Llevaste a tu novia a tu casa, sería el gran día en el que la presentarías a tu familia. Y como era de esperarse, tu madre la recibió calida y alegremente, terminando por mostrarle tus fotos de pequeña.
—¡Mira, mira, mira! —exclamó la peli-negra llena de ternura, señalando una foto tuya a los pocos años de edad con un peluche.