Colin había llegado a la conclusión de que ella era rara.
¿Una chica llorando? A su edad, ellas lloraban por cualquier drama; tenían las hormonas locas. Pero había algo en ella, en sus ojos grises con chispas azules y en su nariz respingada que le daban a su rareza el toque justo de encanto que hacía que Colin se quedara en su habitacion más del tiempo que siempre estaba, sólo para verla.Pero ella no volvió a salir ese día, ni el siguiente.
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La chica de la ventana
Historia CortaElla era el deseo que él siempre le pedía a las estrellas.