Capítulo 10: FINAL

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10. El gran momento de ZiTao.

Tao estaba a punto de tirarse de los pelos.

Alguien tendría que explicarle a Ren que el título de «Dios del rock » no era literal. No podía decidir organizar una fiesta para más de cien personas y dar por hecho que se haría sin más.

Estaba claro que Ren pensaba que el catering caía del cielo.

Tao se encontraba en la incómoda posición de ser al mismo tiempo familiar y empleado. Lo único que le impedía estrangular a su jefe y cuñado o dejarle plantado eran el orgullo y el hecho de que Da seguramente se enfadaría con él. A los Huang les gustaban los retos. Y esto era un reto.

La fiesta se celebraría pasara lo que pasara, aunque ZiTao tuviera que llamar a todas las personas del mundo que le debían un favor. Era una cuestión de orgullo, definitivamente. Era un Huang, y llevaba la organización de eventos en el ADN. La fiesta saldría perfecta aunque para ello tuviera que pelar el marisco él mismo.

En el fondo agradecía tener tanto trabajo. Había estado pensando en llamar a YiFan, ir a verle, hacer algo para comprobar si había alguna manera de preparar aquel daño. Pero siempre se echaba atrás. Habían sido dos semanas muy duras. La relación de LuHan con el coreano había terminado y estaba mucho más en casa, alterando el sentir lástima de sí mismo como maldecir el nombre de su ex. Como su compañero de piso no sabía que ZiTao había estado con YiFan, tenía que fingir que todo estaba bien en su lugar de unirse a su desgracia.

Le costaba trabajo fingir porque echaba muchísimo de menos a YiFan.. Seguía agarrando el teléfono para llamarle o para enviarle algún mensaje, pero entonces recordaba la expresión de su cara y recordaba también que no podía hacerlo. Y eso lo entristecía. YiFan había estado a su lado durante todo el proceso, y ahora que había conseguido su objetivo no tenía a nadie con quien compartirlo.

Así que lo de la fiesta estaba muy bien. Centrarse en algo evitaría que se volviera loco.

Pero aquella noche iba a ser una prueba. Tao había diseñado las invitaciones y las había encargado, pero la recepción era quien tenía la lista de invitados y quien envió las invitaciones por correo. Tao ni siquiera había echado un vistazo a la lista hasta el día anterior.

Estaba preparado para ver el nombre de YiFan. Para lo que no estaba preparado era para ver que iba a ir acompañado.

Aquello fue un golpe duro.

Estaba claro que cuando Tao se marchó había dicho: «la siguiente ». Se dijo que no debería sorprenderlo, pero de todas formas le dolía. La aventura que no debía significar nada se había trasformado en «algo». Al menos para él. Pero se había dado cuenta demasiado tarde. Tanto tiempo preocuparse por lo que pensarían los demás, y ahora solo le importaba la opinión de una persona.

Al parecer, YiFan no pensaba demasiado en él. Ojalá pudiera decir Tao lo mismo. Al ver en la lista que iba a ir acompañado por alguien, tuvo una revelación: estaba enamorado de Wu YiFan.

Desafortunadamente, era demasiado tarde.

Y ahora tendría que enfrentarse a él y a la mujer u hombre por lo que lo había reemplazado con tanta celeridad, y evitar que se le notara.

No era un reto al que le apeteciera lo más mínimo enfrentarse.












ZiTao echó un último vistazo a la zona de recepción del estudio. El aroma a flores inundaba la estancia. Los encargados del catering estaban colocando los aperitivo en las mesas y los camareros uniformados parecían preparados. Una selección de grabaciones hechas allí, en el estudio, sonaba suavemente a través de los altavoces. Los guardias de seguridad vigilaban ya las puertas.

Noches Inolvidables (Taoris)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora