Prólogo

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                  (C)

       Sigo sin comprender la causa de mi dolor, no tiene sentido, no debería estar oprimiendo mi pecho. ¿Por qué siento ganas de llorar después de haber visto a Luke de regreso con Mike?
       Era exactamente eso lo que yo quería, que Luke resolviera sus dudas y fuera feliz. Sin embargo, cuando recuerdo como se besaban, duele. Y no es que piense en otra cosa. Tuve que huir de la escena, o terminaría destruyendo algo.
       Lo único que quiero es salir del barrio de Michael, el problema es que no tengo la energía suficiente para caminar de regreso y tampoco dinero para pagar un transporte. Mis cosas quedaron en mi chaqueta, la que le preste a Luke.
       Doblando en una esquina encuentro un pequeño parque solitario, los arboles y los juegos de niños sirven de camuflaje. No quiero ver a nadie, ni que nadie me vea.
        Localizo una banca en el centro del parque, es perfecta para sentarse y fumar. Mis cigarros quedaron en la chaqueta...
        Al recordar lo estúpido que fui, pateo la graba que esta rodeada de césped. Vuelvo a patear las múltiples piedritas con más fuerza, provocando un gran estallido. Al parecer, para lo único que sirvo es para patear cosas, por eso Luke no volvió por mí.
        No, él no tenía que hacerlo, ni yo desearlo. Vuelvo a sentir el vacío, pateo de nuevo, esta vez causo un ruido potente con el que hasta yo me sobresalto.
       Escucho un leve gemido provenir desde el tobogán. Camino en busca del dueño del sonido, para intimidarlo y hacer que se largue, quiero soledad. Esas son cosas que aprendes viviendo entre simios.
       Sentado bajo el tobogán, me encuentro con la mirada húmeda de un chico rizado, baja la vista en cuanto nuestros ojos se cruzan. Está llorando. Ver lo miserable que está, hace que yo me sienta menos miserable.
        Me acerco con cuidado de no espantarlo más de lo que ya se ve.
        - ¿Te hicieron algo? -pregunto, no digo "¿cómo estás?" ya que es obvio que está mal.
       - Me rompieron el corazón.
       No puedo evitar reír con su respuesta, encuentro ridículo llorar por algo así, ni Luke tendría el privilegio. El chico me mira aún más triste. ¿Sentirá lo mismo que yo?
        - ¿Cómo sabes que te rompieron el corazón?
        - No se sabe, se siente -dice, lo miro por un largo rato con cara de pocos amigos para lograr que se marche, no se mueve.
        - También me siento así. No es grave -digo, rindiéndome.
        La única reacción que consigo es que vuelva a llorar y baje la mirada. Lo observo más de cerca, lleva el pelo rizado bastante largo y tiene un tatuaje de un corazón en la mano que usa para secar sus lágrimas. Que sorpresa. Lo que llama mi atención es la camiseta del chico, tiene el logo de The Strokes, no he encontrado a nadie más que le guste esta banda (y debo admitir, que sus ojos también llaman mi atención). Decido que ya no quiero intimidarlo, así que canto una parte de Heart in a cage, de The Strokes.
       - Well, I don't feel better when I'm fucking around and I don't write better when I'm stuck in the ground...
       - ¡Heart in a cage! -repentinamente el chico está feliz y sonriendo-.  Es como me siento, aunque siempre estoy triste.
       Termina con una risa chillona que se sale de control, hasta que se atraganta y recupera la compostura. Me esfuerzo por no reír para que no se sienta ofendido pero no puedo.
        - Lo siento, cantas muy bien. Yo también canto, pero no ahora, tampoco mañana, quizás el lunes -continúa hablando por un largo tiempo sin parar, ya no queda rastro de su tristeza, noto que acaba muchas frases riendo, sean graciosas o no, y la mayoría no lo son. No sé si hay algo mal con él o solo es así.
       - Hey, espera -lo interrumpo a mitad del relato de cómo un amigo le recomendó que se tiñera el cabello, y en lugar de comprar tintura se compró una casa para pájaros, a pesar de que no tiene mascotas-.  Tu pelo está bien así, es... ¿lindo? Es mejor que un pelo teñido, estoy harto de los teñidos. Los odio.
        - Mi mamá es teñida.
        - No era lo que quería decir, uh, bueno, mierda...
        - No es teñida. Es broma -vuelve a reír, para este punto ya estoy sentado frente a él bajo el tobogán. Recordar a los teñidos me trae de vuelta a la realidad, quedé en volver con Luke.
        - No me has dicho tu nombre, ¿es...?
        - Ashton.

*****Puede que continúe el prólogo como una fic cashton, y así continuar con lo Muke también

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Puede que continúe el prólogo como una fic cashton, y así continuar con lo Muke también. Finales abiertos para dar vida a la imaginación
Si llegasta hasta aquí, muchas gracias por leer, te amo 

Estocolmo - MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora