She is a vampire

C H A P T E R/O N E

Chapter one

FLASHBACK

Mi cabeza se encontraba apoyada en el respaldo de la banca, miraba el cielo nublado mientras en mi boca jugaba con una paleta sabor cereza.

Odiaba esperar y más si a la que tenía que esperar era a mi madre. Llevaba al cabo de media hora esperándola en una banca de la avenida. Desde aquí la podía observar, se paseaba por la tienda buscando unas flores para adornar la mesa, ya que hoy en la noche daríamos una cena para festejar uno de los logros del trabajo de papá y ella quería que todo fuera perfecto para cuando los invitados aparecieran.
Cerré los ojos. Una siesta en la calle no sonaba tan mal, ¿o si?

– ¿Alguien te ha dicho lo bien que te queda esa pañoleta?- me susurra la vos de un extraño al oído mientras tira suavemente de la pañoleta que se encontraba atada a mi cuello.

Di un brinco en mi lugar alejándome de la persona. El corazón me palpitó tan rápido en esos momento que tuve miedo a que saliera corriendo pero al ver de quien se trataba me relaje.
Me llevo una mano al pecho, soltando el aire que no sabía que estaba reteniendo.

– Si que sabes como ocasionar un infarto- dije con ironía. Una risa se escapó de mis labios y él me regaló una sonrisa, una de esas sonrisas que hacían que me derritiera y sino me levantaba rápido, seguramente quedaría pegada a la banca.

Toma asiento a mi lado y pasa su brazo por detrás de mi, apoyándolo en el respaldo de la banca- sus dedos rozando mi espalda descubierta a propósito.

– Siempre logras cautivar mi atención con lo que sea que uses.

Sos ojos recorren desde los míos hasta las puntas de mis zapatos.
Ruedo los ojos y después lo mire fijamente.

– Hola para ti también.

– Lo siento por ser tan descortés bella dama pero no podía pasar por alto el hecho de que siempre luce tan hermosa.-pasa la otra mano por su pelo muy bien acomodado con gel. Dirijo mi vista al local porque empiezo a pensar que lo he observado demasiado tiempo y no quiero que su ego se haga más grande de lo que ya es.
Sus ojos también se dirigieron a este, mi madre se encontraba charlando con la dueña de la florería.- aunque más que charlar, estaban chismorreando sobre las demás personas que tenían en común.

– Gracias, supongo- me encogí de hombros.

Un silencio nos embargó. Quería saber de él pero, ¿Cual de todas las cosas que quiero saber de él, preguntarle primero?

– Es grandioso el hecho de que eres hermosa sin esfuerzo alguno y eso me encanta- sus palabras me toman por sorpresa, la naturalidad para declarar sus pensamientos me asusta. Giro la cabeza a una velocidad descomunal y me llevo la grata sorpresa de que sus ojos están observando mi rostro. Las mejillas me arden y podría apostar los guantes de mi madre a que tengo la cara al rojo vivo.- tú me encantas...- susurra y es demasiado para mi seguir viéndole.

Nunca me había topado con un chico que hablara tan libremente y sin cohibirse, la mayoría eran unos egocéntricos y muchos hijos de papi y mami que daban todo por sentado, hasta a las mujeres. Él es diferente.