Hemmert
Otro día mas.
El sudor caía como cascadas desde mi cabello y recorría mi espalda. Acomode con suavidad los anteojos, y seguí con la siguiente puerta. Debía de intentar entregar los panfletos lo mas rapido posible, así podría ver la transmisión Multi-Lunacional de Solaria. Nadie podía perderla.
Nadie quería perder la cantidad de mentiras nuevas que diría el día de hoy.
Nadie quería perder las nuevas promesas que no cumpliría. Ella sabía que su pequeño Show tenía una gran cantidad de seguidores...Pero, también sabía que en la luna 6 no tenía oportunidad alguna de ser querida.Todos nos merecíamos los mismos derechos.
—¿Cariño...Como te fue?—Comento mi madre, apenas abria la puerta me venía llegar. Con un vaso de agua que acepte gustoso, solo deje los panfletos sobrantes sobre la mesa. Ella solo sonrío; sin decirme lo patético que había estado; sabía que estaba desilusionada de mi, de su luna, de Solaria, y del sistema solar.
Tenía la radio prendida. Estaba escuchando (o intentando escuchar) la transmisión Multi-Lunacional. Solaria estaba hablando, podía reconocer su tono de voz. Porque, a pesar de lo mentirosa y desalíentadora que podía ser para los de nuestra luna, seguía siendo increíble.Nunca antes había podido verla. Los de luna 2, 3, 4, y 5 debían de verla siempre que podían; la princesa Mercurio D' Solaris tenía un famosísimo programa que trataba sobre su vida en la gran luna; si mal no recordaba, era ''Keeping down with the Solarians''. Era el programa que mas raiting tenía. Se podía ver de cerca la vida de las Solaris, y del Rey y Principe de Noruega; Alexander y Nathaniel, prometido de Philippa.
—¿Ya dijo algo relevante?—Comenté, desesperado por escuchar. Con la esperanza de tener por el placer y/o sueño cumplido de escuchar a Solaria decir ''El Igualariado ha ganado''. Aunque eso era la cosa menos probable que existía. Eso significaba que Solaria bajase de su trono, y que todas las lunas fuesen 1; que todos fuéramos iguales.
El sueño de todos nosotros.
—Que ha vuelto el Solaz.
Fue lo que escuche en el momento en el que me acerque a la radio. Mi madre lo sabía. Me lo quería esconder a como de lugar. Le mire con seriedad, y arranque la radio de un tirón, subiendo con rapidez a mi habitación, y tomando el rebobinador. Siempre grababa la radio las 25 horas, por si Solaria alguna vez comentaba algo sobre el igualariado.
Las escaleras crujieron, indicio de que mi madre estaba subiendo. Sollozaba, podía oírlo.
—Te irás.—Afirmó algo que todos sabíamos.
—Lo haré.—Ella se acerco a mi, y me beso la frente; a pesar de que el sudor seguía en mi.
—Necesito...
—Solo...Consigue que todo cambie
Comentó ella con una sonrisa, y se seco las lagrimas con rapidez.
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Moonless
Fantasy6 lunas. 6 participantes. Un solo ganador, con la oportunidad de ascender. ¿Entras?