¿Enojo y Venganza?

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Jimin solo quería zambullirse en la fosa de lodo y morir ahogado.
Su padre y Suga estaban conversando animadamente mientras recibían un masaje en los pies. Jimin se negó porque realmente era muy cosquilludo y eso no saldría bien. Pero al parecer el otro par no tenia problema alguno, más si tenían a una joven mujer con manos de ángel agachada entre sus piernas tocándoles los pies.

Y una puta mierda

La salida parecía ser divertida para ese par. Y Suga parecía más el hijo del señor Park que el propio Jimin.
Aunque Jimin sabía que su amigo solo estaba actuando super amable porque así conseguiría que su padre gastase más en él.

Maldito interesado

Para cuando salieron del salón de masajes, su padre ofreció llevarlos a cenar a este nuevo restaurante que había abierto hace poco en el centro de la ciudad. Comida internacional.

Jimin solo quería regresar a casa.
Su padre y Suga se la habían pasado hablando de mujeres, y eso solo enojaba más a Jimin.

Por eso, Jimin estuvo con su rostro más inexpresivo cuando Suga se fue al baño y los dejó solos en la mesa mientras leían la carta. 

- ¿Estás enojado por algo en especial hoy, Jimin?

- Es increíble que estés preguntando eso, papá. 

El hombre suspiró cansado y se acomodó mejor en el asiento. 

- Hijo, sé que estas enojado, pero... ¿Te puedo pedir algo?

- ¿Qué?

- No se lo digas a tu madre.

No podía creerlo. Simplemente no podía creer lo que su padre le pedía en ese momento. 

- ¿Realmente eres tan cara dura como para pedirme eso? 

Jimin sentía que su rostro se enrojecía, pero no por vergüenza, sino por enojo. Él realmente idolatraba a su padre, bueno, no tanto así. Pero lo admiraba bastante desde siempre, y el hecho de que su padre hubiese cambiado tanto desde que llegaron a esa nueva ciudad - y eso que ya había pasado bastante tiempo - solo hacía que se sintiese decepcionado. 

Pero, honestamente, no sabía si estaba más enojado porque su padre se acostó con la sirvienta y le estaba pidiendo ocultárselo a su madre, o porque Suga se había acostado también con ella. Al parecer esa sirvienta tiene más suerte que él. 

Jimin no estaba pensando correctamente. Y tampoco ayudó el que su celular sonase y viera el nombre de su madre en el identificador de llamadas. Le mostró la pantalla a su padre con una ceja alzada. 

- ¿Debería hacer que esa sirvienta tuya se vaya? - murmuró con la mirada fija en su padre.

Podía reconocer esa expresión en el rostro de su padre. Esa que demostraba que no creía que su hijo fuese capaz de hacer algo como delatarlo. 

- Sabes que no quieres que ella se entere Jimin. 

- ¿Por qué no?

- Porque sabes que ella se pondrá mal y que todo esto de la gran familia se irá a la mierda.

- No puedo creerlo, ¿Realmente vas a actuar como un idiota, papá?

- Me sentía frustrado y solo ¿Ok? Tu madre nunca está, siempre está en el trabajo, no me escucha, me sentía solo y necesitaba a alguien, y ella estaba ahí 

Su padre soltó las frases tan rápido que apenas pudo procesarlas. No se había dado cuenta de que el celular había dejado de sonar e indicaba una llamada perdida. 

- ¿Te sentías solo? ¿No crees que esa es una escusa muy cobarde de tu parte? 

- No sabes por lo que estoy pasando Jimin.

Iba a contestarle algo más, pero el celular volvió a sonar. Descolgó la llamada y se llevó el móvil al oído.

- ¿Mamá?

Vio a su padre frotarse el rostro con ambas manos y mirarle casi suplicante. Jimin no sabía qué hacer. Si le decía a su madre podía ocasionar que estos empezaran a pelear, podían divorciarse, y aunque realmente creía que no le podría afectar a él, pensó en su hermano, en Taehyung . Su pobre hermano no tenía por qué presenciar algo como esto. No cuando ya lo molestan otros niños por ser diferente. 

- Perdona, no oí el celular... Estoy con papá y Suga cenando...

Pero entonces un pensamiento cruzó por su mente, y miró a su padre fijamente.

- ¿Estás yendo a casa? Papá estará ahí en un momento. Vale, nos vemos luego mamá. Yo también te quiero. 

Una vez que colgó la llamada y pudo ver el rostro casi aliviado de su padre, se pasó la mano por el cabello, sonrió y estiró la mano hacia su padre.

- No le diré nada. Pero mi silencio no es gratis. 

Jimin realmente se sentía un hijo de puta haciendo esto. Pero algo dentro de él quería hacer sufrir un poco a su padre.

Vio al hombre sacar su billetera y poner a regañadientes unos billetes en su mano. 

- Debes estar bromeando - comentó divertido al ver los billetes - Te estoy pidiendo tu tarjeta de crédito. 

Su padre le miró incrédulo, sin embargo, sacó la tarjeta de la billetera y la puso en su mano, mirándole desafiante. 

Jimin tomó la tarjeta y dejó los billetes en la mesa, regresándoselos. 

- Ten, para que te regreses a casa, no quiero seguir viendo tu rostro esta noche. 

- ¿Podrías hablarme con respeto? Sigo siendo tu maldito padre.

- ¿Quieres que le diga a mamá? 

El hombre no dijo más. Pero se notaba que se contenía con furia. Respiró profundo, y tomó los billetes en la mesa, poniéndose de pie.

- Mamá te espera para ir al cine. Regresaré tarde a casa, que pasen una linda noche, pá~ - canturreo guardándose la tarjeta y lo despidió con la mano.

- Ni una palabra de esto a tu madre.

- ¿Sobre qué? - fingió ignorancia. 

- Bien.

Jimin pudo ver a su padre marcharse del restaurante. Y a los segundos, Suga se sentó a su lado.

- Eso fue intenso. ¿Realmente le quitaste su tarjeta de crédito? 

Suga metió las manos entre la ropa de Jimin para buscar la dichosa tarjeta y silbar apenas la tuvo entre sus dedos.

- Tch... Igual tiene otras dos, debía habérselas quitado todas... ¿Qué quieres comer? 

- Pues pediré lo más caro~ 

- ¿Quieres hacer algo luego? - Jimin le quitó de nuevo la tarjeta y la agito suave - Papá invita~ 

- Ese es mi Chim Chim~ 

SUGAR RUSH | Yoonmin (PAUSADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora