Albor Misterioso, Misterioso Ser

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Un día un misterioso ser tuvo una conversación seca con un mortal insignificante, atravesando bajo el fuego constante de un juego de palabras, donde, las grietas que dejaban en los párrafos que se intercambiaban no eran mas que una muestra de lo insano y precario de sus mentes:

M: Si tan solo demostraras lo que sientes cambiarias el mundo de esa epifanía en donde crees que mora tu felicidad, cambiarias el trayecto de lo que no está escrito aun, como cualquier otro escapando de esa sentencia que cargas entre las manos, cambiarias la modalidad estandarizada de tu visión inclinada a observar hacia donde la vida se pierde por tanta obstinación desbocada, hacia donde se cree amar cuando en realidad no has ni aprendido a amarte, a oír la entonación de una voz que no te habla, ¡¿Por qué no te dejas soltar de una vez por todas?¡

Y: Dijo el misterioso ser sin más ni menos, como si me conociera de toda la vida, como si supiera cuales son los planes del un destino lujurioso o el indice de esta vida que vivo tan animalmente.

M: ¡¿Por qué no dejas a un lado tu orgullo empecinado?¡ Y te das a la tarea fe observar ese deseo fortuito que carcome las entrañas de los sueños que conscientemente dejas divagando en el aire, ¡¿No logras darte cuenta que te los podrían ultrajar?¡ Lo peor es que no solo podrían robarte o desmantelarte esos sueños que llevas en esa cabeza tan sinica, sino que toda esa mala situación la manejas con tanta ilusión, ilusión de ser lo que nunca fuiste y lo que anhelas con un fervor tenue de empoderarte del verbo "ser".

M: El delito no va a ser perpetuado por quien vos crees que será o quien querés que sea, aunque en muchas ocasiones en los ocasos de las vidas y en la varieda de acontecimientos que he observado a tanto ilusos como vos, (Y: Que ya por cierto se observaban sus pupilas dilatadas, de ojos profundos, malcriados y negros, enturbecedores, como el alma de aquello que está catalogado por las masas como el mal que poseen los seres humanos en el muy interior del abismo de su existencia), se ha dado el cumplimiento de ese deseo, pero como repito, es algo que esta difícil de ver por la situacion en la que ahora te encuentras, si tan solo demostraras lo que sientes, (Y: Ya alumbrando el foco único que calienta estos cuerpos que sin más decir acarician las vastas llanuras de este casi perfecto entorno en el cual las decisiones y los actos que hacemos a diestra y siniestra, demuestra el deterioro que un conjunto de desviaciones han dejado y que un crecimiento continuo de civilizaciones y un racista mestizaje que con ellas acompaña lo pomposo de la creación abruman a cualquiera que honre andar por estos caminos tan oscuros y melancólicos), cambiarias el difuso corazón que aunque no lo creas estoy seguro de que piensa y se estremece con la creación de tu propia individualidad de tu mente, es parecido a cuando la gente utiliza esa palabra tan vaga que pretende tener la estructuración total de todas tus partes físicas y hasta lo intangible del interior en un solo conjunto y que las llevan a un estado de satisfacción y ausencia al mismo tiempo, ubicándote en el centro con aspecto de lejanía constante, en un lugar específico en donde estuvieron a tu lado o a los alrededores, acechando todo ese tiempo un trago agridulce de emociones y sensaciones, creo que le llaman "recordar".

Y: La verdad, en lo poco y mucho que me decía creo que gritaba desde el interior de su alma, que solo eran palabras ardientes que me las vomitaba encima con el propósito de que alguien más las entendiera, yo a la vez, si en ese caso fuere, me preguntaba; ¡¿Para quién serán tantas palabras de algarabías intermitentes?¡, pero no tuve suficiente espacio en mi instrumento mental para redundar, analizar y procesar ese momento en que patino la idea en la caja de recuerdos, pero bueno, enseguida volvi agarrerle el hilo a la conversación, que para ser sinceros yo sentía que era como coyunturas que querían ser atadas por él, que poco a poco se reflejaba ante mi presencia, (ahora ya por la luz resplandeciente de lo que sobresalía y el conteo pazmado de un tiempo indeciso, se daba la llegada del ya mencionado, entre palabrería y palabrería, su cara de tez un poco trigueña, con varias líneas que marcaban su estadía en lo que en concepto vanal le llamamos vida, si, a esa transición del tiempo que nos arruga el ceño y las heridas, donde poco a poco nos enseña de sabiduría, locura y derroche, dandonos en concreto el entendimiento de que en este plano solo se camina una vez, conocimientos en base a una experimentación constante y una eterna recreación de los sucesos que marcan nuestra vida, con el fino propósito de probarnos que somos como una permanete evolución ante los ojos miopes de las masas, su cara ya marcada por los años y las canas, como varias antenas dejandomas a la suerte del aire y el tiempo, receptoras de cualquier idea o de cualquier recuerdo, que automatizan y llevan a las ideas inmaduras, tomando lo bueno y despreciando lo malo, dejándolas de nuevo al aire para que alguien más tenga la oportunidad de decisión y abra puertas nuevas llenas de sorpresas, caminos y cosechas), iluminandome de cierta manera, en donde el transcurso de cualquier tipo de minutos, porque si, hay minutos eternos y minutos fugaces, de esos que nacen o mueren en los ojos de un amante indecisa, que en realidad nadie sabe si son o si fueron.

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