez -Y te perdono solo por dejar que me desahogara pero no me vuelvas a buscar ¿Bien?

Me marché , le deje ahí como él lo hizo conmigo años antes ¿No? Todo lo que sentía era gracias a que él se fue y dejo mi amor como cualquier cosa... Si no me amaba era mejor acabar con cualquier esperanza y no dejarme en una lista de tortura interminable.

Ahora por fin estaré en paz... ya siento que puedo descansar aunque no era la respuesta que quería algo es algo y lo perdono porque no quiero irme sintiendo nada en contra de él y no quiero que él sufra como yo lo hice.

Haré mi vida de nuevo y sin él.

Adiós Kurogane... no dudes de que en verdad te ame.

Es hora de amarme a mi.




¿Y si me enamoro de ti? ~Kurofye~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora