— ¡Adivina quien perdió anoche lo ultimo que le quedaba!. -soltó Mía detrás del casillero de Lana quien se encontraba guardando sus libros.
Lana se asomo por un costado haciendo un gesto de desagrado a lo que Mía rió.
— Oye.. en serio amiga, discúlpame. Sé que no debí haberte dejado sola,a lo mejor te fuiste sola y te pudo haber pasado algo por mi culpa. -continuo Mía.
— Bueno.. -respondió Lana con un nudo en su garganta. — Prácticamente no me fui sola ¿sabes?... James estuvo ahí, y me tope con él cuando estaba buscándote, y él se ofreció llevarme a casa.
Mía dio un salto emocionada.
— ¿Porqué no le pediste que te llevara a su casa? Por Dios Lana, tuviste la oportunidad de tu vida. -continuo.
Lana rodó sus ojos y camino junto con Mía hacia la ultima clase del día con el maestro Grek, profesor de Matemáticas.
Las horas pasaron rápidamente, y el timbre dio su ultimo sonido del día, todos los estudiantes guardaron sus pertenencias y salieron de la gran escuela. Lana junto a Mía y otras chicas más se dirigieron hacia la salida, todo estaba bien hasta que Lana sintió un fuerte agarrón en su brazo izquierdo haciendo que se detuviera entre la multitud. Dio medio giro para encontrarse con el personaje que le prohibía el paso.
— Oye.. no puedes tomarme así cada vez que quieras hombre. -dijo pensando en encontrarse a James frente a ella.
— ¿Qué?... Lo siento. -era Alex, su mejor amigo. — Oye... Lana, estaba pensando en si puedes acompañarme a una fiesta en la noche.
Alex Williams, era el mejor amigo de Lana desde que tiene memoria, él detesta a Mía, bueno, ambos mutuamente lo hacen. Alex está enamorado de Lana desde noveno grado, pero nunca tuvo el valor de decírselo, y como van las cosas, jamás se lo dirá.
— Dios Alex... Sabes que no salgo a fiestas, que tonto. -respondió ella soltándose de su amigo. Él con un gesto cabizbajo asintió, suspiro y se despidió de Lana.
Lana molesta se sobo el brazo izquierdo de aquel apretón de su amigo, al salir de la escuela ya no habitaba ni un alma así que nuevamente sola se dirigió a casa. En el trayecto cruzo por una tienda donde se realizaba "magia blanca" y "magia negra". Lana pensó en la conversación que tuvo con Mía unos días atrás. Pensó varios minutos en entrar a aquel lugar, pues era una decisión que le cambiaría la vida.
" Ok Lana... ¿Estas realmente enamorada de él? o ¿Estas muy desesperada en conseguir pareja para no quedarte el resto de tu vida sola con 999 gatos? ... Dios, ¿Y si todo esto es una farsa y no funciona?... Bien, ¿Te agrada James, no es así? Es lindo, es inteligente, escucha buena música... Es perfecto.. Pero coño, que el nunca se fijaría en mi, sino es de esta manera, creo que jamas lo hará... Así que vas a entrar ahí y esperaras a que todo funcione, y si no pues, joder Lana habrás perdido 19,95 dolares..." Se dijo para ella misma.
Cerro los ojos y entro al lugar con todo el temor posible.
— ¿En que te puedo ayudar mi niña?. -era una mujer anciana, tenia el cabello gris, un ojo azul y un gato negro a su lado. Lana siguió con su plan y se sentó frente a la mujer para comentarle todo lo ocurrido.
— ... Y quiero, -mierda- dijo en voz baja. — Quiero que él se enamore únicamente y profundamente de mi. -termino de confesar Lana.
— Bueno.. -suspiro la anciana. — Lo que pides es algo bastante complicado, cariño. Porqué estarás obligando a alguien a cometer algo que quizá no quiera, no es la primera vez que alguien me comenta la misma historia. Pero, ¿Sabes? tienes que estar 100% segura de que quieras hacer eso, porque cariño, cuando este realizado no habrá vuelta atrás, tienes que estar segura de que quieres compartir una parte de tu vida con esa persona, estar segura de que tienes la paciencia que requiere el amor. Estas segura de que lo conoces bien, querida. ¿Estas segura?.
Lana guardo silencio unos minutos, pensó muy bien las palabras de la anciana. Una parte de ella decía que se retirara del lugar inmediatamente, pero otra parte decía que lo hiciera. El recuerdo de James en su coche se plasmo en su subconsciente, y con los ojos cerrados un "Si, estoy segura" salió de su boca.
" Joder, lo conozco de unos días y ya quiero que sea mio... que tonta". -dijo en sus adentros.
La anciana asintió y comenzó su magia, cosa que tardo unos 20 minutos.
— Hoy, Luna llena, seguro que tu deseo se hará realidad mi niña, no dudes, ni desconfíes de la magia querida. Ten paciencia, desde el día de hoy, tu enamorado James Hetfield estará hechizado con el poder que me ha concebido la vida. Estará bajo tus encantos, bajo tu poder. Daño no le harás, existe un Karma, recuerdalo.
Lana suspiro aliviada, pago lo que era requerido, agradeció a la anciana y como si nada hubiera sucedido se dirigió a casa.
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The Spell.
FanficÉl, era un hombre mayor. Ella, era una adolescene. Él, era su maestro. Ella, era una simple alumna.