《El chico de al lado》~ Yoonmin

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Sentí el cuerpo de Jimin presionado contra mi espalda, y sus brazos alrededor de mi cintura, una de sus manos entrelazada con la mía, me sentía aliviado, no había sido incomodo dormir con él después de todo.

Nos despertamos y bajamos las escaleras, Jimin y yo usábamos pantalones a cuadros, yo con la misma camiseta del día anterior y él con una blanca qué dejaba ver un poco sus clavículas, yo no recordaba haberme cambiado pero de igual forma gran parte de la noche anterior era borrosa.

Lo que no era borroso eran los repetidos besos con Jimin. Mi hermana y el resto de mi familia se emocionaron al ver el árbol de navidad lleno de regalos, nos sentamos en las sillas mientras algunos se sentaban en el piso para repartir y abrir los regalos.

—Éste es para ti, Jimin— La señora Min se acercó dándoselo y después de agradecerle él me miró interrogante, yo solo hice un gesto hacia el regalo, insinuándole que lo abriera.

Así lo hizo, desatando el moño en la bolsa de regalo para mirar hacia adentro, la suave tela deslizándose entre sus dedos cuidadosamente, la Marca de Gucci colgando de esta.

—Gracias, Yoongi— dijo bajito, nadie nos podía escuchar por el ruido que hacía mi familia pero aún así, consciente de que probablemente nadie nos veía, deje que mis labios se pegaran a los suyos en un pequeño beso.

Mi hermana me pasó un regalo, e inmediatamente sabía que era de Jimin, el papel de regalo igual al de ayer, era de color verde militar, con la marca Adidas en el pecho, una sudadera.

Le sonreí en forma de agradecimiento, iba a acercarme, probablemente para un beso pero otro regalo llegó a Jimin, quitó el papel, encontrándose con una caja, y luego quitó la tapa de la caja, unas botas marrones dentro de ella, me miró con los ojos grandes y yo solo sonreí encogiéndome de hombros.

Cuando el tercer regalo para Jimin llegó, él lo tomó entre sus dedos, una simple bolsa de tela de 3x3 centímetros, tomó el cordón qué la aseguraba cerrada y sacó el anillo plateado, una simple banda de plata con una pequeña piedra blanca en la mitad, cuarzo dijo que era el vendedor.

Los ojos de Jimin buscaron los míos, sus mejillas se tornaron rojas y nuestras caras estaban a poca distancia.

—Por dios, Yoongi si ésta es tu manera de pedirle matrimonio estás más que mal—Dijo mi hermana y yo solo le saque la lengua odiosamente haciendo a Jimin rodar los ojos.

Al final recibí una bufanda por parte de mamá, unos calcetines, un reloj y un nuevo perfume de parte de mi padrastro.

Desayunamos todos juntos en la mesa, pan de canela con frutas, chocolate caliente y pastel con forma de árbol de navidad qué mamá hizo, y el resto del día se fue entre acciones perezosas, ver películas, luego salir a hacer un muñeco de nieve, luego ver más películas de navidad y finalmente ir a dormir.

Cuando Jimin se acercó y puso sus brazos a mi alrededor, yo no dije nada, y cuando yo pegué mi espalda a su pecho, él tampoco lo hizo.
Era una cama pequeña, después de todo.

...

Algo así fueron los últimos días de diciembre, aburridas actividades en familia que normalmente habría evitado, pero al estar con Jimin estuvimos en todas.

El último día del año llegó, íbamos a ir a la casa de una hermana de mamá, era como una tradición que no me había molestado hasta el día que salí del closet, y la tía Kim decidió odiarme, aunque mi mamá juraba qué no se daba cuenta, yo no iba a arruinar su relación con su hermana, así que iba y tras pasar la media noche me iba, llegaba a casa en la que no había nadie porque todos se quedaban donde mi tía, probablemente tendría sexo con un chico random o simplemente a dormir.