Kakuhidan - One Shots

I.

—¡Hidan!

—¡Deidara!

—Esto no es para nada normal.—El pelirrojo miraba aquella ruidosa escena caminando directo hacia uno de los inmortales.

—¿Que probabilidad hay de que seguido nos encontremos en medio de una misión, ah?—Kakuzu hizo exactamente lo mismo ignorando a los otros dos, yendo con Sasori quien simplemente se encogió de hombros mirando al más alto de reojo.

Hidan y Deidara comenzaban con el típico escándalo que hacían estando juntos.

Escena parecida a la que las mamás miran cuando llevan a sus pequeños al parque a jugar.

Claro que este no era el caso.

Sasori y Kakuzu no eran sus madres. Deidara y Hidan no eran sus pequeños hijos.

—¡KAKUZU, MIRA LO QUE ME ESTÁ HACIENDO. MIRAAAA!—Hidan gritaba tan desesperado y eso sólo provocaba la risa del rubio. El mencionado ni siquiera volteaba. Al parecer la plática con Sasori era más interesante.

—¡Cierra la boca, llorón!

—¡SUELTAME, IDIOTA! ¡JURO QUE VOY A MATARTE!

—Blah, bla, blah —El rubio continuaba burlándose al mismo tiempo que lo sujetaba en una especie de llave de lucha. Bastante dolorosa a juzgar por esos gritos.

Los mayores no prestaban tanta atención, de hecho no tenían idea de cómo llegaron a eso después de haberse saludado tan emocionados.

—Grita mucho.

—Nunca se calla.

—Muy tedioso lidiar con alguien que aparte de ser menor tiende a opinar demasiado, ¿o me equivoco?

—Y que lo digas, pensaba que tú y Deidara eran quienes más discutían. La llegada de Hidan cambio eso.

—Supongo. Lo único por lo que discutimos es porque no para de afirmar que su pirotecnia es arte. Independientemente de eso tiene cierto respeto hacia mi punto de vista. Muy extraño.

Ambos continuaban platicando de una manera civilizada, a diferencia de los otros dos quienes detrás jugaban justo como dos pequeños; lanzándose cosas, figuras de arcilla, piedras y demás.

Kakuzu y Sasori simplemente daban la espalda a cierta escena infantil.

—Respeto es algo que Hidan definitivamente desconoce...

—Me imagino. Ni siquiera en las reuniones se comporta. Supongo que junto a Tobi y Deidara le dan un aire relajado a la organización.

Tras un rato ambos voltearon por fin, aquellos dos parecían no cansarse de ese "juego". De pronto Sasori habló.

—¿Hidan siempre fue un hablador desde que lo reclutaron? Por que fuiste tú junto con Konan e Itachi. ¿O me equivoco?

El más alto asintió una sola vez, ambos miraban al frente, quizás la pelea de los otros dos.

—Practicamente desde que lo conocí. Es increíble que no se canse de hablar.

—Vaya... Conociéndo tu paciencia como la mía no es tan admirable. ¿Cómo le haces?

Tardó un poco en responder, aclaró su garganta y se cruzó de brazos al mismo tiempo que se encogía de hombros. —Es inmortal casi como yo, pelear con él no sirve de nada. Tampoco yo me lo explico pero lo único que hago es ignorarlo hasta que me irrita por completo.

—Mhm. Si te soy honesto yo ya lo hubiese agregado a mi colección. Callado y a mi merced.

Sin hacer gesto alguno y con ese frio tono, el pelirrojo continuaba mirando. Kakuzu hacía lo mismo sin bajar sus brazos.