Sweet magic

Aparento estar vivo

Miraba la pared, de un triste color crema, sentía un pesar en sus ojos quería seguir durmiendo, pero algo en él no lo dejaba, y no sabía que era, soltó un suspiro, y desvió la vista hacia la ventana que dejaba ver un nuevo día en Seúl, pero el día estaba nublado, aunque para él todos los días eran como ese, escasos de luz y de esperanza, se quiso mover, pero las puntadas en su cuerpo lo impidieron, soltando un quejido de dolor, sintió la puerta abrirse, el cerró los ojos ante las lágrimas de dolor que amenazaban con salir.

-JaeNo, sé que estás despierto-escuchó la voz de su psicólogo, pero no abrió los ojos los cerró más fuerte, escuchó el sonido de la puerta y luego pasos.

-¿JaeNo?- la voz de uno de los kinesiólogos- tu espalda- el menor asintió abriendo un poco los ojos, y sintiendo sus lágrimas correr por sus mejillas- demonios, hay que llevarlo a la zona del...- TaeYong hubiera seguido pero la voz de JaeNo lo interrumpió

-No... por... favor- dejo con un poco de dificultad-solo fue una puntada, estoy bien.

-Deberíamos de hacer una revisión, tu terapia nos preocupa, JaeNo por favor- TaeYong se sentó en la cama mirándolo calmado.

-Déjamelo a mí- DoYung quién fue el que llamó a TaeYong se acercó, a la cama mientras que el otro abandonaba la habitación- JaeNo, cuéntame todo lo que quieras, tu cara además del dolor que sientes en tu espalda es dolor emocional hay algo aquí- puso su mano en el corazón del menor, que latía muy despacio- soy tu mejor amigo, por poco decir hermano, aquí adentro- JaeNo esbozó una sonrisa, mirando a DoYung

-Creo que me estoy haciendo daño intentando volver a caminar- JaeNo soltó un suspiro, y miró directo a los ojos del mayor, quién le escuchaba atentamente- se sincero ¿sirve de algo todo esto?, el que intente mover mis piernas, es que quiera sentir la parte de debajo de mi cuerpo, no tengo un motivo para levantarme, debería de estar muriéndome en casa, aunque así le ahorro un dolor a mi madre- JaeNo volteó la vista a la ventana.

-JaeNo, piensas que esto no te ha servido- JaeNo asintió- déjame decirte que estás muy equivocado, los nervios de tu columna se están ajustando muy bien al tratamiento, llevarás dos años en esto, sé que es agotador, que muchas veces has pensado que esto es inútil, pero créeme cuando te digo que lo principal viene de aquí- JaeNo sintió la mano del psicólogo en su corazón, que latía muy débilmente- cree en ti y pronto estarás caminando por aquí, yo creo en ti, sé que lo lograrás, estoy aquí para ayudarte, y te apoyaré en tus primeros pasos, siempre- JaeNo volteó a ver al DoYung a los ojos, y lo abrazó, nunca nadie había creído tanto en él, DoYung y John Seo eran los únicos que creían en él, bueno por lo menos él pensaba así.

DoYung lo ayudó a sentarse en su silla de ruedas, solo JaeNo se vistió y tomó sus cosas, para dirigirse a la escuela interna que había allí, saludó y mostraba una gran sonrisa, nadie sabe que detrás de esa sonrisa, hay un chico que está muerto en vida.

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Enojado, y suspirando por todos lados, hoy no estaba en sus mejores días, primero se le cayó su teléfono nuevo dentro del baño, y ni siquiera había terminado de pagarlo, su último ligue se había ido del país, y la chica lo cortó, y ahora buscaba señal con su teléfono, que según él, era del año cero, buscaba por todos lados, se subió en una banca, levantó su brazo, pero nada, quería mandar al ladrillo que tenía por teléfono a volar. Soltó un suspiro de frustración, y se pasó las manos por su cabello, al final decidió subirse a un árbol, estaba escalando lentamente para no caerse, y al fin tuvo señal, estaba feliz.

-¿TaeYong?- sobresaltado soltó la rama, y cayó al piso, emitiendo un quejido de dolor- ¡Joder!- sintió pasos acercarse- ¿Estás bien?

-Sí, solo acabo de partirme culo y coxis, contra el piso, me asustaste DoYung- TaeYong seguía en el piso, sin moverse porque su amado celular estaba encajado en su espalda.