byebye innocence; minayeon

Capítulo 2

De nuevo estaba parada frente su casillero, no se le pasaba por la cabeza encontrar lo mismo que había encontrado allí el día anterior. Prosigió abriendo el mismo, soltó un gruñido al ver caer otra nota del mismo lugar. La tomó con rebeldía y leyó lo que decía en voz alta

-Te dejo mi número para que me contactes si quieres saber quién soy.

Miró a todos lados inutilmente y sacó su teléfono, marcó el número que había en la nota y dudó en si llamar o enviar un mensaje. Optó por el mensaje. Tecleó varias cosas y leyó y releyó lo que había escrito, estaba tomando la difícil decisión de enviarlo o no. Cuando iba a presionar "enviar', un fuerte ruido hizo que se asustara y tirara su celular, miró a quién había hecho aquello y se encontró con la profunda mirada de Im Nayeon.

Mina estaba inmóvil admirando la perfecta sonrisa de Nayeon, al igual que Nayeon admiraba su cara angelical y su vestimenta tan inocente. Un olor a vainilla impregnó sus fosas nazales y no pudo evitar cerrar los ojos para disfrutarlo, se dejó llevar y se inclinó buscando un encuentro más fuerte. Se sentía en un jardín lleno de gardenias bailando a la par del viento, era el viaje más relajante a otra galaxia que jamás había tenido. Para cuando se dio cuenta estaba en el cuello de Mina aspirando aquél olor tan exquisito. Aquello no podía ser más vergonzoso para la japonesa, la cercanía y sus acciones la estaban poniendo demasiado nerviosa, sus mejillas ardían tanto que era insoportable.

-Tienes un olor exquisito. -dijo con sinceridad, no se arrepentía de nada.

-G-Gracias. -

-Las que te adornan, hermosa. -

De pronto Nayeon se agacha y toma algo del suelo, se lo pasa y cuando lo toma se da cuenta de que era su celular, el cual había olvidado completamente con todo eso. Sin decir una palabra más se retiró, guiñandole el ojo.

Nayeon caminó tranquila por el pasillo hasta llegar al baño, sacó de su cartera el maquillaje y comenzó a untarlo por toda su cara. Estaba tan entretenida que no se dio cuenta de que había alguien con ella en algún baño de aquellos. Mientras pintaba sus labios con aquél rojo pasión un Jimin emocionado gritó lo más fuerte que sus pulmones le permitieron. Instantaneamente Nayeon dio un brinco, y no solo daño el perfecto delineado en sus labios, su camisa también se vio involucrada.

-¡MI CAMISA!

-¡GRABÉ TODO! Las shippeo tanto. -habló el pelinegro emocionado, saliendo del baño.

-¿Qué haces aquí, Jimin?

-Estaba con él. -sonrió, señalando atrás. Nayeon miró por encima de su hombro, notanda al chico de cabello azul menta que llamaba por completo su vista, analizó con calma al chico. Chupando una paleta como si fuera la última cosa más sabrosa del mundo, la manera en que sus labios y su lengua saboreaban aquél dulce era como si me estuviera anunciando o quejandose porque que había interrumpido algo muy intenso entre ambos; un sentimiento de asco y un escalofrío recorrieron su cuerpo e hizo unas muecas ante aquel sentimiento.

Jimin al notar aquellas muecas le hizo una seña a su acompañante para que saliera, el chico asintió sin quejarse y se alejó. Antes de irse agarró al pequeño afeminado por las caderas y lo forzó a un beso que segundos después ambos disfrutaban. Nayeon se volteó a esperar que el duo terminara, intentó quitar el pintalabios de su camisa pero lo unico que consiguió fue regarlo más por el area. Al sentir que la puerta se cerró se volteó a pegarle a su amigo que rápidamente se defendió de las garras de la menor.

-Tienes que ayudarme a quitar esto, ¡Es de mis favoritas! -se quejó y el mayor la ignoró importandole poco.

-Se llama Yoongi, ¿No es hermoso? -habló como un completo enamorado.