Gosick ( Nurarihyon No Mago&KHR)

Capitulo 8 :Lealtad de amigas

Kyoko de Gokudera era una mujer fría, dura y cortante hasta podía decirse que era cruel y malvada una verdadera perra por decirlo asi cuando se trataba de un tema muy delicado y prohibido que nadie debía tomar a la ligera 

 y era el hecho de ver la fila de arrastrada caza fortunas sin un pelo de integridad que eran arrojadas y ofrecidas para poder convertirse en la siguiente esposa de Tsuna-kun

- sucia perra- murmuro con desapruebo Kyoko que miraba a una rubia falsa  sonreír coqueta mente al joven Vongola sus uñas se clavaron en su perfecto bolso de prada color negro mientras baja del automóvil y se encamino al restaurante a paso firme y decidido

no es que estuviera enamorada de Tsuna y los celos la car comiencen el alma no era eso ella no veia a tsuna mas que un buen amigo un hermano protector y un gran compañero sentimientos amoroso hacia no existían pues por que sino ella no estaría casada con su amado Hayato 

era tan sencillo como el cielo es azul el sol brilla y la noche llegara al caer el atardecer

Tsuna y haru estaban hechos el uno para el otro eran almas gemelas dos desconocidos que debían conocerse asi de simple y sencillo la mujer indicada para ser la esposa de Tsuna era haru y nadie mas ocuparía ese puesto  

se trataba de lealtad y Kyoko le era leal aun muerta a su amiga espantado a todas las mujeres e hijas de mafioso que están detrás de tsuna y ¡vaya que si se tomaba su trabajo en serio¡

- Buenas tarde- comento Kyoko con una sonrisa friamente calculada fulminado con la mirada a la mujer - ¿Interrumpo algo? Tsuna-kun 

- Kyoko-Chan- suspiro aliviado el moreno al ser rescatado por el sol de Vongola caballerosamente se levanto y le acomodo una silla para poder sentarla a su lado- no no solo que la señorita Victoria estamos aquí para almorzar en muestra de disculpa por el malentendido con su hermano Ricardo el otro dia

Kyoko asintió con la cabeza levemente mientras con la mirada fria intimidaba a la mujer 

- Si un almuerzo entre el señor Vongola y yo - dijo Victoria una mujer de 25 años de cabello largo rubio ( claro con raíces negras) de vestido escotado rojo dejado ver sus pechos plástico kyoko la miro desagrado por mujeres como esta consideraba a las rubias como ella tontas faciles y superficiales- solo los dos 

- bueno..- Sonrió kyoko mientras se cruzaba de piernas con elegancia  y le quitaba la carta y la abrió mirando con cierto aburrimiento y le manda una mirada fría a la mujer- no les importara que yo les acompañe en este exquisita comida pues soy la esposa de la mano derecha de Tsuna parte de mi deber es poder cuidar y al jefe lo entiende ¿verdad? Victoria el deber hacia un esposo mafioso transciende ¡oh es cierto¡ tu no tienes esposo 

la mujer apretó los labios indignada sabia que la mujer de la guardián de la tormenta era el terror y el mismo infierno de todas aquellas mujeres que deseaban ser la esposa del Vongola

Tsuna no pudo mirar con pena a la mujer sin duda kyoko no iba tener piedad ni misericordia cuanto sonrió con es brillo perverso en sus lindos ojos miel