Narra Brittany
Parecen ser simpáticas, aun que todavía las noto tímidas, ya se acostumbraran. Ya llevo un tiempo largo estando en el instituto, cada año tengo compañeras nuevas, normalmente terminan el año y después de vacaciones simplemente no vuelven, hay algo en estas chicas que me intriga y me asusta, pero me emociona, averiguarlo será una aventura, después de todo, todos tenemos nuestros secretos. Creo que Olivia se ha dormido, no como Anastasia que al parecer tiene problemas para hacerlo, mi cama se encuentra en la parte inferior del camarote, y noto mucho movimiento arriba, los cojines se caen y ella suspira.
-¿Cómo es?- pregunta luego de terminar el suspiro.
-¿De qué hablas?-
-El instituto, ¿Cómo es?-
-En general es muy normal, a veces suceden cosas extrañas, la gente cree saber mucho y pretenden ser mejor que otros, pero todos tienen miedo y al final lo único que hay que saber es en quien confiar-
Cuando termine mi breve discurso sobre el instituto note el sonido de un ronquido, me levante y mire arriba mío, semi tapada y babeaba mucho….
Me senté cerca de la ventana, el brillo de la luna era impresionante esa noche, eran como mil focos de luz encendidos apuntando hacia mí. Algunas habitaciones que se podían ver desde la ventana todavía tenían la luz encendida, para ser las dos de la mañana, todos debería dormir, no hacer lo que sea que estén haciendo.
Volví a mi cama y ahí me quede.
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Apreté el botón de la alarma, antes que sonara y abrí las cortinas, ,plomo y frio, perfecto para comenzar el día, ambas se movieron, no tenían muy buen aspecto, en comparación conmigo, yo ya estaba lista, peinada y maquillada, me había puesto mi uniforme de colegio que era una falda corta y una blusa a medio abotonar, el cabello suelto y una leve capa de base, mis ojos anaranjados no necesitaban destacar mas, ellas estaban con la máscara corrida y su pelo desordenado, como si hubiese pasado por cerca de ellas un huracán.
-¿Qué hora es?- gruño la que se encontraba más cerca mío
-Hora de que se laven y vayamos a clases-
Una de ellas obedeció y la otra no, se quedo en cama y se tapo la cara con la cubrecama, tranquilamente me acerque y con un pequeño movimiento tire el colchón al suelo con ella encima.
Solo la mire y dije – Creo que no me entendiste-
No quería ser tan brusca ni tan pesada, pero como jefa de habitación me corresponde asegurarme que lleguen a tiempo a sus clases y si seguían así, no lo harían. Las tres tomamos nuestras mochilas y con muchísimo estilo caminamos por el pasillo hacia el edificio de la clase, sentí por primera vez que me completaban, ella formaban parte de mi, ¿seria eso posible? No las conocía por completo pero hací lo sentía, llegamos a la sala y ahí estaban todos, nuevos rostros y otros no tan nuevos, tome asiento junto a un chico que me pareció atractivo, lo mire, tenía un extraño tatuaje en su muñeca, al notar que lo miraba, cubrió su brazo rápidamente y sonrió.
-Brittany-
-Un gusto, Cody-
No dije nada mas, quería hacerme la difícil… Un señor, de bigote y con una calvicie resplandeciente entro y nos saludo.
-Buenos días alumnos-
-Buenos días Sr. Rector- respondimos en coro
Tomamos asiento y este con un movimiento de su mano llamo a otro hombre para que entrara, este era joven y bajo de estatura, tenía una barba rojiza y unos ojos azules profundos.
-Este es el Profesor Harry, su maestro de literatura- dijo el Sr. Rector
A casi nadie le importó.
La campana sonó y todos se desvanecieron como por arte de magia, yo, Olivia y Anastasia nos quedamos sentadas, paso un momento y nos levantamos con rumbo al comedor principal, comentamos la tarea que se nos había asignado y cuando estuvimos por entrar al comedor, vi luz y claridad.
Mientras caminaba hacia el edificio de nuestra pieza, sentí un leve ardor en mi brazo izquierdo, me subí la manga para chequear y vi que tenía manchas rojizas por todos lados, rápidamente la cubrí, no quería que nadie se preocupara, yo sabía su causa.
Ya no caminaba, sino más bien corrí hasta llegar a la pieza y en ella recostarme en la cama, poco a poco el ardor se iba quitando, cerré las cortinas y en la misma cama me senté. Y comenzó a explicar mi origen.
Nací en Rumania un 27 de octubre, desde chica que fui especial, no muchos lo notaban, mi madre que era una exitosa repostera del pequeño pueblo en el que me crie, Rudenferth, se caso con un comerciante, mi padre. El podía recorrer el mundo entero solo para vender algo, nunca supe muy bien de donde provenía, tampoco tuve tiempo para preguntarle ya que cuando yo tenía tan solo 5 años una desconocida criatura, entro una noche a nuestra casa y les arrebato la vida ante mis ojos. Sus carnes quedaron ahí, tiradas en el suelo, el miedo me impidió pedir ayuda de inmediato, ellos eran todo lo que yo tenía, durante la semana que estuve arrapada ahí, alimente mi sed de la sangre derramada, luego de eso, un humilde señor nos encontró y yo fui culpada del horroroso crimen.
Algunos comentaban que yo era una maldición y que destruiría al pueblo si me quedaba, otros no se atrevían a hablar de mí.
Se hablo del caso durante casi 5 meses, lo que más preocupaba fue de cómo supuestamente yo una niña de 5 años, había sido capaz de tan meticulosamente asesinar a sus padres, yo en el fondo sabía que no era verdad, y no deje que sus comentarios me afectaran.
Pasaron los años y cuando fui un poco mayor, me mude a Ampleforth lugar donde fui internada hace tanto tiempo, en el mismo instituto de Ampleforth. La gente aquí no sabía quién era yo, y que terribles cosas marcaron mi vida, construí una vida llena de mentiras, para no mostrara en realidad quien era, dije que mis padres nunca estaban porque daban conferencias mundiales sobre la ecología y los hice creer que yo era normal, luego del incidente con mis padres, descubrí que no lo soy, comencé a tener nuevos deseos, y nuevas formas de satisfacerlos, me enfermaba mucho y no podía jugar con los demás, tenía una fuerza y una rapidez casi de otro mundo, tuve que aprender a lidiar con ello y a ocultarlo, tuve que aprender a controlar mi nueva vida, y aquí estoy.