Que mujer tan bella - susurro Kyuhyun viendo a esa pelinegra de caderas anchas.
Que cuerpo - gruño su amigo.
La nalgona es mia - gruño el castaño.
Estoy viendo a la castaña bajita - susurro el azabache - creo que es amiga de Teukie, creo que todas lo son...
¿Sabes sus nombres? - pregunto el menor del grupo.
No de todas, la que parece preadolescente se llama Taemin y es prima de la que tiene cara de pez y la nalgona, las 3 son Lee y la bajita y la piel lechosa son Kim... la mayor se llama Heenim y a la menor se dicen Wook se cariño... - conto el azabache.
Yo ire por la piel lechosa - dijo el más alto.
No seas mujeriego Choi - comento uno delgado.
Solo quiero ver mi alimento más de cerca - dijo bebiendo una copa de vino - me falta sangre...Mientras los otros veian como iba a la conquista.
Kyuhyun observaba más detalladamente a la pelinegra, la señorita Lee, como le diria hasta que supiera su nombre, era una humana muy bella, la deseaba, dios queria probar su deliciosa sangre, soñaba que seria suave, espesa y dulce.
Que sabes de la nalgona - susurro Kyuhyun.
Solo su apellido y que le gusta el rosado, creo que le dicen coneja rosada - comento viendo como su objetivo se iba a una ventana - sino te molesta... tengo hambre... y la enanita se me va...El menor de los Choi no estaba y Lee parecia más preocupado de beber la sangre de su copa que de otra cosa.
Mientras Cho analizaba a esa mujer, ella levanto la vista y al parecer sintio sus intenciones, porque apenas pudo se fue despidiendose de una amiga.
Cho agradecia ser como era, la velocidad era una ventaja muy grande. No se le acerco, sino que vio cada facción y acción, era preciosa, una diosa en la tierra, la deseaba mucho y no se imaginaba nada más que estar encima de ella dandole más duro mientras ella perdida en el placer y el deseo le rogaba por más y gimiendo su nombre, enterrando sus colmillos en su suave cuello para tomarla como suya.
Ese pensamiento lo volvio loco, lo lleno de excitación, tenia calor, sentia deseo carnal, desde que nacio hace siglos que no sentia eso, y era raro nadie habia levantado tal deseo, y eso que habia visto a muchas mujeres desnudas en su vida.
Al parecer se sentia observaba, a los minutos, llego un auto y llevo, Cho lo siguio, asi que era invitada de Kim, seria una ventaja.
Desde un arból sumido en la oscuridad, la vio en un cuarto, era preciosa, su cabello negro brillante. Observo cada acción mordiendose los labios y tornando sus ojos carmesí.
La vio quitarse el maquillaje y quedar en ropa interior, sintio que se le hacian una carpa en los pantalón, entro y volvio a los minutos envuelta con una toalla que se quito.
Kyuhyun abrio la boca, se sentia deseoso, no aguantaria más la vio ponerse y un camisón rosado y acostarse.
Desaparecio luego de verla dormir. En la oscuridad de su mansión se sintio deseoso, no supo cuando se estaba autocomplaciendo imaginandose a esa muchacha montado encima de él desnuda mientras saboreaba sus senos y apretaba ese trasero tan bello que tenia.
Conejita... - susurro liberandose - tienes que ser mia...
Se baño y se puso ropa de dormir, o mejor dicho se la puso pero para pasear por la casa... queria leer un poco, ser vampiro era una ventaja, si era vampiro, como todos sus amigos y primo, los humanos dudaban de su existencia y eso era una ventaja nadie sospechaba cuando salia a buscar alimento.
Pero ahora que dibujaba solo pensaba en su nuevo objetivo si Coneja rosada, la señorita Lee seria suya, ya queria enterrarle los colmillos en su suave cuello, enterrarse en el interior de su cuerpo haciendola gritar de placer.
Iba a ser suya, investigaria sobre ella para hacerla suya, entro a donde seria el cuarto de su futura esposa vampira.
Mi dulce Sungmin ya te imagino debajo mio diciendo que eres mia - susurro viendo la cama y la seda rosada - mi esclava...
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Esclava (KyuMin) (Super Junior)
FanfictionHermosa señorita Lee... - susurro acariciando los cabellos de su presa - eres tan hermosa y seras mia, te mantendre amarrada hasta que aceptas ser mi esposa vampira. Sungmin se quedo amarrada sobre la cama, amarrada y con los ojos vendados. No quier...