No buscaba a nadie, y te vi.

Recorriendo la escuela

Salí del salón de clases sigilosamente, intentando pasar desapercibida, cuando escucho algo detrás de mi.

-Psst

Mierda, me descubrieron.

Sigo caminando ignorando el soplido, seguramente no era para mí.

-Oye tú, la escuela no se me va a presentar sola, ¿o sí?..

Víctor.

-Nunca te rindes, ¿cierto?- Dije con un tono sarcástico.

Corre un poco para ponerse a mi lado, ya que estaba a unos tres metros de él.

-Ya sabes algo de mí-Dijo.

No lo soporto. Cree que es encantador y que me va a conquistar así como lo ha hecho con las otras chicas del instituto.

Al ver que no le respondo me dice:

-¿Entonces? a recorrer el instituto o qué.

Me quedo en silencio por un momento, hasta que recuerdo la petición que el profesor Henry me hizo.

Maldición, tengo que pasear a esta criatura que salió de satanás por el colegio...Perdón de la esposa de satanás... Ya saben, él no tiene por donde sacar a un bebé...-Pienso.

- Primero que nada florecita, no se le llama instituto, se le llama manicomio, repite conmigo ma-ni-co-mio.

-Manicomio- Responde gracioso, como que si en verdad estuviera hablando con una retrasada.

-Sí, manicomio.

-Okey.-Dice sumiso.

-Bien.

Caminamos en silencio hasta llegar al salón de computación, toco la puerta y la profesora Laura me abre.

- Mónica,hola, ¿quien es tu amigo?

- Un nuevo, se llama Víctor...

- Un gusto- Dice el gusano estrechándole la mano a la profesora.

-¿Puedo mostrarle el salón?-digo.

- ¡Claro!

Laura estaba dando clases, así que vi a Javier y lo saludé, Víctor se fijó en ello.

Nos despedimos y salimos del salón.

-¿Es tu novio?- preguntó

- ¿Qué? ¡Ni en un millón de años! Es el nov...Bueno, no novio, nadie sabe qué son, pero lo que sea que sean es de mi amiga, Sophie.

Se queda callado.

-¿Por qué? ¿Querías saber si era gay para hacer pareja contigo?, florecita.-Digo burlona y algo graciosa.

-No, solo quería saber si estaba compitiendo contra alguien.-Dice serio.

Me quedo callada y nos dirigimos hacia la cafeteria, pensaré sobre esto luego.

- aquí es en donde la gente come como cerdos- digo.

-Y también en donde compran infusiones y se las derraman a chicos nuevos-dice con un tono insinuante.

-Lo siento...-Me perdono para no perder los fundamentos que me han enseñado en casa.

- No importa, la infusión era tan roja como mi cara cuando te veo...

¿Qué le pasa? apenas lo conozco y ya piensa que se está comiendo el mundo conmigo. Está loco. Pero me esta empezando a caer algo bien...

-Eres un tonto-Le digo.