the walking dead || celoleague

capítulo 2

Ya habían pasado cinco días desde que Tigre y Marta habían visto morir a sus padres de una forma horrible.

flashback

Estaban en busca de un nuevo refugio y, si había suerte, de más supervivientes. Iban por la autopista camino a la capital. Todo parecía estar tranquilo, sin rastro de zombies.

Tigre estaba inquieta, le parecía demasiado fácil teniendo en cuenta de que estaban en un planeta infestado de zombies, pero no dijo nada para no poner nerviosa a su familia. Ella iba caminando un par de metros por delante, quería estar sola y reflexionar, tratar de asimilar todo lo que había sucedido en los últimos dos meses. Ni siquiera quería estar con su hermana.

-Tigre. -Marta la llamo acelerando un poco el paso hasta estar a su lado -¿Todo bien?

Tigre ante esa pregunta le puso una cara como diciendo "¿en serio?"

-Vale... ya se que nada esta bien, pero todo se solucionará.

-Ajá... -Tigre no tenía esperanzas, ¿realmente Marta pensaba que todo iba a volver a la normalidad?, incrédula.

- Te prometo que saldremos de esta, sobreviviremos, te cuidaré y tú me cuidaras a mí. Siempre juntas.

Tigre tras oir esas palabras se emocionó. No sabía el por qué. Tal vez llevaba mucho tiempo guardandose las lágrimas para aparentar ser fuerte, ya que su padre siempre decía "Llorar es de débiles, si lloras, pierdes".

Abrazó a su hermana y comenzó a llorar en su hombro, llenando a Marta de lágrimas y mocos.

-Soy débil... -dijo como pudo entre sollozos.

- No lo eres.

-Pero papá di...

-Papá no sabe nada. No es más fuerte quien menos llora, si no el que más aguanta. Y tú eres una luchadora, eres fuerte.

- Te quiero mucho jope.

-Y yo canija.

De repente se oyó un gran estruendo y  se giraron ambas de golpe rompiendo su abrazo.

No veían nada, solo había humo. Ni siquiera lograban ver a sus padres.

-¿Dónde están mamá y papá? -preguntó la menor.

- No lo se. Tigre, dame la mano. Hay que buscarlos.

Se dieron la mano y ambas se miraron. En sus miradas se notaba el pánico que tenían. Nadie sabía que se podrían encontrar.

Avanzaron hacia la nube de humo y la imagen que vieron en ese momento nunca la olvidarían.

El tráiler que minutos antes ellas habían pasado de largo ahora se encontraba volcado. Con sangre por todos lados. Y sus padres... aplastados por este.

Sus padres habían abierto la cabina del tráiler en busca de provisiones, pero en cambio encontraron un grupo de zombies hambrientos que en pocos segundos consiguieron volcar el camión sobre ellos.

El tráiler había caído sobre la cadera de su padre, lo que dejaba al descubierto todo su tronco, que ya estaba siendo devorado por tres zombies. Y bueno... el cuerpo de su madre había sido aplastado casi al completo por el tráiler, tan solo dejando su cabeza, su brazo derecho y parte de su tronco libres. Y segundos después, una zombie se apartó del cadáver del padre, ya a penas existente, y empezó a comerse a la madre de dos niñas de 13 y 15 años que acababan de quedarse huérfanas.

Ambas se habían quedado en shock. No podían moverse. No podían hacer nada. Un zombie se percató de sus presencias y comenzó a dirigirse a ellas, fue ahí cuando tigre por fin reaccionó.

Empezó a gritarle a su hermana y a empujarla, pero no reaccionaba. Al final utilizó lo que siempre funciona: le pegó una ostia en la cara.

Marta reaccionó y ambas comenzaron a correr pese a que veían todo borroso por causa de las lágrimas.

fin del flashback

Hacía dos días habían encontrado un pequeño pueblo en su camino hacia la capital. No tenía a penas casas y parecía desierto. Revisaron todas las casas en busca de gente, pero sólo encontraron a un zombie con una sola pierna arrastrándose por la casa más alejada. Al que Tigre le clavó una pala en la cabeza haciendo así que muriera, lo hizo sin ningún reparo, ya no sentía nada.

Ahora ambas se encontraban en la casa que más segura parecía en frente de la chimenea que acababan de encender, se acercaba el invierno y todo apuntaba a que iba a ser el más difícil de todos.

- Te protegere. -susurro Marta mientras se quedaba dormida.

-Nos protegeremos. Saldremos de esta, te lo prometo.

Marta al oír esas palabras sonrió tímidamente, ya que recordaba que cinco días atrás ella se las había dicho minutos antes de la muerte de sus padres.