La Duquesa de Venomania

IV: Bella Rosa

POV: CAMILA

El día de la boda había llegado, el salón de eventos del castillo estaba bastante lleno para ser la celebración de alguien a quien odiaban, no entiendo a que vienen, me huele a hipocresía.
Me preguntó que clase de hombre contrajo matrimonio con Lauren, uno ciego quizás.

En el centro del salón yacían las recién casadas ambas con vestidos de princesas blancos, vaya, entonces la “afortunada” es una mujer, menuda cosa.

-Escuche que la esposa es una plebeya, la hija de Carlos- escuché a unos hombres decir a mis espaldas queriendo que nadie los escuchase-
- El herrero?- le respondió el otro hombre bastante impresionado-

Aparte de mujer la afortunada, también es una plebeya e hija de un pobre herrero, el hombre no a de estar muy contento si no me equivoco. Mi príncipe azul tomó mano sacándome de mis pensamientos.

-Vayamos a ver si tiene algo delicioso el banquete, bailamos una pieza, le entregamos el regalo de compromiso a Lauren y nos vamos- sonrió tiernamente-
- Es justamente lo que pensé cariño- Sonrió, lo tome de la barbilla y le di un cálido beso sintiendo unas miradas posarse sobre nosotros-

Al separarnos fuimos a ver el banquete, un gran pastel cerca de 10 capas estaba en el centro, un cerdo bien asado con una manzana en la boca, el intestino y riñón de un cordero juntos y asados, ensaladas por aquí y por haya, más comida extravagante consistía el banquete, decidí agarrar un poco de cordero y cerdo y me puse a comer fina, como me dijeron que tenía que ser. Las recién casadas dejaron de bailar y fueron con sus familiares correspondidos, mientras que la familia real felicitaba a su hija, los plebeyos trataban de hacer recapacitar a su hija, pero está solo miraba a Lauren perdidamente enamorada, esta mujer está hechizada.

La mirada de la próxima duquesa se posó en mi, me volví hacia ella y su expresión era de asombro y yo también me asombre al ver la piel de su brazo marcada con tinta dibujadas curvas negras.

Me fui con Austin antes de que ella se me acercara y proseguimos con lo planeado bailando una pieza de la danza escocesa, seguro al llegar a los aposentos y quitarme las zapatillas tendré callos en los pies.

Seguimos comiendo y bailando durante unas horas, pero con mi hombre podía pasar toda la eternidad haciendo eso. Llegó el momento de darle el regalo a Lauren pero desde hace un rato no la miraba por ningún lado así que me embarque en la búsqueda de ella adentrándome más a su castillo.

Pasillos largos, decoraciones viejas, retratos de generaciones pasadas me acompañan en cada rincón del castillo. El último lugar que busque fueron los aposentos de Lauren, entre tocando las grandes puertas y ella estaba hasta el fondo en el balcón con un cesto de rosas a su lado.

-Duquesa Jáuregui- hablé acercándome hasta ella con cierto…¿Miedo?-
-Princesa Cabello- Igual hablo dándome la espalda- Las sirvientas me han dicho que estaba buscándome, dígame… para que soy buena- Hablo lo último dándose la vuelta, tenía una sonrisa que detuvo todo de mi a decir verdad-
-Vengo a entregarle su regalo de compromiso- sonreí levemente-
- Y el regalo es usted?- dijo con voz coqueta a lo que yo solo accione con dar un paso hacia atrás y fruncir el seño-
- No, su regalo de compromiso es un potrillo, cría de una de mis mejores yeguas, mi caballo Ravosky es un semental y la dejó preñada. Le dije a su encargado de los establos que la dejará en las caballerizas, le aseguro que será bueno en el combate de sus caballeros, duquesa- aclare la garganta pasando saliva por mi seca garganta- Bueno, yo me retiro. Felicidades por su casamiento- hice una pequeña reverencia y me di la vuelta caminando-
- Pensé que no aceptaría mi invitación- hablo tratando de hacer más larga la conversación- Por… usted ya sabe, lo de hace años- se volvió a acercar a mi-
- No vale disculparse con usted- Me di la vuelta de nuevo y ella me tomó del brazo- Suélteme- dije firme pero por dentro me moría del miedo-
- Antes de que se vaya quiero entregarle algo a usted- se acerco a él cesto de rosas, tomó una con delicadeza y me la ofreció a mi- Una bella rosa para una princesa hermosa- me sonrió delicadamente-