Zavier Coin
-¡Devuélvemela!
-¡No! ¡La necesito!
-Bueno, noticia de última hora, amigo, ¡tal vez yo también la necesito!
-¡No, Jesse, para!
Cerré los ojos y golpeé ligeramente la cabeza contra la ventana del autobús. Luego puse mi dedo índice en la montura negra de mis gafas y las levanté cuando comenzaron a deslizarse por mi nariz.
Estábamos viajando en un autobús, ya que habíamos hecho un viaje a un montón de museos, restaurantes, e incluso casas al azar que "supuestamente" representaban un poco de material francés que todavía no entendía. Y yo entendía todo. Bueno, en realidad, entendía muchas cosas relacionadas con la escuela. Porque, sinceramente, no era realmente muy de la calle. Estábamos de camino de regreso a casa ahora y eran realmente, miré mi reloj negro en mi muñeca izquierda para leer la hora, las 18:48.
-Ethan, juro por Dios, si no me das eso, yo...
-Vous deux, déjà-taisez vous! [¡Ambos, cállense ya!] -gritó la señora Danix, nuestra profesora de francés, a los dos chicos sentados a mi izquierda, Jesse Mullins y Ethan Wander, quienes eran ambos, por desgracia, mis dos mejores amigos.
-¡Cristo, es sólo una calculadora! ¿Para qué están haciendo matemáticas aquí?¿Eh? ¡Esto es francés, chicos! ¡Francés!
Jesse y Ethan estaban peleando por esa calculadora científica por alguna extraña razón -que nunca se sabía con estos chicos-. Los he conocido a ambos por tanto tiempo como podía recordar y eran prácticamente los únicos chicos con los que pasaba el rato en la escuela.
Pero Jesse podía ser un poco... irritante, si debo admitirlo. Así que tenía muy mal genio y a Ethan le encantaba meterse con eso, probablemente para ver si Jesse podría convertirse en la sombra más brillante de color rojo en el universo.
Jesse era más del tipo extrovertido, era como el payaso de la clase, mientras que Ethan era el más tímido y el más agradable. ¿Pero los dos juntos Eso era simplemente malo.
Quería reírme de ellos en este momento, pero en cambio, sólo tosí en mi puño y mantuve mis ojos en el mundo exterior hasta que finalmente volvíamos a Lavider High.
Mamá me había enviado un mensaje de texto diciendo que esa chica de la que había estado hablando sin parar la semana pasada apenas llegó a casa ayer. Y, por supuesto, compartiríamos nuestra casa con ella. Ella también tendría la habitación al
lado de la mía, lo que no me importaba en absoluto. Es que, en realidad nunca he compartido una casa con otra chica, además de mi madre. En realidad no había necesidad de ello, realmente.
Pero esta chica... ella era, bueno, mamá dijo que ella era diferente. Y no sabía si tomar eso como algo malo o algo bueno. Así que estaba bastante nervioso por toda esta situación, sobre todo porque tenía mi edad y sin duda iba a asistir a la escuela conmigo.
Oh, ¿la razón por la que estaba nervioso? Bueno, voy a decirte esto.
Definitivamente no era un chico de mujeres. Cuando era más joven, casi vomité cuando una chica me dijo "hola" y desde entonces, he tratado de mantenerme alejado de cualquier chica. Pero era difícil; estaban por todas partes. ¡Por todas partes! -Sí, estoy exagerando aquí, pero es igual-.
Una vez, incluso estuve considerando una escuela solo de chicos, pero eso era simplemente demasiado. Y era sin duda era un cobarde.
Por un lado, no podía coquetear, como, en absoluto. Uno, me hubiera sorprendido si una frase cursi se escara de mis labios. Dos, tartamudeaba como un loco y me reía, inventando alguna mala excusa para irme siempre que me pusiera severamente tímido.
Además, a veces decía cosas que pensaba, o decía cosas que ni siquiera había pensado todavía. Y tres, simplemente no podía mirar a las chicas sin ruborizarme o sentirme cohibido. Podría sonar estúpido, pero sentía como que estarían mirando directo en mi alma -como los gatos-.
Con las mujeres de más edad, como mis maestras, sin embargo, estaba completamente bien. Pero, sin embargo, creo que estaba bastante asustado de las chicas, sin importar lo estúpido que sonara.
-Hola, Zavier.
Inmediatamente miré a mi izquierda y vi a la chica más hermosa que existía, sentada en el asiento justo delante de mí.
Jocey Rodríguez era su nombre, la llamábamos Joss, para abreviar, sólo para que lo sepan.
Tenía los ojos azul zafiro y el cabello largo rubio, delicioso. Al parecer, me gustaba desde que estábamos en el sexto grado. Así que han pasado alrededor de 6 años desde que empezó a gustarme, lo que suena bastante desesperado, ¿no?
Encontré mi mirada con la de ella, pero luego me aclaré la garganta y fingí mirar hacia a mi simple camiseta blanca. Oh, mira eso, una mancha invisible encontró su camino en el momento más perfecto.
-Oh, uh... h-hola, Joss -murmuré, sintiendo la sangre trepando hasta mis mejillas. Realmente, realmente odiaba ruborizarme. ¿Por qué tiene que estar justo en mi cara, donde todo el mundo lo podía ver? Era demasiado obvio.
-¿Qué pasa contigo? Has estado mirando fuera muy intensamente.
-Oh, uh... -Miré por la ventana y vi algunas de las casas que pasaban-. Sólo... miraba hacia afuera. -Vaya, eso fue estúpido ¿Realmente, Zavier? Sólo golpéate en este momento. Por favor, ponle fin a tu miseria-. Q-quiero decir... s-sólo, aburrido. Cansado, en realidad.
Ella se rió y se dio la vuelta en su asiento y empezó a hablar con su amiga que estaba sentada a su lado. Solté una respiración profunda y apoyé la cabeza en el respaldo de mi asiento y cerrando fuertemente los ojos por la vergüenza.
Realmente no debería tener permitido hablar con chicas. Ni siquiera podía contar las veces que me he avergonzado frente a ellas.
Pero sólo para referencia en el futuro, fueron 47 veces.
De repente, sentí que alguien me observaba. Y sentí el aliento en mi cuello, también...
¡Qué dem...!
-¡Ah! -Ahora había abierto los ojos y saltado una vez que vi el rostro de Ethan demasiado cerca para mi gusto, además de la cara espeluznante y sonriente de Jesse mirándome. ¿Conocen esa sonrisa espeluznante que tu amigo hace cada vez que estás hablando con tu enamorada?
Sí, esa sonrisa espeluznante.
Me estremecí ligeramente y sólo me di la vuelta para mirar por la ventana con el ceño fruncido. Realmente tenían que dejar de hacer eso -y sí, lo hicieron antes y eso se las arreglaba para asustarme-.
-Hermano. -Jesse me dio una palmadita brusca en la espalda, pero yo todavía mantenía los ojos fijos en la ventana-. Realmente tienes que invitarla a salir ya.
Me tomó un tiempo responder. Sólo quería que todo esto desapareciera. Joss nunca iba a salir con un chico como yo. Ella era inteligente -sí, yo era inteligente también, pero ella era la líder de nuestro equipo de Mathlete (concurso de matemáticas), sólo digo-, ella era divertida y habladora -seamos sinceros, cuando se trataba de chicas, casi al instante me volvía mudo- y sobre todo, ella era preciosa. Perfección de modelo, incluso. ¿Yo? Bueno... no era un supermodelo, eso es seguro.
-Yo... no es tan sencillo, Jesse -contesté finalmente.
-Oh, por supuesto que lo es -dijo Ethan, un poco demasiado entusiasmado-. ¡Sólo ve y ruégale para salir! Sabes, una vez, realmente, tuve el valor de decirle a una chica que debíamos salir. ¡Y maldición, fue una exigencia!
-¿Y? -Jesse y yo estábamos prácticamente radiantes ahora, esperando su respuesta. Ethan nunca nos contaba historias sobre cosas que habían ocurrido en su
pasado, así que esto me interesó de inmediato, especialmente si se trataba de él y una chica.
-Todo salió bien, el lugar se llenó de humo pero nada más.
Jesse puso los ojos en blanco y se palmeó la cara, sabiendo que Ethan estaba hablando de una salida, así como una salida de emergencia, no una salida real,
romántica con una chica real.
-Ya has hablado con ella un montón de veces, hombre -dijo Jesse, devolviéndonos al tema Joss-. Y te ha gustado desde que jugamos ese estúpido juego de girar la botella en el receso de sexto grado. Simplemente haz un movimiento, por favor, me estás matando aquí.
Asentí, recordando ese día exacto.
Nuestra clase tenía receso dentro ya que era un día de lluvia, así que decidimos jugar a girar la botella. Cuando fue el turno de Jocey, ella consiguió una consecuencia... ¿y adivinen lo que esa consecuencia era? Besarme.
Por supuesto, no en los labios -aunque yo realmente deseaba que fuera en los labios- no, sino en la mejilla. Quiero decir, siempre pensé que Jocey era una chica bonita, pero cuando ella me besó, sentí pequeñas chispas y eso hizo que me gustara instantáneamente. Incluso empezó a hablarme más y me di cuenta de lo increíble que era en realidad.
Sí, sonaba estúpido. Simplemente olviden que he explicado nada.
Llegamos a Lavider High en no menos de 5 minutos. Tomamos nuestras mochilas, que estaban llenas de ropa y algunas otras cosas que necesitábamos durante el viaje.
Nos alojamos en un par de casas al azar y era seguro decir que nunca iría a otro viaje de estudios de nuevo. ¿Qué pasó con aquellos realmente geniales como en la escuela primaria?
Oh sí, crecimos.
-Muy bien, chicos -anunció la señora Danix a todo el mundo-, recojan sus cosas y salgan de mi vista. Por desgracia, los veré mañana en clase.
Una agradable manera de decir adiós, ¿eh?
ESTÁS LEYENDO
The bad girl and the good boy
Novela Juvenil¿Pero los polos opuestos se atraen de verdad?¿Y la amistad y el amor realmente van a vencer todas las adversidades cuando se enfrenten a psicópatas chicos malos, adultos aguafiestas despistados, y obstáculos aparentemente insuperables? ¿La chica MAL...