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- ¿Quieres besarme ahora? -preguntó, mi ojos se enfocaron en su rostro, la curva de su mandíbula fuerte y sus labios entreabiertos, sus ojos que destellaban en la noche, recibiendo algo de luz de afuera.

-Sí. -respondí.

-Hazlo, entonces.

Hice caso, arrastrándome más cerca de él, mi mano en su espalda baja.

Fue diferente a cualquier beso qué habíamos tenido, íntimo, cálido. Sus dedos acariciaron mi cabello, un gemido nada intencional saliendo de mis labios, que Jimin tomó como señal para hacer el beso más apasionado, y yo realmente no me quejaba.

Se puso a horcajadas sobre mi cintura, aún basándonos y aún con el mismo sentimiento de mariposas en mi estomago. Movió su trasero para que se frotara con mi pene, a pesar de los pantalones sentí que las respiración se me iba. Jimin no tenía camisa, así que aproveché para dar caricias arriba y abajo de la piel suave de su espalda.

-Es algo injusto que yo esté solo en ropa interior y tu casi vestido por completo. -murmuró contra mis labios.

-¿Qué piensas hacer sobre eso? -dije y me levanté para volver a besarlo, ahora estaba sentado, Jimin aún en mi regazo, con ambas manos en mi rostro, hasta que las alejó para poder sacar mi camiseta.

Besó mi cuello después de hacerlo, succionando en lo que seguro sería una marca. Con descaro, llevé mi mano de su espalda a su trasero, acomodándolo para que estuviera sentado sobre mi miembro, empezó a mover sus caderas como si me estuviera montando, gemí.

Sonrió satisfecho ante mi reacción y en forma de burla puse mis labios sobre su pezón, recibiendo un gemido aún más fuerte. Lo miré con un ceja levantada.

-Sigue. -murmuró sin vergüenza.

Con mi lengua rodee su pezón, dando pequeños besos y mordiscos qué sólo lo hacían a él respirar más rápido, se arrodilló, metiendo sus dedos en la cintura de mis pantalones, sacando las únicas dos prendas que me quedaban de una sola vez, y yo aproveché para sacar sus bóxers, liberando su erección que chocó contra su estómago.

Debido a que él estaba arrodillado y yo sentado, con tan solo agacharme un poco hacia adelante alcance su cadera con mis labios, besando un particular punto suave, y succionando hasta que vi el moretón en su blanca piel. Se volvió a sentar, nuestros penes chocando y nosotros gimiendo al mismo tiempo.

-¿Estás seguro de esto? -pregunté.

-Si, Yoongi, por favor. Por favor. -gimió, y decir que me satisfacía tenerlo rogando era poco.

Nos giré, acostándolo sobre la cama, rodeó mi cintura con sus piernas y yo volví a besarlo, esta vez con más fuerza, todavía íntimo, y todavía cálido pero caliente, y necesitado ahora. Acaricie sus muslos sintiendo la tersa piel bajo mis dedos, me separé para ver sus ojos dilatados, apenas un anillo de marrón visible en ellos.

Alcancé mi mesa de noche, moviendo cosas adentro buscando una sola cosa, Jimin rió un poco. Con la cabeza en la almohada, sus manos encontraron mi trasero juguetonamente.

-¿Te gusta? -pregunté, finalmente encontrando el lubricante.

-La manera en que se ve cuando tienes ropa no es nada comparado a como se ve cuando estas desnudo. -dijo.

-¿Así que me miras el culo seguido? -Apoyé mi frente en su hombro.

-No puedes culparme. -Jimin acarició mi cabello. -Es increíble. Lo primero que noté de ti.

Reí. -La primera impresión lo es todo, Park Jimin.

Finalmente, di un par de besos por su estómago hasta llegar a su cadera, donde besé la marca dejada anteriormente, acaricié sus muslos doblándolos contra su pecho, él las sostuvo con sus manos, observé su trasero, mis manos lo recorrieron sintiéndolo temblar debajo de mi tacto.
Pasé mi lengua contra su entrada, a lo que él gimió fuerte, tracé al rededor con mi lengua, círculos que cada vez se hacían más pequeños, presioné un poco, no lo suficiente para estar atentos pero si para hacerlo gruñir y retorcerse.

《El chico de al lado》~ YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora