Capítulo 7

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Ryeowook pasó la mañana siguiente rebotando entre la culpa y la euforia. Yesung era suyo.

«Finalmente».

Yesung le amaba.

A él.

Dios, se sentía tan irreal. ¿Cuánto tiempo había soñado con escuchar esas palabras?
Al parecer, toda una vida. Y el mayor lo había dicho más de una vez. Lo había murmurado de nuevo mientras ellos se bañaban juntos antes de salir de la casa de huéspedes. Mientras sus resbaladizas manos, por el jabón, se movían sobre el cuerpo de Wook, limpiando, frotando y alejando todos los pequeños y grandes dolores, le había dicho, lo bastante alto para hacerse oír por encima del agua.

Ryeowook lo besó. Los besos llevaron a más caricias, y las caricias llevaron las palmas del mayor a ambos penes y los frotó juntos bajo el caliente y palpitante chorro de la ducha.
Considerando todo, no era una mala manera de comenzar el día.
Entonces la culpa le llegó. Por primera vez desde que su relación comenzó, el castaño lamentó haber inventado a "Kyu". Lamentó la historia que le había hecho ganar la simpatía de Yesung. ¿Qué hubiera sucedido si hubiera sido honesto y puesto las cartas sobre la mesa? No había forma de saberlo. Pero le debía confesar a Jongwoon, la verdad. La idea de mantener la mentira no le caía nada bien. Sabía que probablemente debería haber admitido la verdad desde el principio, antes de que hubieran llegado a involucrarse sexualmente.

«¿Qué pensará de mí?»

Wook esperaba que Yesung fuera comprensivo, quizás incluso que lo considerara divertido.

«Dios, eso espero. No puedo perderlo ahora».

Pero tampoco sólo podía dejarlo pasar. No sería correcto. Además de eso, había una buena oportunidad de que Yesung de todos modos llegara a saberlo. Si solo mencionaba a "Kyu" a los padres del menor, todo se acabaría. Wook tenía una relación lo suficientemente cercana con ellos para que supieran sobre el novio... o la falta del mismo. ¿Y si Yesung se enterara de la verdad por otra persona? Bueno, no quería ni pensar en eso.

Ryeo suspiró y se removió en su silla, haciendo una ligera mueca cuando algunos de sus tiernos músculos protestaron por la acción. La tienda había estado muerta hasta el momento, y el libro que había traído consigo no podía mantener su atención. Estaba dolorido y la ducha había ayudado solo un poco, pero aún podía sentirlo cuando se movía, un dolor sutil que le recordaba lo que había sido tomado la noche anterior. Quizás era un poco sentimental, pero el recuerdo físico lo hacía feliz. Era como un secreto que sólo él y Yesung compartían.

El sonido de las voces de sus abuelos llamó su atención a la oficina. Hablaban sobre enviar a un par de guías a casa temprano. Eso tenía sentido —no había muchas excursiones en kayak en el calendario, pero el menor pensaba que probablemente ellos no lo dejarían salir a él pronto, sin importar lo lento que estuviera el día. Alguien tenía que estar para atender a los clientes y responder los teléfonos. Normalmente, no le importaba mucho, pero su cuerpo dolía y todo lo que realmente quería hacer era hablar con su pareja, sí, Yesung. Y quizás también lograr unos cuantos mimos.

Miró el reloj.
El siguiente tour estaba marcado para iniciar dentro de hora y media, Probablemente significaba que Ye estaría libre durante casi todo el tiempo. Quizás podrían dirigirse a la ciudad para el almuerzo o algo así, y Wook podría
hablar casualmente sobre todo ese asunto del ex novio como un "te vas a reír cuando te diga esto". Podrían tener buenas risas sobre eso (lo esperaba), y luego todo habría terminado y estaría concluido.

— ¿Hey, abuela? —dijo Wook.

La vieja señora, apareció en la puerta de la oficina y le sonrió.

DESEANDO ➸ YewookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora