She is a vampire

C H A P T E R/T W O

–Ayuda en algo Em- deje caer la pesada caja al piso.

–Deberías de relajarte y dejarlo para mañana- me contesto mi mejor amiga Emily, mientras escribía algo en su celular con mucha rapidez.

–Para que dejarlo para mañana si lo puedes hacer hoy- trate que entendiera la indirecta- ahora exactamente.

Bufo y se estiró en el piso.
A falta de sofás esta el piso. El lindo y empolvado piso.

–¿Diste el recorrido por la casa?- le preguntó al ver que no pensaba ayudar.

–Eso pensaba hacer- se levantó con más ánimo y salió corriendo hacia el patio.

Escuche un "Splash" proveniente de la parte trasera de la casa. En dos segundos estaba en el patio. Em nadaba de un lado a otro de la piscina sin importarle que a su alrededor hubiera un frío que aunque era soportable no era normal que una persona estuviera nadando a tal temperatura.

–Mañana nos levantamos temprano- bostezó.

–¿Desde cuando eres tan responsable?

Ignore su pregunta y observé todo a mi alrededor, hasta que mis ojos pararon en unas prendas regadas por la orilla de la piscina.

Jesús dame paciencia.

– Dime que por lo menos cargas ropa interior puesta- como respuesta me tiro su sostén.

– casi- sonrió con malicia.– no seas aguafiestas y metete, a los de la mudanza les conviene una propina visual. ¿No crees?

Sin pensarlo mucho decido meterme en la piscina.
Me deshago de mis converse y de todo lo demás, hasta del sostén. Quedando solo en bragas como mi amiga. Al fin y al cabo si ellos nos miran es primera y última vez que los veremos en la vida, qué más da.

Salte.
Saque la cabeza del agua mientras movía mis brazos para no hundirme cuando escuche pasos. Voltee hacia la persona que acababa de aparecer en el jardín, quien paró de repente al percatarse de las prendas tiradas en el suelo.

– Solo quería saber... ¿donde van a dejar las camas?- trató de no sonar nervioso, algo que a pesar de que lo intento, falló.

– Por un momento olvidé que estaban aquí- le dijo Emily con falsa inocencia al chico- ¿por qué no le dices donde tienen que ponerlo?

Sonreí.

Nade hacía las escaleras y pase un brazo por mi pecho mientras salía de la piscina.

Los ojos del chico estaban por todas partes ignorado mi cercanía. Me paré a un lado de él, acercando mi boca a su oído derecho. Podía escuchar la sangre pasando por su cuello y admito que en ese momento me entró mucha hambre, solo me dediqué a soplar entre dientes hacia su oído.

– Pueden dejarlas en el pasillo del segundo nivel- subí la mano que tenía libre y roce su mejilla con los dedos pero ese fue el único contacto antes de retirarme a recoger mi ropa.

Mire la hora en mi celular: 8:16 p.m.

Un ruido suena desde afuera. El olor metálico llega a mis fosas nasales antes de que los dedos de la persona tocara el timbre.

Bajo las escaleras corriendo. Me topo con Emily y su mano en el pomo de la puerta principal.

–¿hueles eso?- susurra.

Asiento, tratando de no pronunciar cualquier palabra para que, quien o que esté detrás de esa puerta no nos escuche.
Emily gira el pomo lentamente y yo me coloco más cerca de ella para cubrirla.