El inicio

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Era un día normal, toda la gente de Tokyo estaba ocupada en su vida cotidiana, los niños elegidos habían crecido y cada quien tenía sus rutinas, Mimí y Zoe se habían ido al extranjero, Mimí continuo sus estudios en una escuela normal y Zoe empezó con estudios en casa, su madre la había entrenado junto con otras chicas y chicos para formar una banda, estaban iniciando su carrera como grupo y les estaba dando buenos resultados. Así que, a solo tres años de haber partido de Japón, habían decidido regresar, ella y su madre, pero no iban solas, una persona extra las acompañaba.

*

Era el primer día de clases para la chica después de un largo tiempo sin ir a una escuela, su uniforme la hacía ver un poco más delgada, había cambiado mucho tanto físicamente como sentimental, su cabello era más largó y esta vez lo llevaba suelto, sólo tenía un listón blanco en su cabeza con un peculiar moño que se hacía del mismo listón, su fleco lo hacía ligeramente para el lado izquierdo, una vez lista salió de su casa y fue directo a la escuela, a solo una cuadra de llegar vio a alguien que se le hacía familiar, su cabello alborotado, playera por fuera, ese caminar un tanto decidido y despreocupado, no podía ver su cara ya que estaba de espalda a ella, sí que había crecido, un montón de sentimientos encontrados llegaron, una gran sonrisa se dibujó en su rostro, acaso la reconocería? Se alegraría de volver a verla? Sabía que las posibilidades de reconocerla eran escasas, al igual que sus demás amigos, la última vez que la vieron, su cabello y ojos no cambiaban por completo, ahora era color platinado y sus ojos morados, algo que ni los mejores doctores del extranjero lograron descifrar. Muchas ideas de sorprender al chico llegaron a su mente, pero eso sería después, tenía que revisar su casillero, camino hasta estar en frente a aquel pedazo de metal, checo su horario y cuando tocaron la alarma todos empezaron a entrar a sus salones, Zoe no estaba del todo pérdida, cerró su casillero y se dirigía a su salón pero al dar vuelta tropezó con alguien.

NARRA ZOE

Si me dijeran que en esta vida podemos amar a una sola persona sin fijarnos en los demás, lo creería, frente a mi estaba aquella persona que estuvo en mis pensamientos estos tres años, esa persona que me inspiraba a escribir aquellas canciones... esa persona de la cual aún estaba enamorada... Sobe ligeramente mi frente, ya que había chocado con él, el solo bajo su mirada hacía mí y me vio confundido, fue en ese momento en el que nuestras miradas se cruzaron y un montón de Lumons alborotaron mi estómago, creando una sensación agradable.

-Lo siento, yo...– Agache un poco la cabeza y desvié mi mirada de él, un color carmesí se apodero de mis mejillas, Tai solo me inspecciono con la mirada un poco confundido y luego me sonrió.

-No te preocupes, fue mi culpa... Puedo hacerte una pregunta?- Mire confundida al chico y asentí con la cabeza, aunque ya sabía que pregunta me haría.

-S-Si-

-Nos conocemos de algún lado?- Mire por unos segundos a Tai y le sonreí, él me miro más confundido y con cierta intriga por saber que le respondería.

-Pues...~ No lo sé- Di media vuelta y empecé mi camino al salón mientras me reía por lo bajo, escuche como Tai se susurraba así mismo la misma pregunta, me detuve y voltee a verlo, él alzo su mirada hasta mi para verme con cierta rareza. –Si no te apresuras llegaras tarde a la clase, Ya-ga-mi- Su expresión cambio, ahora me miraba sorprendido, se lo que se preguntaba, "Como es que sabe mi apellido?!", debo admitir que el saber que no me reconoció, si fue algo decepcionante pero así era Tai, un chico despistado.

Continúe mi camino al salón, por suerte me encontré al maestro y me indico que me quedara afuera, escuche como empezaba a dar el discurso de que había una nueva alumna y después me indico que pasara, camine hasta quedar frente al grupo, busque con la mirada y ahí estaba Matt, al parecer seguiría la tradición de que nos tocara en el mismo grupo, puse mi vista en él y le sonreí, él me miro sorprendido y confundido a la vez, al parecer no me reconocía, creí que él sí lo haría.

-Hola, mi nombre es Tsuki Zoe Orimoto- Los susurros empezaron y la cara de asombrado de Matt se hizo presente, yo solo reí ligeramente. –Sí, no soy muy nueva para algunos, pero de igual manera, espero que nos llevemos bien, les prometo que en esta ocasión no me alejare de ustedes y tratare de colaborar con el grupo-

Camine hasta mi respectivo lugar, al lado de la ventana, esos eran uno de mis lugares favoritos, y la clase comenzó, extrañaba estar en un salón, con un maestro diferente en cada materia y compañeros a mi alrededor, esperando la hora de comida y después la hora de salida, esos 3 años que estuve tomando clases en casa no fueron muy divertidos para mí. El timbre de receso sonó, tome mi mochila y la puse entre mis piernas para así sacar mi almuerzo pero algo llamo mi atención, el celular que estaba en mi mochila no era mío! Al parecer ella había agarrado mi celular por equivocación y lo había metido a mi mochila en vez de su mochila, un suspiro de resignación se hizo presente, sin duda alguna esa chica no tenía ningún remedio.

Digimon Adventure 02Donde viven las historias. Descúbrelo ahora