Egoista║George Shelley

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-¡Un idiota!- le grite mientras la enfermera se fue para buscar unas vendas- ¡Fuiste un tremendo idiota!

-Vamos Ali- le hice ojitos de perrito- fue un error

-Me las pagas Shelley esta te juro que me las pagas- dijo mientras se miraba la mano lastimada, OK, lo admito, tal vez me fui excesivo pero admitámoslo, fue tan divertido cuando puse sodio de mas y ella por tratar de que no pase nada se resbaló con el vaso y se lastimo la muñeca, todo el liquido había volado a la cabeza de la profesora provocando una suspensión de una semana para los dos.

-Yo también estoy castigado

-No es lo mismo- se le empañaron los ojos- tu no tienes planes para la universidad

-Realmente lo lamento- si lamento no estar jugando mas contigo así que me acercare bien pegado a la mesa para que te pongas tan nerviosa como siempre, después de todo esta chica será mi diversión del momento, además puede ser que me saquen de aquí- ¿Me perdonas?

-No lo se Shelley- porque siempre me dice por ese maldito apellido, lo detesto, lo odio con todo mi ser, desde ese maldito día- ¿Qué haces?

-Te dije que nunca me llamaras por mi apellido- estaba tan cerca suyo que nuestras miradas se mezclaban y ella se ponía cada vez mas roja y nerviosa, pero tengo que decir que esta chica es hermosa, es realmente perfecta, pero solo jugaría con ella como a muchas otras- ¿Aceptas?

-¿Qué cosa?

-Lo de hoy, la cita era en serio

-No juegues conmigo Shell... George- estaba aun mas nerviosa que tartamudeaba- yo... nunca aceptaría estar contigo

-¿Por?

-Se como eres

-¿Y como soy?

-Ya sabes, esa clase de chico atractivamente perfecto que puede enamorar a cualquiera

-¿Así que soy atractivamente perfecto para enamorarte?- me acerque mas aun para poder hacer un movimiento mas sutil, pero ella me detuvo con las manos sobre el pecho-¿Qué te detiene Ali?

-Yo pues...- la bese de una maldita vez, mucho bla bla bla, si quiero una noche con esta chica debo actuar rápido, ya le eché el ojo a muchas chicas de aquí, pero algo nos interrumpió el magnifico beso que le estaba dando

-Te voy a matar- y se estaba viniendo como una rayo con ese puño.