Mi nieve.

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La noche era fría, una fina capa de nieve cubría el asfalto de la calle pero su espesor apenas y superaba los cinco centímetros de profundidad.Pequeños copitos de nieve caían sobre las ventanas, empañando los vidrios que protegían del viento a las parejas en casa, entre ellos la preciosa unión de los dos jugadores del Raimon.

Hiroto se entretenia en abrir cajas desordenadas, repletas de adornos navideños. Midorikawa en cambio, batallaba contra un inmenso árbol artificial que se negaba a ser acomodado.

-Mido, puedo ayudarte si quieres.- recordó con una sonrisa el de lentes, escuchando los jalones tras suyo.

-¡Jamas! ¡Ya sabes lo que dicen, el que persevera alcanza! ¡Y esta cosa no me ganara! - rebatió tratando de enderesar una rama torcida.

-No creo que tenga intención de ganarte...

-¡Me esta retando!

Kiyama rió al escuchar al otro, mientras revisaba un lindo angelito para colgar en la cocina, lo cual hizo.

Riuji observo furioso al gigante verde, insistiendo en que esa malévola cosa le hacia averías por gusto. De repente se estampó contra el suelo a causa de la molesta rama que decidió enderesarse, mandándolo a volar.

-¡Ah! ¡Probaras mi furia!- gruñó lanzándose hacia el objeto.

El ojijade corrió hacia la sala al escuchar tremendo estruendo, casi cayéndose al encontrar a mido aplicandole una llave a su árbol.

-Cariño, ¿Que haces?- lo tomó suavemente de la cintura, levantándolo.

-¡Dejame! ¡Yo solito puedo!.- resongó el peliverde soltándose.

-Pero si es una decoración, no puede golpearte.

-¡No estés de su lado!

-No lo estoy.

-Demuestralo.

El de hebras encendidas miró la cosa verde tirada y la pateo con su derecha.- Em...¿Chu?

Mido lo miró enamorado.- ¡Eres mi héroe!

Hiroto estuvo a punto de negarlo cuando el molesto artificio lo derribo, sacando otra de las ramas desgarbadas de su interior. Tal vez si era malvado.

Tocó el piso con sus manos evitando golpearse, pero pudo sentir un aura maligna proveniente de su medio campista.

-Nadie...¡Nadie toca a mi Hiro!

Fue lo ultimo que pudo oír el defendido antes de que su pareja se lanzase contra el demoniaco cacharro y se levantara una humadera de polvo.

A veces el de piel porcelana se sentía un poco loco a su lado pero lo amaba.

-¡Y no te metas con mi fuego!- advirtió molesto el de coleta, lanzando el árbol por la ventana.

Al terminar miró a Hiroto quien permanecía en el piso, recargado en sus codos y sonriendole.

¿Quien diría que se quedarían juntos?
Bueno, Fubuki lo predijo cuando le contó de su relación, Suzuuno,Nagumo...¡Bien! ¡Era obvio!

Menos mal que se vengo empujando a Shiro con Shuya y haciéndolo ser un tomate viviente. El rojo más fuerte que vio en su vida.

Bueno, el segundo rojo mas fuerte, sin duda el tono de pelo de su chico era mucho mas intenso.

Y hermoso.

Muy muy hermoso.

¿Ya dijo que era hermoso?

Más que ese torpe arbolucho grosero...oh, mido tenia una idea.

-¿Estas bien cometita?.- pregunto ayudando a sentarse al bello ojiverde.

-Si mido, gracias. Recuerda que jugamos fútbol, no soy de cristal.- sonrió cerrando sus ojos, gesto que duró poco, ya que sintió algo rodear su cuerpo.- ; ¿mido?

-No, eres de porcelana.Y la porcelana debe cuidarse ¿No? .- preguntó juguetón el ojinegro, enredando a su mayor en varios metros de escarcha blanca.

-Pero...- fue interrumpido por un beso corto, sintiendo como sus manos quedaban atrapadas entre la suave tira.

-Te quiero como árbol, como angel y como todo.- el pelipasto sonrió acariciando las mejillas níveas, que se pintaron de un leve color carmín.

-¡Te vez tan lindo Hiroto!.- chillo colocando una estrella sobre la cabecita roja del mayor, mientras este reía.

-Tu siempre te vez hermoso y no grito tanto.- el joven ojioscuro lo miro apenado, ignorando el hecho de que su amor deshacía su prisión poco a poco.

Sintió de pronto que lo atraían, viendo con asombro como el chico le rodeaba el cuerpo con la misma adorable cadena que el uso.

-Kiyama...

-Shh, ven mi arbolito, vayamos a esperar a santa.

Fue la única respuesta del meteoro para tomar en brazos a su regalo de la vida, llevándolo a la habitación y dejando un desastre en la casa.

Fuera de ahí, un gracioso personaje ojiverde, antes mohicano, tomo el árbol artificial, llevándoselo a casa de otra pareja.

Era divertido hacer maldades.

He decidido hacer un corto especial en estas frías pero cálidas fechas.

Espero les guste :)

¡Feliz Navidad!¡Gracias por leer!

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¡Feliz Navidad!
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Shuyaneko~

No Puedo....( hiromido )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora