Los inicios

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En un lugar destruido, los refugiados y soldados buscaban reponer y tratar de reconstruir un poco a toda una gran ciudad destruida por una gran guerra, ya que ésta tuvo una pausa indefinida, la cuál llevaba ya un año.
Max Aztarbuck, era un soldado aguerrido que comandaba un escuadrón especial; Max a pesar de todo era un chico muy tranquilo. Miraba desde lo más arriba de un edificio como unos niños estaban en una escuela improvisada, la cuál fue montada por soldados que se preocupaban por los niños.
En lo alto de ese edificio, de los pocos que quedaban más o menos en condiciones, sólo buscaba un poco de silencio y estar en suma paz. Él con su uniforme completamente negro, y con todo el equipo encima, no podía relajarse; por ende decidió quitarselo, bajó su casco, se quitó el chaleco táctico y la chaqueta, quedó con una remera blanca, y dejó al descubierto su pelo negro y encrespado, lo único que no se quitó, fue una bufanda roja, con un tono pálido y seco, la cuál jamás se la quitaba.
Al llegar la caída del sol y la iluminación de la luna, un soldado encapuchado sube discretamente en lo alto del edificio en que estaba Max, dicho solado estaba de negro, como Max. Se acerca lentamente y cuando llega a su espalda, Max dice:
-Tratas de asustarme acaso?.
El soldado se quita la capucha, y resultó ser una chica con un pelo rosa, una piel blanca, algo pálida, en eso se queda frente a Max y dice:
-Contigo no se puede Max, nunca pude hacerlo idiota, te odio-dice con un tono chilloso-.
En lo que sonriente Max responde:
-Lucy, llevas años tratando, ya me sé el patrón incluso de tus pasos.
- Tú cómo sabes que estoy aquí, como es que... Agggg déjame divertirme.
- Puedes hacerlo, sólo tienes que hacer mejor las bromas, no crees? Además te capaz y te mato si me amenazas, tonta, debes atender que haces.
- Cállate, aunque tienes razón; odio cuando tienes razón, a pesar de eso aún te quiero, pero te quiero golpear hasta que quedes inconsciente.
- Tú y tu violencia, relájate. En fin, a qué se debe ésta visita?.
- Llevas aquí demasiado, lo último que comiste fue en el almuerzo; así que creí que tendrías hambre (con una sonrisa coqueta)
- Sí que me conoces, todos éstos años valieron la pena, tengo una esclava.
- Te apuñalare si lo repites. En fin, tengo hambre también y no es divertido eso; traje algo de arroz y pollo, también un mantel, y te preguntas. ¿Lucy, para qué un mantel si no hay mesa? Pues comeremos en el piso.
- Por mí no hay problema.
Se toman el tiempo y comen lento, mientras bromean; al terminar Max dice con una sonrisa:
- Me sorprende lo mucho que se esfuerzan para hacer todo, más normal; se siente que la gente quiere paz nada más.
- Pero eso no depende sólo de nosotros Maxi. Por cierto, hoy estás muy sonriente ¿A qué se debe?
- Pues, tengo ya 24 años, tú 26, ósea que hace 12 años, conocí a una chica de pelo rosa en un parque mientras pintaba, curioso no?
- RAYOS LO OLVIDÉ. Lo siento -se tira a abrazar a Max-
- Relájate, sabes que no soy de los que toman en cuenta el tiempo. El tiempo es sólo un número, para algunos tiene mucho que ver, para mí no es nada, a mí sólo me importan los momentos.
(-Lucy con una cara bastante molesta le da un golpe en la cabeza y molesta dice:
- Olvidé eso, y cuando recordaste esa fecha casi me da un infarto porqué me sentí culpable
- Lo siento, pero tenía que hacerlo -dice entre risas-
- Ahora sí que te ríes -ella hace una risa fingida, que tiene un tono más alto que el de Max-
En eso entran dos soldados con suma violencia, y fuertemente armados, uno exclama
- ¿¡Qué hacen aquí?. Deben estar abajo, ésto es castigado con celda por una noche!
Max se levanta bastante molesto y dice
- Soy Max Aztarbuck, soy quién dirige la unidad NOOSE, deberías saberlo soldado! No les conviene seguir apuntando, odio eso.
Ambos bajan las armas y con pena se disculpan, y se retiran del lugar.
-

Hey, relájate Max -dice Lucy algo asustada-
- Es que no puedo tener un momento de paz! Estoy harto -dice furioso y algo triste-
Max se sienta y se toma del pelo. En ese momento Lucy se sienta junto a él, lo estira hacia ella y comienza a acariciarlo
- Eres un gruñón mi Maxi
- Cállate y acaríciame -dice con tono de niño mimado-
La noche cae de forma inminente, las estrellas y la luna deslumbran el cielo negro, ambos durmiendo en ese techo; hasta que Max se despierta, y con eso despierta a Lucy.
- Lucy debemos irnos
- Por qué? Es tan hermoso estar aquí -dice con el sueño pesado y voz ronca-
- Hay que buscar a Angelo, siempre hace tonterías
- Ash, hay veces que lo odio
En ese momento Max llama a Angelo por el radio, al instante Angelo responde y dice desesperado y en voz baja:
- Necesito ayuda urgente, estoy en el bar, el que está al oeste, apúrense por favor
- Pero qué pasa? Qué hiciste ahora!? -dice preocupado-
- Aún nada, sólo ven.
En ese momento, Max y Lucy bajan, suben a una moto del ejército (una Cross) y van rápido a donde se encuentra Angelo.
Al llegar al lugar, un bar que estaba semi intacto, por las reparaciones que tuvo, Max y Lucy entran tranquilos, y divisan a Angelo, quién con señas llama a ambos, y proceden a sentarse con él en una mesa; en voz baja Angelo dice:
- Necesito ayuda de Lucy, ven a aquella chica? Me tiene derretido!
Lucy dice molesta:
- Para ésto nos llamas de esa forma!?
Max: Relajense, Angelo déjate de juegos, sabes ligar fácilmente
Angelo: Pero en éste caso no -dice chillando-
Lucy: Max, y si mejor lo empujamos a ella de una vez -mira a Max con una sonrisa -
Angelo: Nooo. Me arruinarian
Max: Angelo Wild, eres un NOOSE, anda ya
Lucy le tira agua en la cara y dice:
-Asi estarás más concentrado. Ahora, a tirarlo.
Entre Lucy y Max lo toman de los brazos y lo lanzan hacia la chica.
Lucy y Max sólo observan sin decir nada, ambos sonrientes por Angelo.
Luego de un largo rato, se despiden Angelo y esa chica; en eso Angelo se acerca feliz a Max y a Lucy y dice emocionado:
-Tengo una cita con ella, mañana; es para almorzar, soy feliz.
Lucy: Si qué alegría, yo tengo sueño, nos vamos?
Max: estoy contento por ti, pero ya es hora de descansar Angelo.
Angelo sube a una moto similar , y Lucy sube junto a Max y van a unos suburbios apartados de la ciudad, donde hay gente viviendo y ellos tienen una casa reservada. Ya que estos suburbios son para el final de la guerra, ya que se espera la paz definitiva. Nadie dice nada al llegar, Lucy duerme en la misma habitación que Max, pero en camas diferentes, y Angelo en habitación diferente. Todos van a dormir sin dar una palabra más.
Al despertarse, todos se van preparando, Lucy prepara un desayuno típico. Van los tres a la mesa a desayunar y Max dice:
- Ya sabemos cómo te fue, pero dinos, que fue la perla del éxito
Angelo: Pues estuve calmado, aunque nervioso, entre ambos
Lucy: Esa nene, por fin algo serio
Max: gracias a mí consejo todo bien eh, soy de lo mejor
Angelo: Estas en lo correcto Lucy, YYYYY TU MAX... no, me dijiste que me relajara, no calmarme
Max: es lo mismo
Angelo: Claro que no, tonterías
Max: Soy tu superior niño
Angelo: Hace 4 años eso no contaba
Max: pues ahora soy tu superior -dice bromeando-
Lucy: Y si se besan? Sería genial, voto por Mangelo.
Angelo: te pasas Lucy.
Comienzan a reír y terminar el desayuno.
Al acabar, preparan sus cosas y vuelven al centro de la ciudad, a ayudar en algunas cosas y luego ir con Angelo al punto del almuerzo. En la ciudad, se pasan ayudando y enseñando a niños, y  jugando con ellos.
Llega la hora en la que Angelo debe ir al almuerzo, Lucy y Max lo acompañan.
Al llegar Angelo dice:
- Si quieren ver, que sea de lejos
Max y Lucy quedan lejos para ver el encuentro, el cuál se da con normalidad, Lucy y Max murmurando y burlándose en ciertos momentos. La cita iba normal, hasta que un grupo de tres soldados amenazantes  se acercan a Angelo y la chica; Lucy y Max se apuran para llegar al lugar. Los soldados se colocan detrás de la chica; en eso Lucy y Max se apresuran, ven lo que ocurre, y el que iba enfrente de los soldados dice.
- Mira nada más Analía, que hace éste soldaducho contigo? Tu me perteneces sabes
Analía(con la que salió Angelo) dice:
- Yo no soy tuya ni de nadie, idiota.
El la toma de la muñeca, y Angelo se levanta, y rodea la mesa, golpea al hombre y éste trata de devolverselo, Angelo lo esquiva y le da otro golpe en el estómago, los otros dos soldados en ese momento lo toman de los brazos y el otro soldado se levanta y dice:
- Hombre tonto, SOY LEWIS MARSHALL! Hijo del coronel Steven Marshall
Angelo responde:
-Aww, el niño de papá se cree fuerte.
En eso Lewis lo golpea en la cara, siguiendo de otro golpe en el estómago, y dice:
- Eso cubre lo que me hiciste, ahora te enseñaré a no meterte con mi chica.
Lucy y Max sólo tratan de apurarse para que no destrocen a Angelo.

Entre fuego y balasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora