Habían pasado varios días desde que HimChan no le dirigía la palabra a JongUp. Había jurado borrar el recuerdo tan horrible de esa noche poniendo toda su concentración a su trabajo o a charlar con DaeHyunnie.
DaeHyun se hallaba más que feliz al pasar más tiempo con su adorado hyung sin embargo los últimos días veía al maestro de historia con un semblante diferente. Lo veía triste, y eso no le agradaba, ya que estaba seguro que era JongUp el causante de esa melancolía.
JongUp por su parte trataba de ignorar el hecho de que había provocado un resentimiento en su novio, por una parte se sentía mal pero por otra se enfadaba. Nada de eso habría ocurrido si el mayor de ambos no habría puesto tanta resistencia.
Cansado de la atmósfera de tensión no llegó a dormir dos noches pues se fue a la casa de sus padres, o al menos eso fue lo que le dijo a un indiferente HimChan.
Las cosas no mejoraban con el pasar de los días y Kim sentía que se estaba cansando, más aún porque YoungJae su hermano lo llamaba constantemente para saber cómo estaba. Y pues no le quedaba otra cosa que mentir diciendo que estaba mejor que nunca cuando la realidad era distinta. Calmó los nervios de su hermano afirmando que los artículos que salían acerca de un supuesto matrimonio de JongUp no eran más que confabulaciones de su familia. No debía preocuparlo, no ahora que YoungJae y su novia tenían dificultades.
La verdad era que ni el mismo HimChan sabía con certeza qué pasaría más adelante. Tal vez dentro de poco casarían a Moon con la hija de un chaebol y él no podría hacer nada más que resignarse, alejarse y desaparecer de su vida.
"El señor Moon está viajando a Jeju esta noche, vuelve en dos días"
Esas fueron las palabras de JinHa cuando esta llamó a HimChan sobre las actividades de su propio novio. Como siempre, la muchacha hablaba con cierta angustia pues de seguro sabía que el novio de su jefe era un cero a la izquierda.
Aunque le costaba admitirlo se estaba acostumbrando a la ausencia del más joven pues solo así la tensión se disipaba y podía tener más calma, pero también tenía más tiempo para hundirse en pensamientos que nada bien le hacían. Recordaba entre lágrimas y congojas como en el pasado no podía vivir sin JongUp y ahora estaba mejor sin él. Cómo antes "su ángel" no dejaba de llenarlo de besos, halagos, mimos... y ahora había intentado hacerle daño.
¿Por qué el poder cambiaba a las personas? ¿O era la presión familiar? ¿O es que JongUp había sido siempre así y recién se mostraba tal como era?
Sueño era lo que no podía conciliar por hundirse en los recuerdos de su mente, ni en sus más locos pensamientos pensó que podría estar llorando por amor.
Al día siguiente, ya cerca al mediodía el timbre del apartamento le hizo entrar en cuenta de lo tarde que era.
Al abrir la puerta, sus ojos no creían lo que veían.
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