II.

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—¡Tobi, vas a.. !—Y antes de que Itachi pudiera pasarle uno de los tantos adornos, el mencionado ya estaba en el suelo.

—Oh, vamos... ¿Cuántas veces pasará esto, eh?—Deidara miraba desde la ventana mientras con ayuda de Sasori colocaba un adorno más sobre los vidrios de la misma.

—Parece que lo disfruta.—Comentó el pelirrojo al mismo tiempo que pasaba, sin muchos ánimos, el último adorno al rubio mirando a los otros dos.

—¿Estás bien?—Itachi se inclinó ayudándole a levantarse. Tobi sólo sobaba su cabeza asintiendo varias veces. —Creo. Ah...

Las fechas navideñas se acercaban y a petición, berrinches y demás hechos por Hidan, Deidara y Tobi; y por supuesto con ayuda de Konan tuvieron que acceder a adornar todo el lugar. Al parecer sólo ellos podían contagiar ese "espíritu" en los demás, sin mencionar que la peliazul debía convencer a quien daba las órdenes allí; por primera vez la guarida de Akatsuki luciría con un poco de luz este año.

En la cocina Itachi había dejado a Kisame y a Konan quienes con instrucciones del menor intentaba preparar un par de galletas, su líder miraba televisión en la sala recostado en el sofá, sólo permitió que adornasen el lugar, más no que él lo haría. Suficiente tenían con el permiso.

—¡ZETSU, ESO NO VA AHÍ! ¡Dame acá!— Hidan y Zetsu se encargaban de adornar fuera de la casa; en cualquier momento mandarían a volar al peliplateado con tanto grito.

La puerta estaba abierta y el frío no era tan soportable como otras veces.

—¿No puden hacer menos escándalo? ¡Cállate, Hidan!

—¡CÁLLATE TÚ, KAKUZU! ¡EN LUGAR DE GRITARME AYÚDANOS!

—Ni de broma, esto ni siquiera me gusta. ¿Tienes idea de cuánto ha costado cada ridículo papel que hay ahora aquí? —El mayor ocupaba el solitario sofá casi a un costado del líder, mientras éste miraba el televisor, Kakuzu intentaba leer pero al parecer era imposible con tanto escándalo.

—Tampoco a mí me gusta esto...—Sasori apareció con escarcha por todo su cuerpo, intentaba deshacerse de la misma caminando por doquier.

—¡Sasori no Danna, espera!—Su compañero corrió tras él para poder ayudarle. Ambos atravesaron la sala hasta alejarse intentando apartar todo eso; dejando un camino colorido a su paso por los adornos.

Kakuzu y Pain seguían todos los movimientos con la mirada, ambos suspiraron pesadamente; el primero continuó con su lectura mientras el otro cambiaba los canales del televisor.

—¿QUÉ PASA? ¡TOBI, NO! ¡KISAME, NO SE SUPONE QUE SALGA TANTO FUEGO! ¡KONAN, POR FAVOR!

—¡SUÉLTAME, TOBI!

—¡ITACHI!

Con todo ese gritoneo Pain, Zetsu y Hidan corrieron hasta la cocina para ayudar con todo el desastre. Algo se había salido de control totalmente y con tanta gente empeoraba, más gritos, ruido y descontrol total.

El tesorero de Akatsuki simplemente ignoró todo y se limitó a apagar el televisor robándole el lugar a su líder, se recostó viendo también al duo artístico correr a la cocina. Tomó una almohada y cerró sus ojos quedando poco a poco dormido a pesar de tanto escándalo, de todas formas el ruido iba desapareciendo lentamente.

—¡CORRE, KAKUZU! ¡CORRE, MALDITA SEA!

No tenía idea de qué rayos pasaba, pero Hidan tan apresurado y asustado tampoco era buena señal.

Kakuzu no solía ser de los que escapan, no lo haría esta vez; en cambio, estaba listo para atacar lo que sea que tenía tan asustado a Hidan quien ya estaba escondido lejos de ahí.

Kakuhidan - One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora