Prólogo

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El vago resplandor del sol se comenzaba a filtrar por entre sus ojos. Los quiso abrir, pero había una fuerza, un brutal cansancio, que se lo impedía. Con las pocas partes de su cuerpo que no estaban cubiertas por vendas podía sentir la sutil brisa que solía correr durante el amanecer de los primeros días de otoño, cuando las lluvias y el frío aún no habían invadido la ciudad. Pequeñas gotas estaban cayendo sobre su mejilla derecha. Hubiera jurado que eran de una ligera llovizna matutina, sino fuera por la calidez de las mismas. Aquella calidez que había sentido solo una vez en su vida, aquella que le dejaba en claro el dueño de aquellas lágrimas. Al comprender lo que sucedía tensó su puño, en la impotencia por haber dejado que las cosas llegaran a aquel extremo. Con toda la fuerza de voluntad que habitaba en su interior, que, a decir verdad, no era mucha, abrió sus ojos; solamente para encontrar al pelirrojo, con esos ojos azules a punto de llorar, sosteniendo una daga por encima de su cabeza.

— Lo siento, Dazai.

Halloo ¿Cómo andan? Yo les traigo esta historia inconclusa (que probablemente siga sí por un rato) pero tenía esta parte escrita desde hace un tiempo y quise publicarlo en forma de adelanto. Calculo la historia va a tener al rededor de 10 capítulos, de 1000/1500 palabras cada uno, puede ser que quede un poco más corta o un poco más larga, ya veré (?). En cuanto la termine la comenzaré a subir, así no tienen que esperar a que me decida a terminar de escribirla — más conociénome y sabiendo que mis suspensos entre capítulos son infernales —. Creo que eso es todo lo que tengo para decir //por ahora//, además, llevo casi lo mismo explayándome de que prólogo, por ende me despido.

Un beso enorme y que sueñen con Chuuyas llorones (?) ~

Benito.

¡Ah! Vayan a leer a jazadroel que hizo un trabajo hermoso como beta de esta porquería (lov iu bb)

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