Elizabeth
― Jóvenes buenos días, el día de hoy nos acompaña la Licenciada en Derecho, Graciela Méndez Bautista quien, como ya les había mencionado es colega mía― explica la profesora Rosario Valencia― ella ha resuelto casos impresionantes. Por favor Graciela ―indica a la señora de falda negra y una blusa blanca, en sus manos llevaba un portafolio negro de cuero. Ella pasó al frente y quedó casi frente a mí. Su cabello era rubio teñido, corto hasta los hombros y lacio.
― Buenos días jóvenes, como la licenciada Rosalba Álvarez Camacho acaba de mencionar mi nombre es Graciela Méndez Bautista. Soy originaria de Poza Rica Veracruz, aunque tuve que venir a estudiar al estado de Querétaro mi licenciatura en Derecho. Soy egresada de la UAQ, y déjenme decirles que me alegra que entre ustedes...― se detiene y se queda mirándonos a las chicas que nos encontrábamos en la primera fila. ― haya más mujeres. Junto con la licenciada Rosalba, éramos las únicas del curso, se nos discriminaba bastante porque no se tenía tan acostumbrado a tener licenciadas en derecho.
― Así es jóvenes y en todas las demás áreas también― repuso la profesora.
― A pesar de todo eso, salimos graduadas y siendo de las mejores de la generación. Comencé a ejercerme como abogada unos cuantos meses después, puesto que todo mi tiempo libre lo pasaba con un licenciado en su despacho, ayudándolo con los trámites. Me fue asesorando y él me ayudo a ganar mi primer caso. ― siempre hablaba muy seriamente y su postura era firme; era muy intimidante. ― Después de algún tiempo me mude al Estado de México, donde resolví varios casos. Viví también en los Ángeles, California, ayudando a inmigrantes que habían sido acusados de delitos que no cometieron. También estuve en Argentina y Chile, así como en España y Colombia, en estos últimos fue solo por capacitación. Les voy a dar un consejo, ustedes nunca sean mediocres y corruptos, en pocas palabras; Abogados vendidos. Actualícense, es decir capacítense cada que se ofrezca la oportunidad, una vez que ya se hayan graduado. Me alegra que se hayan decidido por esta licenciatura, ya van en cuarto semestre, no lo estropeen y sigan adelante, persigan el éxito.
― Bien... vamos a simular un caso recuerden que esta es la asignatura de argumentación jurídica. ― indica la profesora. ― La licenciada nos ayudará a escoger a dos personas y ella jugará de jueza.
― Bien, que pase el chico de suéter azul― dijo ella. Eligió a Jesús― ahora una dama, que tal... mmm... ¿Te parece si tú la eliges? ― dice a él.
― Pasa Elizabeth― dijo y maldije para mis adentros, sabía que él me escogería. Sabe que me gusta estar de parlanchina y que además siempre estamos en constantes debates.
― Ya, ¡¿Dónde está la chica?! ― dice Graciela y yo levanto la mano.
― Soy yo, su señoría― digo y me pongo de pie. Ella sonríe y asiente.
― Muy bien, dado esta elección de abogados. ¿Cuál será el tema licenciada Rosalba? ― pregunta a la profesora. ― ¿Divorcio le parece bien? ― la profesora asintió y ella nos explico que simularíamos el caso. De entre el pequeño grupo se eligió a Sandra de secretaria, a Noel de parte actora; parte que me tocaba defender, y a Carolina de parte acusada. Los pocos compañeros que quedaban tenían que inventarse el caso y que fuera lo más realista, porque a raíz de ello, nos tocaba actuar a los demás. Se quedó que el caso estaría ya planteado y escrito dentro de dos días. Carolina y Noel, tenían que estar meramente involucrados en el caso, y lo más irónico fue que, son pareja.
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Hermosa Destrucción
RomanceLa destrucción amorosa es algo que no se puede evitar, más sin embargo, puedes elegir a la persona que te destruirá. Algo que Eduardo un estudiante de medicina aprendió cuando conoció a Elizabeth, la chica de ojos color cielo. El destino los unirá...