Durante toda su vida vivió sin saber lo que su padre y su mayoría de conocidos eran...
Sin embargo, todo comenzaría a cambiar cuando unos chicos llegarón a su vida haciéndola despertar en quien realmente debía de ser...
- ¿Alexander?- Dijo Danielle apareciendo cerca de unos arbustos. El la miro algunos segundos.- ¿Qué sucedió?
- Los Gates...- Contesto Alexander aun molesto.- Al parecer le dijeron lo que sucedió a mi padre...
- Supongo que no dijeron nada de lo que ellos hicieron...-Dijo Danielle, Alexander solo asintió.
- No son capaces de aceptar lo que hacen...- Dijo Alexander.- Eso siempre ha sido un problema para nosotros...- Danielle pudo notar como Alexander estaba algo tenso y molesto, quería ayudarlo a relajarse y luego tuvo una idea...
- Vayamos a pasear un poco...- Dijo Danielle rápidamente. Alexander la miro unos segundos.
- ¿A dónde quieres ir?- Pregunto Alexander.
- No lo sé...- Contesto Danielle con una sonrisa.- Ya se nos ocurrirá algo...
- Pero ni siquiera te has cambiado...- Dijo Alexander con una leve sonrisa. Sin que él lo notara solo sonreía con Danielle.
- No importa...- Contesto Danielle de la misma manera.- Sirve de que así te distraes un poco.
- De acuerdo...- Contesto Alexander.- Aunque deberías de avisarle a tu madre o a tu padre...
- Ya lo hice...- Dijo ella rápidamente. Alexander la miro algo sorprendido.- No preguntes mas y vayámonos antes de que mi padre o el tuyo se den cuenta...- El soltó una leve risa.
- Bien vayamos...- Contesto Alexander. Ambos comenzaron a caminar por los jardines hasta la entrada de la mansión y así poder salir.
Estuvieron caminando por horas por distintos lugares. Alexander jamás en su vida había hecho nada parecido a esto, por lo cual tuvo una extraña sensación de felicidad.
- Se me acaba de ocurrir un lugar al que podemos ir.- Dijo Danielle.
- ¿Acaso no te cansas de caminar?- Pregunto Alexander con una leve sonrisa.
- No realmente...- Contesto Danielle con una sonrisa.- ¿Acaso tú ya te cansaste?
- No...- Contesto Alexander mientras la miraba.- Es más fácil que te canses tú a que me canse yo...- Ambos sonrieron.
- Si pero yo solo soy una humana...- Contesto Danielle con una sonrisa.-Como sea...Sígueme...- Ambos comenzaron a caminar por un rato hasta que llegaron a una casa bastante grande, al parecer nadie estaba ya que estaba todo completamente apagado.
- ¿Dónde estamos?- Pregunto Alexander confundido.
- Esta era casa de mi bisabuela...- Contesto Danielle.- Al morir dejo un lugar que era importante para ambas...- Ambos iban caminando hacia la parte trasera de la casa, cuando finalmente llegaron se encontraron con un jardín enorme, era más grande que la casa y estaba lleno de distintos tipos de plantas y árboles, además había un pequeño camino que daba a un invernadero.
Danielle abrió la puerta y ambos entraron. Era un lugar hermoso, había distintos tipos de plantas e incluso había un pequeño estanque lleno de peces y en el fondo del invernadero había una mesa con algunas sillas. Alexander miraba todo el lugar bastante asombrado, jamás había visto un invernadero como ese.
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