C A P I T U L O 5

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Estoy ahí frente a la puerta de mi entrada paralizada, hasta que escucho que alguien me da una palmada en la espalda para que reaccione.

—Entonces ¿heeee? ¿Me podrías prestar el teléfono?— me pregunta un poco desconcertado por la forma en la que lo estoy mirando.

—Eee... Sí... Claro... Eee..ee... El teléfono, ¡claro, si pasa!— digo moviendo la cara para apavilarme y hacerme a un lado de la puerta para que él pueda pasar al interior de la casa.

— ¡Anna! acompañaré a Wandry a la esquina y me iré a mí casa— anuncia Jey, —ya no recordaba que mis amigas estaban aqui.

—¡Anna mañana te hablo!— dice Wandry mientras sale por la puerta con Jey y me da una mirada ¿¡como de aprobación?!, que no entiendo en absoluto.

—¡Ee.. ok no hay problema!— le afirmó.

Ellas salieron murmurando algo que apenas se escucha, pero no les presté atención y fijé mi vista en el personaje desconcertado que se encuentra frente a mi.

—Es muy linda tu casa— dice Adám y observa la casa

—¡Gracias! Mi madre y yo nos encargamos de la decoración de la casa. — digo mientras me acerco al teléfono, que está al lado del mueble.— ¡Aquí está el teléfono!, puedes llamar cuanto gustes.

—¡Gracias! pero seré breve!— Informa.

—No hay problema.

Miéntras veo a Adán llamar, observo sus facciones el es: Alto, con un cabello marrón oscuro, tiene que tener algunos 20 años, tienen una barba de tal vez unos 5 dias, no tiene mucho labio pero le sienta bien y una mirada que te deja con curiosidad de investigar que esconde ese corazón, una mirada que te deja perpleja, pero enamorada.

Pero al estar tanto tiempo mirando sus facciones no me percato de que él me está observando— imagino que tengo que tener cara de idiota en este instante, —pero no me sale palabra alguna para disculparme por la forma en la que lo acabo de mirar, solo nos quedamos mirando con un silencio incomodo y cuando no puedo más sostenerle la mirada miro mis pies. Esperando a que alguno de los dos diga algo, hasta que por fin se escucha un carraspeo.

—Eee... Anna ¿quién es el?— pregunta Will desde el terminal de la escalera.

—Buenoo... Eee... El es el vecino de en frente, Adám.—  le anunció.

— Hola, soy Adám Martínez, el nuevo vecino— informa mientras se acerca a el, y estrecha la mano para saludar a Will, que como siempre tiene cara de hermano celoso y super protector.

—Williams Rodríguez Rijo, hermano de Anna. ¿ Y que se supone que haces aqui?— pregunta Will con mala cara.

— Pidió prestado el teléfono para llamar al camion que le hizo la mudanza— le anunció.

—Que lástima que no has llegado bien, cuando ya te vas.— dice con ironía y una de sus mejores sonrisas hipócritas.

—No, no sos vamos a mudar o no todavía, es que nos faltan unos artículos, que me acaban de informar que se quedaron en el camión pero ya mañana los traen. — Dice Adám sin darse cuenta de que mi hermano lo decía por qué no le gusta verme hablando con chicos.

El mundo sigue girando©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora