Die For You (B.A.P)

Inseguridades

HimChan estiró su brazo, quería abrazar a su querido JongUppie pero no lo encontró. Abrió los ojos muy grandes cuando vio la hora. 11AM. Le había fallado a su novio en prepararle el desayuno. Como siempre arruinando él las cosas.

Tomó su móvil y decidió llamarlo, esperando no interrumpirlo.

—Dormías como un bebé y decidí no despertarte, bonito.

—Amor, salgamos a almorzar. Aprovechemos que hoy no trabajo ¿Sí? Di que sí—. Oyó un suspiro del otro lado.

—No puedo amor, iré a almorzar con los socios eslovacos y luego tengo una junta. Perdóname ¿Si? Ah~ soy el peor novio del mundo.

—¡No digas eso Uppie! Eres el mejor novio del mundo, tú ve a almorzar y a hacer tus cosas bebé, yo estaré bien. Y no te distraigo más, te adoro.

—Yo también. Cuídate Channie.

¿Qué haría HimChan todo el día solo? Al menos otros días podía quedarse en la escuela revisando exámenes, pero al ser fin de curso tendría una semana libre. Qué aburrido.

Se dio una relajante ducha y decidió que era tiempo de ordenar la sala. Necesitaba un nuevo aspecto. Limpiaba el estante de libros, debía comprar otros nuevos; luego vio ese álbum de forro plateado ¡Era su álbum de fotos! Ahí tenía recuerdos inmortalizados junto a su novio. Muchas fotos que se hicieron cuando se escaparon a Jeju y pasaron ese increíble fin de semana. Todo aquello le traía nostalgia pues hace tanto que no viajaba junto a JongUp, ya no planeaban aventuras y es que ni bien el menor terminó la universidad se hizo cargo del holding de su familia y tiempo era lo que menos tenía. Llegó a una foto que le hizo sonreír de inmediato. Era JongUp junto a él, lo abrazaba y tenían ambos una gran sonrisa. Lucían más jóvenes y con menos responsabilidades. Extrañaba esa relación de hace 6 años. 

 El timbre de su celular le devolvió a la realidad, corrió a contestar esperanzado a que su novio haya cancelado todo para que coman juntos pero el nombre de quien llamaba era el de otro.

—¿DaeHyunnie?

—¡Hyung! ¿Amaneció con resaca? Yo acabo de despertar—. La voz del maestro de música sonaba siempre tan alegre y tan jovial.

—Desperté tarde DaeHyunnie, ya ni quiero cocinar—. Risas fueron las que empezaron a salir de ambos al recordar lo divertido que fue la fiesta de la noche anterior.

—Entonces ¿qué le parece si le invito a comer? Conozco un lugar que hacen fideos negros ¡de muerte! —. HimChan dudó algunos segundos pero aceptó, al menos ya no comería el ramen de sobre que había planeado para el almuerzo.

—Me parece una gran idea Damchu. Te recogeré en la 23 de Euljiro ¿vale?

—Listo HimChannie hyung.

Ø

—¿Cómo qué nunca sale a bailar? —. DaeHyun sonaba cómo si le habrían dicho que los cheesecakes serían prohibidos en Corea del Sur a partir de mañana. Sus ojos eran tan adorables. HimChan solo rio.

—Es que JongUppie siempre está tan cansado así que no podemos salir. Estoy tan desactualizado que ya ni sé que se baila en los clubes. Aunque no niego que si me gustaría ir, pero no sé si JongUp me dé permiso—. DaeHyun arrugó el entrecejo.

—¿Permiso? Hyung, usted no irá a robar solo a bailar. ¿Qué dice si uno de estos días vamos juntos? Le prometo que yo le cuidaré ¿Si? ¿Sí? Diga que sí, por favor—. El maestro de música estaba tan empeñado en convencer a su mayor que no se había dado cuenta que tenía salsa oscura en su labio superior.

—Aigo Damchu...pareces un niño—. Chan tomó la servilleta de papel y con cuidado limpió el abultado labio manchado de su colega, se sorprendió al ver un sonrojo en las mejillas del otro. —No te prometo nada, pero haré el intento ¿de acuerdo DaeHyunnie? —. El mencionado asintió con una enorme sonrisa instalada en su rostro.

El resto de la tarde se la pasaron yendo a los centros comerciales, DaeHyun era quién más entusiasmado estaba por aquella salida pues veía alguna novedad e iba corriendo a ver. Se compró ropa y ambos comieron helados con frutos de la estación. HimChan había olvidado como es que se sentía esas salidas de diversión donde solo vas a ver las cosas más no a comprarlas porque el bolsillo no da para más.

A las 8PM HimChan ya se encontraba ingresando al departamento que compartía junto a su novio y se sorprendió bastante al ver a su adorado JongUp sentado en el sofá revisando portafolios que de seguro eran del trabajo.

—¿Dónde estabas?

—Hola Uppie, yo salí a pasear un rato.  ¿Por qué no me dijiste que vendrías temprano? —. El menor se encogió de hombros.

—Te haré una deliciosa cena ¿Si? Antes de irme compré pastel de arroz y...

—No te preocupes Channie, ya cené. Ya iré a la cama—. Moon dejó los papeles que tenía en el regazo y los dejó en el centro de mesa. Eso a HimChan le dio una idea.

—Voy contigo, quiero dormir ya—. El maestro de historia se apresuró en seguir a su amado hasta la habitación, una vez ahí lo abrazó por la espalda—. Te extrañé todo el día ¿sabes? Extrañaba sentir tu perfume, adoro tu aroma...— HimChan inició un camino de besos sobre el cuello contrario, en respuesta JongUp se inclinó para darle más espacio.

—Uhm...también te extrañé—. Moon cerró sus ojos disfrutando de las caricias que recibía, su piel se hallaba ya sensible. HimChan en tanto deslizó su mano hacia la entrepierna ajena con la intención de tocar el miembro de su novio sin embargo este se separó y se dio vuelta.

—No sigas HimChan, mañana tengo una junta y debo levantarme temprano.

—Pero amor...es temprano, por favor...hace tiempo que no lo hacemos—. HimChan volvió a acercarse al más joven intentado besar sus clavículas pero JongUp lo alejó de un empujón.

—¡ENTIENDE QUE NO QUIERO! —. El tono de voz usado eran tan hiriente para HimChan que solo atinó a salir molesto y resentido de la habitación, se refugiaría en la sala de estudio a hundirse en los libros y en las historias de amores furtivos y apasionados, a esconder lo que sentía, a tragarse su orgullo; a asimilar que el amor de su vida estaba dejando de quererle.

JongUp se arrepintió de haberle gritado a HimChan pero de otro modo este no entendería. Se sintió terrible pero era mejor no buscarlo ahora. Mañana ya se le iba a pasar.

HimChan esperó en vano las disculpas de su novio. JongUp nunca fue por él. Vio su reflejo en el cristal del estudio ¿Acaso ya no era atractivo? ¿Debía hacer dieta y perder peso? ¿Ya no era el chico más hermoso de la tierra, como solía decirle su menor? Las inseguridades volvieron, su miedo lo carcomía. Una vocecita diciendo "Kakao talk" proveniente de su móvil llamó su atención.

[Mensaje de DaeHyunnie]

¡Hyung! Gracias por regalarme una linda tarde, la pasé genial gracias a mi HimChannie hyung. Espero poder salir más con usted. Qué tenga una linda noche ^o^

Fue imposible no sonreír un poco.