El contrabando frustrado

8 1 0
                                    

Nada merodeando por las calles de noches ya todo se veía tranquilo desde mi perspectiva, aun sin saber de lo que ocurren dentro de los edificios o sobre que dicen los transeúntes entre sí, poco eso me importaba. Viendo desde mi teléfono que son las 1:25 me apresuro desde los callejones en dirección a  hora mismo debo encontrar a los gusanos para alimentar al pollito, son las 1:30 y solo veo a tres personas en trajes con armas hasta los dientes, la mala suerte los tres están muy juntos y de seguro que matarlos ahora no seria una opción, al final me quedé esperando encima de una grúa mirando fijamente a las estrellas hasta que sean las dos, al verlas por unos segundos me dio sueño por lo que cerré los ojos y dejé que el tiempo pasara. Luego de que pasaran 20 minutos oigo unos dos furgonetas negros acercarse, se detuvieron en frente de los tres hombres y de la parte trasera salieron como cuatro personas absolutamente blindadas y con fusiles, es raro ver gente así cuando los héroes que vigilan cualquier lugar son demasiado ágiles y también poderosos, de seguro nacieron como personas normales y sufrieron una pésima vida en la sociedad actual.

Como sea, entre ellos salió una persona de traje blanco y cubierto de cicatrices, la mayoría eran de cortes pero eso no me importaba, llevaba junto a el una especie de maletín algo grande. en la otra furgoneta salieron cinco tipos con ropa indescriptible pero si fea, dos de ellos sacaron una dos cajas del tamaño de un niño, uno de ellos tenia una apariencia algo detallada pulida en acero, emitía una luz algo azuleja , mientras que la otra tenia un aspecto reforzado en hierro algo oxidado, viéndolo mejor era plomo decorado con diseño militar pero aun así no pasaba de alto.

-Se tardaron tres malditos días en confirmar el traslado, ¿¡Que mierda sucedió!?-

-No lo sé, Quin desapareció de repente, llevamos un tiempo buscándolo, no podíamos realizar el negocio sin el-

-¿CREES QUE ME IMPORTA?, ¡TRES PUTOS DÍAS ESTUVIMOS ESPERÁNDOLOS Y USTEDES NO NOS AVISARON DE NADA, ESTA CIUDAD ES MUY MALA MIERDA CON ESOS HÉROES VIGILANDO CADA RINCÓN!-

Su discusión si que fue larga y fuerte, me sorprende el hecho de que ninguno se haya pegado un tiro aún, además ¿como ese tal Quin sabia que seria en tres días si el lo había planificado antes.

Como sea, luego de una gran pelea decidieron calmarse y hace el intercambio, uno recibió esas dos cajas y el otro el  maletín, probablemente sea dinero lo que tenga pero lo que mas necesito son las cajas, aprovechando que se dirigían las camionetas, salte encima de un fortachón y lo mate nada más golpeándole la nuca, agarre su arma y llené de plomo a todos los que habían en el lugar, el yakuza padre (así les digo a los jefes mafiosos) reaccionó y de alguna forma desapareció de mis ojos, pero al instante lo sentí detrás mio, trató de golpear mi nuca e inmovilizarme aunque fui rápido y logre protegerlo con mi mano, sentir su golpe fue devastador, de seguro que si trataba de agacharme terminaría golpeándome la cabeza pero no estoy del todo seguro, en fin, el golpe me dejó en el suelo mientras trataba de ver mi mano la cual tenia fracturas en los dedos.

-Sabes, te agradezco bastante por haberlos matado, esos imbéciles se trataban de hacer los listos conmigo, pero ahora que ya no están me quedaré con mi dinero de vuelta y también con las cosas que me trajeron-.

Su tono tenia bastante orgullo y también desagrado, pero me repugnaba la idea de no poder levantar la mirada por ese golpe que me hizo, el se acerco y se agachó agarrándome la cabeza para levantar mi mirada.

-Te agradezco por eso, pero eso no significa que también te cargaras a mis chicos, esos dos de ahí era Alan y Dai, los dos eran muy colaboradores y también los mejores amigos, al primero que te cargaste, era Goro, proveniente de una pobre familia de cinco hijos, el bastardo me contó que su mama sufre de cáncer y también ha estado en coma durante 3 meses, quiso trabajar para mi porque le dije que le ayudaría con su crisis, los tres eran buenas personas, no merecían morir-.

-¿Ah, si?, dime ¿crees que me importa quienes son?, aparte de que para algo está el oficio de Héroe-.

Cruzó miradas conmigo de manera muy seria y acto seguido me golpeó un montón de veces a una velocidad sorprendente, apenas me daba tiempo para levantarme o recomponerme a pesar que solo me daba en el estómago, unos minutos después de recibir las suficientes golpizas como para dejarme en una cama, el se agacha agarrándome el cuello acercándose con su patética y fea cara.

-Dime asesino, ¿Como vas a matarme?-.

-No.....se...................Tenia pensado...........en aplastarte la cara pero tu cuello es la única opción que..........tengo-.

-¿Qué?-

Acto seguido muerdo su cuello con todas las fuerzas que me quedaron y terminé arrancándosela dejando un agujero que dejó expulsar chorros de sangre que cubrieron partes de mi rostro, el pobre intento mantenerse de pie sosteniéndose hacia mi con una mano mientras se cubría el cuello con la otra, segundos después termino en el suelo siendo yo la ultima persona que verá, traté de caminar con los pies ya hechos mierda pero el dolor era insoportable y también te hace olvidar cosas como la solución a este dolor ya que uno de moverse rápido cuando hace las cosas sin pensarlo a tiempo, especialmente si son cosas ilegales.

1 Minuto después de haber logrado sanarme comienza a llover de manera brusca,  me dirijo a las cajas y las levanto hacia una de las dos furgonetas, y antes de irme quise decorar un poco el lugar para que la gente se asombre por la mañana.

Quiero que sepan que alguien vino a la ciudad.

Deseo de matar - Boku no hero academiaWhere stories live. Discover now