-¿Cuantas veces te he dicho que NO hoy? De seguro fueron muchas y no te lo quiero volver a repetir.
No.
Un simple monosilabo que creia que era la palabra definitiva para que mi madre no me comprara ese oso blanco de peluche. Una simple palabra que marcaba la diferencia entre quererlo y tenerlo. Claro, solo hasta que hiciera mi actuación.
-No, no hagas esa cara que no te lo comprare.
Agarre su mano y la note un poco mas fría de la normal. Mi madre siempre tenia las manos cálidas y me extraño que no las tuviera ahora.
- Eres...tan... oish... - bajo su vista y me miro con ojos compasivos.- esta bien. Pero es lo ultimo que te compro hoy.
Pegue un saltito y sentí que mis dientes se iban a salir de boca debido a mi sonrisa.
........................
Abrio los ojos y despertó de su sueño. Lo recordaba tan bien. Casi podia sentir la sensación de tener la mano de su madre en la suya. Inconsientemente, cerro su puño y dejo que unas lagrimas rebeldes escaparan de sus ojos.
Ya nadie volveria a ser como antes.
Ya no.
No podria volver a vivir esos momentos.
Ni siquiera a reirse con su madre acerca de ello.
Se le escapo una sonrisa al recordarse tan caprichosa. Pero, ¿No era asi ahora? ¿ Acaso le daba alguna pista de lo que ocurría en su cerebro a sus torturadores? ¿No se encaprichaba en negarles todo?
Borro ese pensamiento. No era que no queria.No podia.
........................
La fría estructura de la pared le hacia estremecer los dedos ante su tacto. Los pies ya no le respondían y ahora solo los arrastraba como un peso muerto.
Los intermitentes pasos la seguían de cerca y no habian aminorado en su marcha.
Sentía tanto miedo que creyó que ya no podia sentir nada mas. Los pasos, el frio y el cansancio simplemente eran armas que peleaban en contra suya.Los elementos ya estaban funcionando para que su mente se aturdiera y se rindiera. Y ante esa batalla lo mejor era rendirse.
《Rendirse》
Dejar que todo haya acabado. Abandonar toda esperanza de salir de aquel lugar. Pensar en el ultimo momento en todo los bueno que paso en su vida. Si. Tal vez lo mejor era rendirse. Caer ante la desesperación y prepararse para su final.
Pero no.
Una alarma en su cabeza le dijo que no todo estaba perdido. Que siguiera luchando contra el miedo a lo desconocido.
Se encontró a si misma barriendo unas lagrimas que habian causó.
No se iba a rendir.
No se la iba a dejar tan facil.
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¿A que llamas monstruo?
Mystery / ThrillerElla era la unica que lo veia. La trataron de loca. A el le gustaban las sillas. Una rara combinación ¿no? #932 en misterio/suspenso 10/12/2017