Capítulo Uno. «Continuación del Capítulo 51 de Allegiant.»

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Tobias.

—¿Dónde está todo el mundo? —dice Amar.

Caminamos por el puesto de seguridad sin parar. Al otro lado, veo a Cara. El costado de su rostro está muy amoratado, y hay un vendaje en su cabeza, pero eso no es lo que me preocupa. Lo que me preocupa es la mirada de preocupación en su rostro.

—¿Qué pasa? —digo.

Cara niega con la cabeza.

—¿Dónde está Tris? —le digo.

—Lo siento, Tobias.

—¿Lo sientes, por qué? —dice Christina bruscamente—. ¡Dinos que pasó!

—Tris entró en el Laboratorio de Armas en lugar de Caleb —dice Cara—. Sobrevivió al suero de la muerte, y liberó el suero de memoria, pero a ella... Le dispararon. No creemos que pase de esta.

La mirada de Cara era triste. Ella sabía cómo reaccionaríamos con Christina y por eso estaba tan reacia a decirnos que había pasado. Tris estaba en algún lugar, al borde de la muerte mientras que nosotros estábamos aquí, parados sin hacer nada.

—¿Qué? —gritó Christina, haciendo eco de mis pensamientos—. ¿Cómo entro ella? ¡Esa chica es idiota!

Pensé en ello, y me di cuenta que no había nada raro en el actuar de Tris. Ella haría eso, era obvio que lo haría. Tris moriría por su hermano, o por cualquier persona que amara.

—¿Dónde está? —pregunté con voz ronca.

—La llevamos a la enfermería. Está dormida... No creemos que pueda despertar.

—¿Cómo no puede despertar? —preguntó Christina prácticamente gritando—. ¡Debe despertar! Es Tris, por el amor de Dios.

—No grites, Christina -musitó Amar.

Los miré, y moví mi cabeza repetidamente. No quería aceptar que ella podría morir. No cuando acababa de encontrarla.

Miré fijamente a Christina, mientras ella permanecía atónita a lo que había dicho Cara. Pobre Christina, era la mejor amiga de mi Tris, y sabía lo que sentía.

—Vamos Christina —musité mientras tomaba su mano entre las mías.

—¿Podemos ir a verla? —preguntó mientras comenzaba a caminar a mi lado.

—Si. Pueden —susurró Cara, mientras nos miraba atormentada.

Con Christina caminamos de la mano hasta llegar a la habitación donde nos habían dicho que estaba Tris. Miré a Christina, que estaba pálida. Supongo que yo estaba igual.

—¿Entramos juntos? —preguntó ella con voz ahogada. Supongo que era lo mejor, podríamos apoyarnos mutuamente.

—Vamos —le sonreí de manera forzada.

Pasamos a través de la puerta a una habitación blanca y observamos a Tris. Una muy jodida Tris.

Mi corazón se agitó al ver su bonito rostro, pero también me quedé helado por lo demacrado que estaba. La palidez de Tris era enorme y sus lindos labios estaban morados y resecos.

—¿Qué pasó, Estirada? —pregunté al vacío.

Christina se acercó a la cama en la que estaba Tris, mientras yo las miraba desde la puerta.

Mi Tris se iba, y no podía hacer nada para evitarlo.

Allegiant / FANFIC.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora