Capítulo 2

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Okay, tal vez ya lo notaron pero soy una simple persona con problemas de nacionalidad que vive en México :D Más específicamente, en el Norte. (La verdad si cambian un chingo las palabras) Esto lo digo por algunas palabras, ya saben regionalismo, lo pongo entre paréntesis ustedes digan si les molesta.

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El recorrido a la casa de John fue incomodo, y John batallaba en mantener la mirada en la carretera tratando de asegurarse de que el hombre a su lado aun estuviera consciente.

El hombre en cuestión parecía ponerse más y más tenso a medida que avanzaban; John podía notar que estaba temblando, tenia los hombros contraídos  y se encontraba lo más pegado posible a la puerta. Tanto, que John empezó a temer que saltara del auto en movimiento.

John se encontraba rezando que la herida no necesitara puntadas. Si ese era el caso, John tendría que llevarlo al hospital, porque John podía encargarse y monitoriar una concusión, pero no podía proveer suturas estériles en su sala de estar.

-Bien, hemos llegado-. Dijo John, acercandose al porche de la pequeña casa de una sola recamara.- Mis amigos Hércules y Lafayette llegaran en un rato, pero son buena gente.-

El hombre no dio señal de haber escuchado a John, simplemente giro la cabeza encontrandose con la mirada de John otra vez. Notó que aun temblaba, así que se apresuró a salir del coche y abrir la puerta del pasajero.

Suavemente colocó su mano sobre su hombro para ayudarle a salir del auto, pero antes de proceder, alejó su hombro repentinamente; practicamente se arrastro hasta el asiento del conductor, respirando pesadamente y agitando la cabeza; tenia ambos brazos levantados frente a el, como si estuviera esperando un golpe.

John retrocedió un poco, lentamente bajando su mano.- No te haré dañó, ¿bien? Lo prometo. Nadie te hará daño, solo te quería ayudar a salir del auto, debes de estar algo mareado por el golpe.-

El hombre miró la mano de John, aún agitado. lentamente levantó su mano hacia John, este la tomó y lo ayudó a salir. John pasó su brazo por su cadera asegurandose de que no hubiera hielo en su camino hacia la entrada principal.

Una vez que los recibió el calor de la casa, lo ayudó a sentarse en el sillón (sofá), y por fin le dio un buen vistazo a su herida. Ya podía ver algunos moretones formandose alrededor de la cortada. Después de una rápida revisión a sus ojos, John estaba mas que feliz al darse cuenta de que ambas pupilas reaccionaban a la luz y eran del mismo tamaño.

-No creo que tengas una concusión, aún así tendré que limpiar la sangre alrededor de la herida y va a arder un poco. ¿Esta bien?-. Preguntó John.

El asintió, y con eso se apresuró hacia el baño. Tomo dos gasas y las humedeció, también agarró una botella de peróxido. Antes de que pudiera entrar en la sala, escucho la puerta en el pasillo abrirse y la ruidosa voz de Lafayette exclamando.- Mon ami! ¡Ya llegamos!-.

John literalmente casi se caía en el pasillo, en un intento de evitar que Hércules y Lafayette asustaran al pobre chico antes de poder explicarles que éste se asustaba muy fácilmente. Antes de que Lafayette y Hércules pudieran doblar la esquina del pasillo, John ya estaba frente a ellos empujándolos ligeramente.

-No hables tan alto.- dijo John en un tono bajo, mirando detrás de él para asegurarse de que él hombre siguiera tranquilo en el sillón. John lo divisó pasando las hojas de las revistas en la pequeña mesa frente a él, mirando a su alrededor, le recordaba a aquellos asustados niños pequeños en la sala de emergencias. Todo se veía tan grande a su alrededor.

-¿Entonces que pasa?-. Susurró Hércules.- Atropellaste a un tipo con tu auto. ¿Por qué no simplemente lo llevas al hospital?... ¿Tienes miedo de qué muera?-.

"Ahora que éstas aquí" - (LAMS/Hamilton)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora