Pequeños silencios

En Silencio

Todos conocemos la gravedad del problema social que es la violencia de género, y sin embargo no reconocemos a unas de las principales víctimas, que son los niños. A través de este pequeño poema espero poder ayudar a que se visualice qué significa violencia de género para un niño.

EN SILENCIO

Los gritos brotan de sus labios temblorosos.

Cubro mis orejas con mis manos.

No quiero oír.

Noto como llega un sabor salado a mis labios.

Los gritos no paran.

Aprieto las manos contra mis oídos más fuerte.

No sirve. Los oigo. No se van.

Todos esos insultos...

Palabras feas que me dicen que no diga.

Abro los ojos

Y veo los colores como los de mi caja de pinturas.

Rojo, morado, violáceo, azulado...

Pero no es bonito.

Mamá llora. No quiero que llore.

Yo también lloro, pero en silencio. Siempre en silencio.

No le gusta escucharme.

Me acurruco en un rincón y pienso en cosas bonitas.

Mamá siempre me dice que piense en cosas bonitas.

Pienso en un pequeño perrito.

Y es marrón con una mancha blanca.

Los dos jugamos en el parque.

Me gustaría mucho tener un perrito

Pero a él no le gustan. Hacen mucho ruido.

Pienso también en mi osito de peluche.

Mamá me lo regaló cuando tenía 2 años.

Me gusta abrazarlo cuando estoy triste, y mamá está malita.

A veces se lo dejo a su lado por las noches,

Así se cura más rápido.

Esta noche se lo llevare a la cama.

Mamá grita. Se cae.

Llora más fuerte y se agarra las costillas.

Creo que le ha dado otra patada.

No me gusta ver a mamá malita.

Cierro los ojos con más fuerza hasta que veo estrellitas

Y sigo pensando en cosas bonitas.

Me gusta mucho pintar, así que también pienso en eso.

Tengo una caja llena de colores,

Los uso para hacerle dibujos.

Siempre sonríe cuando le regalo uno,

por eso le hago tantos.

Me gusta cuando se ríe conmigo, pero casi siempre está triste

Porque a él no le gustan las risas. Hacen demasiado ruido.

Él prefiere el silencio.

También pienso en la música, porque me gusta mucho.

Canto la canción que aprendí la semana pasada en el cole.

Mamá me dijo que le encantó.

Me dijo que podía ser cantante si quisiera.

La canto y se la dedico a ella. Se la canto en silencio.

Otro golpe. Otro grito. Otra palabra fea.

Y un portazo.

¿Mami?

Ya solo puedo oír el sonido del viento.

Los gritos se acaban como han empezado.

Y de nuevo,

Solo queda el silencio.