—¿Qué soy para ti?— pregunté.
—Eres mi mejor amiga, confidente. La hermana que nunca tuve, parte de mi familia. Eres una gran persona y muy importante para mi. Siempre me la paso bien contigo. A pesar de todos los problemas que tengamos seguimos juntas. No me gustaría perderte. Algo que me gustaría decirte es que si algún día nos separan, trataré de escribirte todos los días.