CAPÍTULO 2

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RAPIÑADORES

*Natalie*

Ya está mi habitación completamente patas arriba y aun no lo encuentro. No estaba en el baño, ni bajo la cama, ni en el tocador, ni en la ventana ni en ningún lado.

-No recuerdas dónde lo pusiste- negué  con la cabeza. Mi amigo Glenn me está ayudando a buscarlo. Ya llevamos una hora buscando el maldito papel dónde copié la combinación de la puerta de la sala de armas- ¿o no te acuerdas de la combinación?- volví la mirada hacia él y levanté una ceja

-Si me acordara no te tendría acá buscando como un loco ese maldito papel

-Buen punto, ¿dónde está Aya?

-Está buscando en mi oficina, tal vez esté ahí

-Puede ser

-¿Por qué tengo que ser tan despistada? ¡es que no puedo hacer nada bien!- grité mientras me alaba el cabello.

Hoy los nuevos de ésta semana que se habían inscrito a la fase de francotiradores iban a practicar y es imposible que practiquen sin un fusil de francotirador.

A diferencia de la Resistencia, nosotros no damos puntos para armas ni nada por el estilo, cada facción (francotiradores, infantería pesada, armas cuerpo a cuerpo, espionaje, inteligencia y soldados) tiene su forma de organizarse, es más, ni yo se como se organizan, yo solo espero que los entrenen bien, les proporciono los recursos y los guío en batalla

-Hey calmate- dijo Aya apareciendo repentinamente poniéndome una mano en el hombro. Aya es mi pareja a la cual amo más que a nadie en el universo, por su forma de ser, de hablar, de calmarme cuando estoy apunto de explotar, de absolutamente todo.

-Si pero es que me desespera que no pueda hacer nada...- me calla dándome un beso corto y suave en la boca

-Lo encontraremos Nat

-Está bien- digo tranquilamente sabiendo que discutir de esto no llevaría a ningún lado

(...)

-Lo encontré- dijo Glenn levantando el papel victoriosamente

-Gracias Glenn- dijo dando un suspiro

-No hay de qué

-Viste- reprochó Aya con una mirada triunfal- ahora ve a arreglarte que tenemos una reunión urgente

-Cierto- dije llendome a la ducha. Aya y Glenn salieron de la habitación rápidamente dejándome encerrarme en mis pensamientos

En lo que me estoy duchando me pongo a pensar en todo lo que tengo que decir hoy.

(...)

-¡Nat! ¿Ya acabaste? Tengo hambre

-Si ya solo me falta la chaqueta...-digo extendiendo la ultima a de chaqueta dando a entender que...

-No la encuentras ¿no es así?

-Eeeeeee, pues...

-La dejaste en mi departamento la otra noche, déjame entrar y te la daré

-Está bien- me aproximé a la puerta y giré la perilla. Fuera está Aya ya uniformada esperándome con la chaqueta en la mano- ¿Por qué tengo que ser tan... un desastre?

-Eres el mejor y más lindo desastre del mundo- dice Aya con una sonrisa juguetona. Le doy un beso en la frente (la diferencia de altura entre ella y yo es de más o menos cinco o ocho centímetros) agarro mi chaqueta, la tomo de la mano y echamos a andar hacia el comedor.

Mata O Muere: Coronam Mortuorum  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora