-Venga preciosa, solo un poquito....
Aleje al grandullon que hacia vanos intentos de sobarme y lo aparte de un empujon dedicandole una profunda mirada de odio.
-Vete a la mierda.-escupi con furia.
El grandullon me miro confuso, pero finalmente se giro y se marcho dejandome sola una vez mas.
Suspire de frustacion y me lleve la cocacola que tenía en la mano a los labios, maldiciendo una y mil veces la hora en la que decidi que salir un poco de fiesta no me haría daño.
Juro que Grace no se libraba de esta, ahora si que iba a matarla. Solo a mi mejor amiga podía ocurrirsele coger la mano del primer tio que la invito a copas y arrastrarlo a bailar. No pensaba dejar que me volviera a despertar de madrugada para llorar en mi oreja otra de sus relaciones fallidas.Encima me había dejado sola en la barra, muerta del asco y rodeada por toda una legion de acosadores que a la menor oportunidad se me insinuaban de una manera poco caballerosa.
Definitivamente este era el ultimo lugar en el que me gustaria estar un sabado por la noche. Llamadme aburrida y amargada si quereis, porque lo soy y no lo niego.Las fiestas, el maquillaje, la ropa sexy y los tacones de treinta centímetros no estaban echos para mi.
La verdad, prefiero la soledad de mi habitación, un buen libro y una manta cubriendome los pies que un minivestido de infarto que encima no es nada comodo.
En eso, Grace y yo discrepabamos completamente, aunque si soy sincera lo único que tenemos en comun y por lo que nos habíamos echo inseparables era por nuestro amor a "Los Beatles", cuya mencion hacia que ambas chillaramos como locas y que una enorme sonrisa nos cruzara la cara. Supongo que por lo demas solo nos queriamos.
Volvi a escrutar la masa de cuerpos que se contorsionaban en la pista de una manera poco decente y busque su largo pelo rojo. Nada. Ni rastro de ella. Esperaba que por lo menos no estubiera metiendose mano con su pareja de baile en el asqueroso baño de una discoteca.
Aunque por si acaso decidi ir a mirar, y asi evitar que cometiera una locura.
Cuando alcanze lo que al parecer era un baño, obseve con horror que había toda una fila de chicas que tambien esperaban su turno.
Genial.
La noche me estaba saliendo redonda.
Media hora mas tarde, y despues de escuchar toda una conversacion sobre las diferentes posturas de sexo, logre entrar.
Aunque no se porque me alegraba, dos chicas con pintas de todo menos de monjas, se retocaban su ya de por si recargado maquillaje en el espejo.
Sin esperar a que repararan en mi presencia me deslize hacia uno de los tres cubiculos que había (otra ventaja de no llevar tacones, es mas difícil que te oigan caminar) y me recoste contra la puerta contando mentalmente hasta diez para tranquilizarme.
-...Becka se lo tiro.
"Oh genial, encima tendre que aguantar otra estupida conversacion sobre sexo durante cinco largos minutos"
La otra chica rio con maldad.
-Seguramente el acepto una noche con ella a cambio de que lo dejara en paz, se pasaba las noches detras de el como una desesperada.
"Sera zorra...."
-Puede ser, pero aun asi tubo una suerte increible, solo se acuesta con las que le gustan, y bueno , no suele repetir....
La otra volvio reir falsamente, lo que hizo que me inundaran unas tentadoras ganas de atizarle con el bolso.
-Pues conmigo repitio, por lo que debo de gustarle mucho, aunque no le culpo....
Bufe.
"Sera creída...."
Las dos chicas se rieron de un comentario que no había oído y pronto se fueron, dejandome (porfin) a solas para poder hacer mis necesidades sin tener que oir dialogos de vesugo, con un pobre uso del diccionario.
Abri la puerta y me acerque al lavabo para lavarme las
manos.
Al verme al espejo un pequeño suspiro se escapo de mis labios.
No me entendais mal, no esque me considerase fea, no, de echo los chicos me consideraban bastante atractiva, tenía unas largas piernas, unos ojos verde esmeralda y un largo pelo liso azabache del que estaba orgullosa.
El incoveniente era que me consideraba demasiado guapa.
Ahora estareis pensando, "Creida".
Pues os juro que no.
Ahora es cuando pasais a la otra opcion posible.
"Esta loca"
Pero tampoco, es simplemente que considero que ese detalle no me ayudara a estudiar una carrera en condiciones.
Raro y patetico. Lo se, pero todos tenemos cosas raras e ideas extrañas.
Sali del baño y recibi una mirada de censura por parte de varias chicas por haber tardado tanto, esboze una sonrisa de disculpa y me aleje avergonzada.
No soporto que me miren, y menos cuando es para recriminarme algo.
Volvi ha acercarme a la barra y mire a mi alrrededor intentando una vez mas buscar a Grace.
Ojala no haberlo echo. Grace estaba en la pista de baile (menos mal) y si, estaba acompañada pero estaba bailando de un mado tan indecente que casi resultaba pornografico.
Hize una mueca de asco y me gire hacia el barman.
-Un cubata por favor, y con urgencia- susurre tratando de olvidar la imagen de la cintura de Grace restregandose contra el miembro de su acompañante.
Repugnante.
Una razón mas para no volver a venir a esta discoteca, nunca mas.
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¡Que te den imbécil!
RomanceArya Grenison nunca imagino que al conocer a Sam Harrison su imagen de chica buena y brillante se veria completamente tapada, por la misteriosa atraccion que siente hacia el chico que para su horror, se mete en peleas por placer y se acuesta con tod...