Él sabía que era un secreto a voces... No, a gritos que esa chica de ojos grandes, tan azules y extraños lo tenía todo, era la lluvia tan esperada en medio de toda esa sequía, pero la lluvia tenía detalles, esa lluvia tenía relámpagos que asustaban y vientos que lo corrompían todo, cada una de sus gotas sanaban heridas pero creaban más y más y aún que corrieras, o aun qué intentaras alejarte siempre iría tras de ti, pero era tan débil, tan frágil.
El detalle de ella era que lo tenía todo, sí, pero frente a todos se dejaba caer, se amaba tanto así misma que un día su amor se convirtió en odio y se dejaba morir, sus clavículas se marcaban a cada momento un poco más y el agua se había vuelto su mejor amiga, pero a veces, él la miraba tanto y tan seguido que había notado un detalle más en específico, a veces, cuando nadie miraba comía una galleta, y disfrutaba cada migaja de ella hasta que se terminaba y entonces todo cambiaba, hasta su humor se volvía extraño, a ratos era sonriente y luego como que se arrepentía. Su nombre era tan raro y tan lindo justo como ella, ella era Ana.
ESTÁS LEYENDO
Hilos rojos
Mystery / Thriller{Esta no es una historia de amor} ¿Quién podría desconfiar? De tal persona, es amable, es atenta, se preocupa por los demás, pero... ¿Qué es lo que ha hecho? ¿Por qué hay tanta sangre en sus uñas? ¿Por qué ha mentido tanto?