《El chico de al lado》~ Yoonmin

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—¿Yoongi? —la voz adormilada de Jimin sonó a mi lado. —¿Qué haces despierto?
—No puedo dormir —respondí.
—Sube a la cama, la luz de tu celular no me deja dormir.
Se hizo a un lado, quedando lo más pegado a la pared posible y yo no protesté solo porque quería dormir al menos un poco.
La cama era en realidad muy pequeña, mi costado tocaba un poco a Jimin pero tuve poco tiempo para pensar en eso porque el calor de la cama, y la suavidad del colchón ya me tenían rendido.
...
Cuando desperté estaba solo, oía un poco el murmullo de voces en el piso de abajo. Jimin seguramente había recogido la cama improvisada y todo se encontraba doblado en la silla en frente del escritorio, entré al baño y lavé mi cara sabiendo que mi madre tenía la cámara preparada para sacar mil fotos. Después de todo, era mi cumpleaños.

Bajé las escaleras tan despacio como pude y una vez estuve en el campo de vista de mi familia un flash llegó a mis ojos, parpadee y seguí caminando recibiendo felicitaciones y abrazos de mis padres y mi hermana, mis abuelos emocionados soltaban risas y me abrazaban también, finalmente llegó Jimin, me abrazó susurrando un feliz cumpleaños a mi oído, me di cuenta de que los ojos de todos estaban en nosotros justo a tiempo cuando Jimin preguntó.

—¿Está bien si te beso?

Asentí, obviamente no iba a salir de esto muy fácil así que Jimin sacó su cara de mi cuello, poniendo sus manos en mis mejillas, dejó un suave beso en mis labios. Se separó con las mejillas rosadas y sentía el calor llegar a las mías propias.

Bien, no fue tan malo.

Mi abuela y mi hermana dejaron salir un "aww" mientras todos íbamos a la mesa del comedor, donde mi madre había preparado mi desayuno favorito. El más grasoso y delicioso de los desayunos.

...

Mi mamá tenía la costumbre de hacer más cosas de las necesarias, así que había torta y bebidas, habían llegado amigos que no veía desde la secundaria y yo estaba en pijama, tomé la mano de Jimin saliendo de la sala hacia mi cuarto.

—¿Qué haces?— preguntó.

—Necesitaba una excusa para ir a vestirme— le dije cerrando la puerta tras nosotros.

No iba a mentir, estaba abrumado, no me gustaba pasar tiempo con familia y no me gustaba tener que sonreír y hablar con personas que vagamente conozco, de alguna manera era un alivio que Jimin estuviera aquí, así la atención de todos se dirigía hacia él y no hacía mi.

–Tengo un obsequio para ti— dijo Jimin rebuscando algo en la maleta.

—No tenías porqué — dije. Era algo vergonzoso, había traído a Jimin para las fiestas haciéndolo pasar como mi novio y ni siquiera tenía un regalo de navidad para él.

El papel de regalo es azul brillante. Bastante apropiado llegando de Jimin, y traté de abrirlo sin romperlo pero el rubio rodó los ojos. —Puedes romperlo, ¿Sabes?
Así que lo hice, y de inmediato reconocí los colores negro y blanco, amaba la ropa de esos colores y me sorprendió saber qué Jimin me conocía tan bien, la saqué desdoblándola con cuidado, dándole una mirada incrédula a Jimin.

—Y-yo... esto es increíble, Gracias.
Él sonrió y caminó hasta la puerta —Bien, te dejo para que te cambies.

tomé mi celular y entré al contacto de Jungkook.
"¿Que le puedo regalar a Jimin?"

...

Hoseok me abrazó antes de que lo viera. —Feliz cumpleaños, hermano.
Sonreí devolviéndole el abrazo. Hoseok era mi mejor amigo desde que recordaba, nos tuvimos que separar cuando yo me fui a Seúl y Hoseok a Gwangju, pero eso no afectaba nuestra amistad, nos veíamos para cosas importantes como cumpleaños, y hablábamos prácticamente todos los días.
—Te extrañé. —confesé sonriendo, Hoseok estaba sonriendo igual y pude ver a Jimin viéndome desde el otro lado de la sala. —Escucha, tengo que decirte algo, yo...
—Hola— la voz de Jimin sonó atrás de mi, Hoseok puso su atención en el. —Soy Jimin. El novio de Yoongi.
— ¿Novio? —Hoseok levantó ambas cejas y yo sonreí falsamente asintiendo. —Un gusto conocerte, amigo, soy Hoseok. Estoy un poco ofendido de que este idiota no me haya dicho de tu existencia.
—Sí, bueno, no quería apresurar las cosas si no sabía que iban en serio.
Jimin rodó los ojos mientras sonreía —Su familia tampoco supo nada hasta la semana pasada.

—Min Yoongi, juro que algún día tú vas a morir y no lo sabremos hasta la siguiente navidad.

—Cállate —rodé los ojos.

—Así que, si queremos volver antes de que sea navidad tenemos que irnos ahora. —Hoseok susurró.

— ¿Ir a donde?— Jimin susurró igual.

—Veras, Jimin, ya que Yoongi es idiota desde feto, decidió nacer el peor día del año, lo que fue un obstáculo para celebrar como se debe cada año. Por lo que siempre nos escapamos, vamos a un bar donde ya todos han sido alertados que será la fiesta, y volvemos antes de que tengamos que despertar por ser navidad. Lo que limita nuestro nivel de alcohol, pero está bien, creo.
Después de que Hoseok se fuera, para planear el escape, me voltee hacia Jimin.
— ¿Que fue eso?

—¿Que fue qué? —el rubio frunció las cejas.

—¿Estabas actuando como un novio celoso? ¿Por mi mejor amigo?

—Hay que mantener en acto ¿No es así? —él sonrió descaradamente. —De hecho, creo que puedo ver a tus primos mirándonos, estaría bien si nos besáramos.

—Ja. Ja. Buen intento. —me burlé.

—Hablo en serio. —dio un paso hacia mí, su respiración dando en mi cara, sus brazos alcanzaron mis caderas e inconscientemente las mías alcanzaron sus hombros.

—Bésame, entonces.

Y él lo hizo. Sus labios tocaron los míos con tanta suavidad como la primera vez, cerré los ojos mientras movía mis labios con los suyos y él sonrió separándose. Le sonreí de vuelta.

—Entenderé si no quieres que vaya con Hoseok y tus amigos.
—Puedes venir, si quieres.

...

El club al que entramos estaba ruidoso y lleno, vi la cara de Jimin cambiar de colores en el momento en que entramos, nuestras manos unidas por apariencias obviamente, caminamos detrás de Hoseok hasta una mesa, y de inmediato una mesera en un apretado vestido dejó una bandeja llena de tragos en nuestra mesa, ella le guiño a Hoseok antes de irse.
—Hay 27 shots, cada uno por un año de vida tuyo. Feliz cumpleaños, hermano.
—Aw, Hoseok, que tierno, lo que siempre he querido— hablé sarcástico, las personas al rededor rieron, incluido Jimin.
—Cállate y bebe.

Así que lo hice, llevé cinco shots de una vez a mi boca, apretando la mano de Jimin un poco debido al ardor en mi garganta.
Él no se quejó.

—Okay, ya para, tienes la noche entera, campeón— Hoseok rió.

La noche pasó, entre hablar con todos mis viejos amigos, presentarlos con Jimin, quien estaba callado y sentado a mi lado, sonriendo de vez en cuando ante las bromas.
—Hey. —Llamó — ¿Quieres bailar?
Fruncí el ceño, mirando a mi alrededor, nadie estaba hablando de algo realmente interesante, así que ¿Porque no? Asentí y ambos nos pusimos de pie.

—No soy un gran bailarín, deberías saberlo— Jimin rió.

—Es música electrónica, solo tienes que saltar un poco.

Asentí, tratando de imitar al resto de personas bailando, sudorosos cuerpos saltando y moviéndose, y de alguna manera nosotros también lo hacíamos, los ojos de Jimin estaban cerrados y una pequeña sonrisa se pintaba en sus labios, nuestras manos unidas para no perdernos en el tumulto y la verdad lo único que veía era a Jimin.
Cerré los ojos imitándolo, la música vibrando con mi cuerpo, la gente empujaba al bailar pero eso realmente no me importaba.
Cuando abrí los ojos, los de Jimin estaban en mí, sus pupilas dilatadas, nuestros cuerpos mil veces más cerca de lo que estaban antes, su rostro cambiando de colores y nosotros subiendo y bajando al mismo tiempo.

No es claro como pasó, no sé si fue Jimin o fui yo quien se acercó, pero nuestras bocas estaban juntas y ya no saltamos más, nuestros labios se movieron y pronto nuestras lenguas se encontraron, sus manos rodearon mis hombros y las mías su cadera, corriendo un poco su camisa para tocar la suave piel allí.

Y cuando nos separamos no fue extraño, e incluso nos acercamos más que antes, para volver a besarnos.

Realmente no hablamos de eso.